Me gusta el Coca Cola Park, antiguo Ellis Park. El de Johannesburgo es de esos estadios (raros ya, con tanta pista de atletismo) en los que se siente al público muy encima del terreno de juego, con una presión asfixiante. La pronunciada vertical de sus graderíos es la causa principal de esa sensación, que hace como si la grada fuera la continuación directa del cesped.
El Ellis Park es mítico, por muchos motivos, el principal por ser el estadio que albergó la final del famoso Mundial de 1995, ahora revivida gracias al dúo Carlin & Eastwood. Sin embargo, en las competiciones de equipos este estadio no puede disfrutar de un buen equipo, porque los Lions son uno de los peores de aquellos que forman parte de la representación sudafricana del Super 14, y tampoco es que sea de los mejores en la Currie Cup. Al menos, y no es poco, puede disfrutar de los rivales, sobre todo cuando estos anotan ensayos con una facilidad pasmosa. Ha sucedido varias veces últimamente. Por ejemplo, este pasado verano fueron masacrados por otros Lions, los representantes del Imperio Británico (10-74), y hoy mismo los neocelandeses de los Chiefs han vuelto a elevar el ensayo a categoría suprema del rugby. Aunque como luego todo se acaba mimetizando, al final los locales se han contagiado y sumado a la fiesta.
La primera parte de este partido de la segunda jornada del Super 14 ha sido engañosa, pues se ha llegado con un marcador muy igualado (25-27). Parecía que el experimento de Spencer & Muir funcionaba, con un juego alegre y buenas combinaciones a la mano, pero ha sido sólo un espejismo. Tras ir ganando 25-17 al minuto 37, más o menos, una serie de arrasadores ataques de los Chiefs han dejado el marcador en un 25-65 al minuto 60. Un parcial de... ¡0-48 en poco más de 20 minutos! El partido resuelto y humillación consumada. Al final los Lions han aprovechado el sin bin de Kahui, y una evidente relajación de los visitantes, para conseguir unos cuantos ensayos y maquillar la paliza. ¡O eso parecía!, porque a lo tonto (eso sí, ya sin Spencer en el campo) los ensayos iban cayendo en la cuenta local y al final incluso han tenido opciones de conseguir la victoria (a falta de 4 minutos, con 14 abajo, y con un ataque que al final fue detenido). El parcial a su favor, en estos últimos 20 minutos de partido, también ha sido de impresión: ¡40-7! Han acabado perdiendo, pero los Lions han mostrado una dignidad espectacular, una capacidad de superación que hay que valorar de cara a la progresión de este torneo. Al final, 65-72, ¡18 ensayos! (una hemorragia en toda regla), y dos bonus (ofensivo y defensivo) para los locales. Hay días en los que perder importa menos que nunca.
El Ellis Park es mítico, por muchos motivos, el principal por ser el estadio que albergó la final del famoso Mundial de 1995, ahora revivida gracias al dúo Carlin & Eastwood. Sin embargo, en las competiciones de equipos este estadio no puede disfrutar de un buen equipo, porque los Lions son uno de los peores de aquellos que forman parte de la representación sudafricana del Super 14, y tampoco es que sea de los mejores en la Currie Cup. Al menos, y no es poco, puede disfrutar de los rivales, sobre todo cuando estos anotan ensayos con una facilidad pasmosa. Ha sucedido varias veces últimamente. Por ejemplo, este pasado verano fueron masacrados por otros Lions, los representantes del Imperio Británico (10-74), y hoy mismo los neocelandeses de los Chiefs han vuelto a elevar el ensayo a categoría suprema del rugby. Aunque como luego todo se acaba mimetizando, al final los locales se han contagiado y sumado a la fiesta.
La primera parte de este partido de la segunda jornada del Super 14 ha sido engañosa, pues se ha llegado con un marcador muy igualado (25-27). Parecía que el experimento de Spencer & Muir funcionaba, con un juego alegre y buenas combinaciones a la mano, pero ha sido sólo un espejismo. Tras ir ganando 25-17 al minuto 37, más o menos, una serie de arrasadores ataques de los Chiefs han dejado el marcador en un 25-65 al minuto 60. Un parcial de... ¡0-48 en poco más de 20 minutos! El partido resuelto y humillación consumada. Al final los Lions han aprovechado el sin bin de Kahui, y una evidente relajación de los visitantes, para conseguir unos cuantos ensayos y maquillar la paliza. ¡O eso parecía!, porque a lo tonto (eso sí, ya sin Spencer en el campo) los ensayos iban cayendo en la cuenta local y al final incluso han tenido opciones de conseguir la victoria (a falta de 4 minutos, con 14 abajo, y con un ataque que al final fue detenido). El parcial a su favor, en estos últimos 20 minutos de partido, también ha sido de impresión: ¡40-7! Han acabado perdiendo, pero los Lions han mostrado una dignidad espectacular, una capacidad de superación que hay que valorar de cara a la progresión de este torneo. Al final, 65-72, ¡18 ensayos! (una hemorragia en toda regla), y dos bonus (ofensivo y defensivo) para los locales. Hay días en los que perder importa menos que nunca.
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