sábado, 15 de octubre de 2011

Hasta siempre

Hasta aquí hemos llegado. Entrego mi acta que certifica 16 años de afición rugbística. Me bajo ahora mismo del barco a la deriva, de este rugby moderno que cada día se parece más a espectáculos infames. Queridos camaradas, hasta siempre.

jueves, 13 de octubre de 2011

RWC 2011: Johnno no es Enrique V

Habrá tiempo para analizar con calma los prescindibles 3 años de Martin Johnson al frente del XV de la Rosa, pero revisando recuerdos de mi treintañera memoria he caído en esta actuación de Kenneth Branagh en la película de su debut como cineasta, Enrique V (1989). Algo enfática para mi gusto, pero, ¡mil demonios!, una arenga de semejante naturaleza es la que debería haber gritado Johnno en el vestuario del Eden Park minutos antes de enfrentarse a los franceses. Pudo haber sido otra bonita reedición de la mítica batalla de Agincurt, un nuevo día de san Crispín, otro Le Crunch favorable para los ingleses... pero Johnno es Johnno, y Agincourt se renovó con trágico intercambio de bandos y suertes.

martes, 11 de octubre de 2011

RWC 2011: El mítico dragón rojo regresa a unas semifinales


Con festivos y fraternales cánticos del célebre Delilah de un galés de pro como es el 'tigre' Tom Jones, celebraron los seguidores del dragón asistentes en Wellington el histórico triunfo de Gales ante Irlanda (22-10). Partido épico, glorioso, aunque la pega de llegar tarde a la crónica del mismo es que a estas horas ya se ha dicho todo: Gales regresa a unas semifinales mundialistas 24 años después (de hecho, los cuatro clasificados son los mismos que en aquella ocasión, también disputada en Nueva Zelanda, aunque en orden diferente), defensa pletórica, ataques demoledores liderados por un enorme Mike Phillips, sangre fría envidiable, etc. Una cosa que tiene esta Gales mundialista, y de la que carecía en toda la época Gatland (incluso el año del Grand Slam), es un saber estar que no le hace perder la compostura aunque las cosas se pongan cuesta arriba o, si acaso, delicadas. Como prueba, lo que sucedió en el minuto 50, cuando Irlanda se venía arriba peligrosamente tras el ensayo de Earls, que empataba el encuentro a 10. Apretaban los de verde, con furia y esa agresividad propia del que llega desde atrás. Gales perdía dos ovales seguidos, pero, en el peor-mejor momento robaron un line out que, tras una serie de fases dirigidas con sabiduría por Phillips, originó el brillante ensayo del medio scrum galés, aprovechando un agujero en el lado ciego de un ruck. De otro error defensivo, en este caso más grave (fallo de placaje de Healy), llegaba poco después el ensayo definitivo, conseguido por ese Jonathan Davies que aprovechó su fuerza portentosa para perforar la línea rival entre cuatro rivales. La clave estuvo ahí: las defensas, casi insuperable la galesa, maleable la de verde. También que, como le suele suceder últimamente a Irlanda, sus dos mejores hombres (BOD y O'Brien) estuvieron muy desaparecidos durante todo el encuentro, y ya se ha comentado en este blog que si estos dos hombres no juegan o, en el caso de hacerlo, no están a la altura, el equipo se resiente. Se acabó el camino mundialista para una generación histórica, la de los O's (aunque habría que incluir a D'Arcy).

Finalmente, un detalle decisivo sobre el ganador, y es que esta Gales triunfal se ha construido sobre una tercera línea fantástica y, sobre todo, muy joven (dos de ellos, por cierto, de los modestos Dragons, o sea: dragones por partida doble): la formada por el 'renacido' Dan Lydiate, un flanker poderoso e inteligente, que apenas falla placajes y siempre trabaja bien los rucks; el hallazgo del titán Sam Warburton, capitán tras la lesión de Rees, y que está aportando una jerarquía imponente que cada partido se aprecia más; y, finalmente, el último en llegar, el polinesio Toby Faletau, el ocho fuerte y rápido que este equipo necesitaba para aspirar a todo, la pieza necesaria para que encajaran todos los elementos. Recordemos que este trío ha dejado por el camino el mítico Martyn Williams, al ex-capitán Ryan Jones (líder del último Grand Slam), al exaltado Andy Powell y también a Jonathan Thomas. Casi nada. A partir de esta tercera línea el equipo ha ganado en equilibrio, consistencia y efectividad, siendo capaces de ganar con solvencia a Irlandia son contar con Stephen Jones, James Hook, Matthew Rees o Lee Byrne. Es decir, se les acoplan todos, cualquiera, con una eficiencia pasmosa.

