jueves, 25 de febrero de 2010
Siempre hay alguien más fuerte que tú
Siempre hay alguien más fuerte que tú. O más joven y, por tanto, vigoroso. O más taimado, capaz de pillarte desprevenido, entretenido con tu presa capturada. El rugby no sólo es fuerza, aunque el profesionalismo se haya entregado a un desaforado culto al músculo de hierro.
La escenita de marras puede ser aleccionadora. 'La Roca' Elsom manotea por encima de un ruck. Un adversario, del mismo rango (6), el 'bull' Deon Stegmann, lo reta, se le enfrenta, pero es triturado por el arranque de fuerza del australiano, que tras someter a su rival se centra extáticamente en escrutar su mirada dolorida, como buen depredador. Pero entonces aparece por detrás Victor Matfield para llevarse por delante a la roca que parecía inamovible.
Las victorias siempre son parciales, aplazamientos momentáneos de la derrota que siempre llega, implacable, para descabalgar cualquier voluntad de dominio o pretensión de autonomía.
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