Puñetazo en la mesa por parte de Francia, tras la paliza que ayer le infligió al vigente campeón. Y este partido, a diferencia del disputado en Edinburgo la semana pasada, sí que es un partido del que pueden extraerse consecuencias firmes de cara al resultado final del torneo. El duelo de los dos principales favoritos descalabra las aspiraciones de los irlandeses y deja a los de Lievremont con el camino abierto para el título, porque en principio ni Inglaterra ni Gales deberían ser oponentes serios. El 33-10 final deja claro quien manda en este VI Naciones.
Falta saber todavía si a los franceses no les espera de nuevo una reedición de sus habituales recaídas bipolares, pero parece que el proyecto de Lievremont coge forma y sobre todo fuerza. El partido era decisivo, y los franceses no fallaron, dando una lección de efectividad y seriedad, al más puro estilo Springbok. Únicamente el line-out se les resistió, sobre todo en la primera parte, pero en cada jugada daban la impresión de saber exactamente lo que debían hacer para salirse con la suya. Rocosos y fuertes, nunca se dejaron sorprender por los erráticos y previsibles irlandeses. Tras las primeras acometidas por parte de los visitantes, que llevaron la iniciativa durante los primeros minutos del partido, Francia desplegó una defensa (dirigida por el imperial Dusautoir) implacable que derrumbó todos y cada uno de los ataques. El desastroso juego a la mano de los de Kidney, demasiado precipitados, facilitó más las cosas a los locales. O'Driscoll, el buque insignia, apenas apareció. Los primeros ensayos cayeron al contrataque, aprovechando muy bien los errores contrarios (el sin bin de Healey), pero ya en la segunda parte, con una buena ventaja a su favor, el dominio francés fue más directo. Irlanda tuvo opciones al final de la primera, con un ensayo en puertas, pero la defensa de acero francesa doblegó a los verdes. Señalar el buen partido de Parra, que hasta se soltó con un gran drop, también que el apertura Trinh-Duc al fin consiguió un partido regular, y que Harinordoquy fue de nuevo un bastión insuperable en la tercera línea. Lo dicho: si no regresan sus devaneos esquizofrñenicos, Francia apunta a llevarse el torneo.
Flannery a coger amapoooooolaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminar¡Ah, es verdad lo de Flannery! Joder, es que fue feísimo el patadón descomunal que le endilgó al pobre Parra (creo que era Parra). Para mí un eye gouging es peor, pero Flannery no dedbería 'irse de rositas', como suele decirse.
ResponderEliminar