sábado, 8 de octubre de 2011

RWC 2011: Francia resucita a cuenta del esperpento inglés


Se cumplieron los vaticinios temerosos de algunos (servidor), temores no tanto por lo que afecta a los intereses de Inglaterra (por la que tengo cierta debilidad, ya se sabe, pero no hasta el punto de ser un hooligan) como a una cuestión de ethos y dignidad rugbística: Francia estaba jugando 'su' Mundial, que para ellos comenzaba hoy mismo en el Eden Park de Auckland. No disputando el partido ante los All Blacks, entregando miserablemente la victoria a los débiles tonganos, se reservaban cicateramente para los cruces, que para ellos eran favorables, escapando a los cocos del Sur al menos hasta la final. Manosearon la ética del rugby, retorcieron sus principios y su espíritu... y han salido ganando. La estrategia del tramposo obtuvo recompensa gracias al mediocre, porque para que se cumpla el objetivo era necesario que el antagonista de turno tuviera las características maleables del actual quince de la rosa.

Este 19-12 ha sido un merecido final para la Inglaterra de Martin Johnson (espero y deseo que signifique su segura dimisión o no renovación tras finalizar su contrato el próximo mes de diciembre), aunque tenga el regusto amargo de haber alimentando la indignidad y malas artes de Lievremont. Se había comentado repetidamente en este blog que el equipo inglés se aguantaba sobre alfileres, entregado al caos y la anarquía, víctima de padecimientos psíquicos de gran inestabilidad, sin referencia dentro y fuera del campo. Tras sufrir auténticas ordalías ante medianías como Argentina y Escocia, todas las costuras (y son muchas) de la banda de Johnno han quedado patéticamente al descubierto ante unos serios bleus, principalmente en la primera parte. Esta Inglaterra ha sido un equipo sin estructura, carente de patrón de juego, que ha sobrevivivido tirando del talento (ofrecido en cuentagotas) de alguno de sus jugadores. De hecho, que tu única arma en el momento clave (segunda parte) sea un casi adolescente samoano que lleva sólo un par de partidos con la selección delata que el trabajo de 3 años de Johnno presenta muchas deficiencias de base. No podía acabar de otra manera la aventura, con otro rosario de penalizaciones (mal Stevens y Cole en los scrums; nefasto, como siempre, Deacon en los rucks; nadie al timón; alas sin desborde), errores de pase, knock ons absurdos, line outs perdidos, etc. La indisciplina en el campo ha sido la prolongación de la indisciplina fuera del mismo, con episodios por todos conocidos que Johnson nunca ha sabido controlar y frenar, sin saber imponerse a los jóvenes divos que sólo lucen ante los débiles (Ashton, sin ir más lejos) o en los bares de Nueva Zelanda. Finalmente, tras tanto debate entre Wilko y Flood, y por una vez que Johnno les da un lugar a ambos (tal vez por miedo a jugárselo por uno y salir malparado), ninguno está a la altura, quedando la posición de apertura como una asignatura pendiente para el futuro seleccionador.

En cuanto a Francia, tampoco es que realizara un gran partido (ante Gales, la próxima semana, dudo que les sirviera un partido como el de hoy), aunque su consistente seriedad en la primera parte, con el impresionante Dusautoir al frente (bien secundado por Bonnaire), y su capacidad para aprovechar dos opciones de ensayo (finalizadas por los renacidos Clerc y Medard), les bastaron para tratar de borrar su primera fase infame y brindarle así a su mediocre seleccionador una gloria que no merece. La Inglaterra con motor diesel, acostumbrada a ceder los primeros 20-30 minutos (fantásticamente aprovechados por los azulados), trató de reaccionar al filo del intermedio, pero de nuevo varios errores frustraron un ensayo que parecía seguro. A cero los redujo la defensa francesa (0-16), de manera que el esperpento perpetrado estos primeros 40 minutos lo decidió todo, porque dejaba poco espacio para revertir el marcador. De nuevo, se hacía imprescindible una remontada, aunque en esta ocasión sus dimensiones debían ser mayores que ante argentinos y escoceses. Además, cuando Inglaterra levantaba cabeza y Youngs tomó al fin la manija del encuentro, dirigiendo con criterio por primera vez durante el partido... ¡Va Johnno y lo cambia por el romo Wigglesworth! Con la puntilla de su propio entrenador se acabó definitivamente Inglaterra, que dominó por inercia (a Francia le bastaba aguantar atrás y salir disparada al contraataque siguiendo los tiros de Trinh-Duc) pero sin electricidad, hundida por su carencia de estructura y la crispación de su nerviosismo.

Al menos una parte integrante del 'trío de miserables' que ha ensuciado el rugby mundial estos últimos años ya está fuera de circulación. Mañana le toca el turno a De Villiers y la semana que viene al propio Lievremont (aunque un conato de terrorífica pesadilla comienza a torturarme: se me aparece la risueña y bigotuda estampa de Lievremont alzando una copa que parece ¡la Webb Ellis!).

martes, 4 de octubre de 2011

RWC 2011: Del champagne al garrafón


La obra de Lievremont al frente de la selección francesa progresa adecuadamente... hacia la absoluta aniquilación de la Grandeur, que conlleva la transformación del 'estilo champagne', tan celebrado en la década de los 80, en el más indigesto 'garrafón'. Francia quema etapas renunciando al french flair y, lo que es peor, con absoluto desprecio del ethos rugbístico, como pudo verse con su enfrentamiento con los anfitriones. Si episodios de humillación tales como perder ante Italia parecían difícilmente superables, entonces llegó el megadesastre tongano. Lievremont, tras ganar de forma nada lucida el VI Naciones 2010 (fue el menos malo del penúltimo torneo), todos los defectuosos cimientos que fue disponiendo, de la forma más errática posible, han ido fallando estrepitosamente estos últimos meses convirtiéndose en una cacofonía infame. Si realmente es increíble ver a los débiles tonganos ganarle a Francia (19-14), lo que ya resulta escandaloso es que lo hagan 'bien', es decir, dominando el juego, controlando y tratando de llegar hasta el final (habrían conseguido varios ensayos más si no fuera por decisivos knock ons o una mala decisión de Vahafolau en el minuto 74), trabajando los rucks y, para colmo, encerrando bochornosamente a los franceses en su terreno los 25 primeros minutos del segundo tiempo, cuando estos debían reaccionar de forma inmediata. No se limitaban a defenderse los tonganos, sino que ambicionaban más, presionando cada salida bleu con una fiereza imponente, robando todas las patadas a seguir que llegaban a manos francesas, cerrando todos los espacios (salvo en la jugada final), placando cada azulado bulto sospechoso que se movía con el oval. Unas 'águilas marinas' incapaces de ganarle a Canadá, perforaban la línea defensiva francesa con una impunidad y decisión más propia de los All Blacks o de Australia. La segunda parte de Francia ha sido uno de los espectáculos más deplorables que le he visto a un equipo de rugby (de nivel) en mis 16 años de vida rugbística, y suerte tuvo de que los tonganos manifiestan evidentísimas limitaciones, porque un marcador de escándalo con bonus ofensivo para los polinesios (es decir, ¡Francia fuera del Mundial!) no habría sido nada raro viendo lo que sucedió en la cancha.

¿Y ahora qué? Lo increíble es que, a pesar de todo, Francia tiene opciones de alcanzar la final de este Mundial. Clasificado gracias a la victoria de Canadá frente a Tonga, ahora se encuentran en el sector más fácil de los cruces, sin cocos del Sur a la vista hasta la final. A pesar de Lievremont y su cacofónica obra, soy de los que teme que esta Francia todavía pueda tener cosas que decir. O al menos resultados que obtener, porque no es descabellado pensar que puede llegar batir a 'la banda de Johnno' el próximo sábado, y también al vencedor del Irlanda-Gales. Sería un insulto al rugby, a la lógica, a la dignidad y a todo, pero el teórico quince titular de Francia no es tan malo como para no pensar que esto es posible.

sábado, 1 de octubre de 2011

RWC 2011: Inglaterra sólo existe en la agonía


Tras el 16-12 ante Escocia en el Eden Park, y a pesar de meterse en cuartos como líder invicto de grupo, la conclusión es que la banda de Johnno sigue siendo una banda descerebrada. Un equipo sin estructura, sin criterio, temeroso, siempre esperando la guadaña del tiempo para desperezarse y comprobar que existe una línea de ensayo en el campo rival. Frustrante, deprimente, desesperante, un enfermo en coma... que se salva milagrosamente hasta ahora en los instantes terminales. Es un equipo con motor Diesel, con inicios espantosos al ralentí (incluso ante la débil Rumanía sus primeros 20 minutos fueron patéticos), al que le cuesta coger un cierto ritmo de juego y el control del partido, dejándolo todo para el final. Ni Youngs ha vuelto a ser el sensacional director de juego de noviembre y febrero, ni centros y backs aportan apenas nada al juego de ataque (Tuilagi y Armitage sólo movilidad errática. El resto, incluso menos). Con Haskell naufragando como 8 y Deacon en su línea (es decir, mal), sólo Croft y el capitán Moody aportaban algo en el juego cerrado y los rucks. Hasta la media hora, sorprendidos por la seriedad caledonia, no trataron de articular un patrón de juego, unas combinaciones más allá de las desesperadas patadas de Wilko. Y salvo redención en los cruces, este partido va a significar algo triste pero ya evidente: creo que Wilkinson está en las últimas. Y no lo digo únicamente por su nefasto porcentaje de tiro (reiterando su descalabro ante Argentina), sino por las decisiones que fue adoptando durante el encuentro, casi todas equivocadas, obsesionado con los tiros a palos, ya sea en juego o de penalty. Al menos dos situaciones de ensayo frustró con su frenesí alocado, buscando absurdos drop goals. También racaneando la búsqueda del line out, prefiriendo asegurar tres puntitos que además no llegaban. Tuvo que salir Flood para, por primera vez, buscar la línea en pos del ensayo en lugar del tiro a palos, y después del try convertir limpiamente un tiro complicado. Únicamente su encomiable entrega a la hora de placar (al que sea, montañas como Gray o Kellock incluidas) lo salvaron de la deshonra. Nunca pensé que llegaría a decir esto, pero ahora mismo el lugar de Wilko es el banquillo.

Sigo pensando que Inglaterra tienen mimbres de gran calidad, pero adolece de estructura, trabajo, plan de juego. Ante Escocia estas carencias suelen agravarse, más que nada porque a los caledonios les sucede algo comprensible pero irritante: sólo saben jugar a rugby ante Inglaterra, el odiado Auld Enemy. Capaces de ser humillados por la triste Rumanía, zarandeados por Georgia, derrotados por una Argentina venida a menos, sin embargo ante el histórico rival del sur siempre sacan lo que en otras ocasiones no puede verse (como dice la BBC, Eden Park llegó a parecer un Murrayfield polinesio). Para ellos la temporada parece reducirse a la Calcutta Cup, y todo lo demás no interesa. Francamente, a pesar del espanto perpetrado por la banda de Johnno, y teniendo en cuenta el bagaje de los cuatro partidos disputados, su derrota ha sido merecida, porque no es de justicia que un equipo que apenas arriesga o anota ensayos tenga futuro alguno en la Copa del Mundo. Ahora mismo no recuerdo apenas ninguna combinación remarcable en todo el partido, sólo el empuje sin verticalidad ni ruptura de Lamont, aunque esa fue la tónica general (dato importante: ni uno ni otro lograron un solo line break en todo el encuentro). Pero al menos suplieron sus evidentes limitaciones con una dignidad y seriedad que parecía granítica al menos hasta la recta final. Los de Robinson, que sacaron petróleo de sus virtudes en el set piece (inmenso Murray en el scrum y amenazador siempre Kellock en el line) y con unos pateadores sublimes, a punto incluso estuvieron de sentenciar, cuando al mediocre De Luca se le cayó el oval a punto de ensayar (tras una patada a seguir de Danielli). Inglaterra a lo suyo, la especulación medrosa y enfermiza, esperaba su momento, acercándose en el marcador a base de lánguidos 3 en 3 y suspirando por el ensayo redentor, pasado el Ecuador de la segunda mitad, pero éste no acababa de llegar, unas veces por penalizaciones estúpidas (en su nivel, el cúmulo de infracciones inglesas fue excesivamente elevado, en scrum y rucks) y otras por errores lamentables (Wigglesworth nada más salir, Haskell, Tindall, etc.). También, de nuevo, por el nefasto criterio de Wilko a la hora de decidir cómo aprovechaba las penalizaciones escocesas. Tanto se postergó todo que al final se intuyó el drama. Sólo cuando dejaron de lado su cicatería de los estériles tiritos a palos, buscando ahora sí el line out, en pos de la zona de marca, saliendo con criterio y agilidad, Flood abrió para que Ashton (casi totalmente desaparecido hasta el momento) amarrara los cuartos ante Francia (ya hablaremos de su patética derrota ante Tonga).

martes, 27 de septiembre de 2011

El oval de Gabilondo


Pequeño paréntesis en las incidencias del Mundial para mencionar algo curioso que me ha señalado el atento lector y camarada de la secta oval, el nick 'Eric Blair'. Se trata de la entrevista realizada por Juan Cruz a Iñaki Gabilondo, aparecida ayer en la edición impresa de El País, en la que el conocido comunicador se revela como un ferviente seguidor del rugby. Está bien que recuerde a los que no saben nada del mundo oval que las gradas del rugby son espacios tranquilos, relajados, es decir, rebosantes de sentido cívico. Aunque me parece que se deja llevar por cierta idealización cuando asegura que en el rugby no existen las 'tanganas'. En fin, se agradece siempre ver a integrantes del colectivo 'gente conocida' mostrando públicamente su afición rugbística, aunque en ocasiones lo predicado no siempre case con el ejemplo (me refiero a ese famoso off the record de las elecciones del 2008 entre Gabilondo y Zapatero, lo de "os conviene muchísimo que haya tensión", que no parece muy proclive al ethos rugbístico y su espíritu de fair play).

PD (otro matiz): hay otro deporte tan noble y caballeroso como el rugby: el cricket.

sábado, 24 de septiembre de 2011

RWC 2011: La Grandeur, ni está ni se la espera


Como podía esperarse, atendiendo a la alineación decidida por Lievremont, Francia no quería o no podía disputarle el partido a los anfitriones. Los All Blacks, sin ir más allá del ralentí, forzando sólo lo justo en momentos concretos del partido (10-15 minutos de la primera parte, cuando cayeron tres ensayos seguidos, y dos fogonazos en la segunda mitad), solventó tranquilamente (37-17) un envite que podría haber sido muy complicado, decisivo tal vez para la suerte del Mundial. Pero Lievremont no es Kidney, ni el orgullo del gallo alcanza el coraje irlandés que consiguió anular a los Wallabies. Únicamente los cinco minutos iniciales para llevarse a la boca, y los 'minutos de la basura' cuando ya estaba todo decidido, pero por lo demás, un recital lamentable en los rucks, donde Kaino y el 'centenario' McCaw se las llevaban todas, sin nervio a la hora de atacar con el oval a la mano (lo intentaron un poco, pero sin alma), y con una línea defensiva por la que se iban colando a gusto los backs neocelandeses, especialmente el tanque Nonu. Como ante Australia el pasado noviembre, o en el Velodrome hace casi dos años (ante Nueva Zelanda también), cuando la defensa francesa no se activa prácticamente cada ataque rival es un ensayo (hoy no han caído más porque, sobre todo en la segunda parte, a los All Blacks se les cayeron de las manos unos cuantos balones en los metros decisivos). Blandos en general, representativos de la dimensión especulativa y cobardona que ha adquirido últimamente la cacareada Grandeur, los franceses parecían alérgicos al choque, como si esto no fuera rugby sino otra cosa de calado más ligerito. Para acabar de rematarlo, no funcionó el experimento de Parra como apertura, que no se entiende con Yachvili (en lo único que pudieron coordinarse fue a la hora de fallar, porque les bloquearon una patada a cada uno en la misma jugada), por no hablar del descalabro en los scrums, donde se notó que la primera línea no era la titular.

Los All Blacks bien, pero sin alardes. Apretaron lo justo en los momentos que les convenía para fijar un marcador amplio, muy amplio si tenemos en cuenta que tanto la posesión como el dominio territorial estuvo repartido por ambos lados. Pero, claro, eso es un dato engañoso, porque los de Henry cedieron la iniciativa en muchas ocasiones al estéril ataque francés. La clave, los breakdowns, la buena defensa local (que paró las primeras acometidas francesas) y el agujero visitante. Lo malo las lesiones, ya veremos si serias o no, de Dagg y Thomson.

viernes, 23 de septiembre de 2011

RWC 2011: Gales deshace el maleficio samoano


gales vs samoa wrc 2011 from rexman on Vimeo.
Faltó poco para seguir la línea maléfica que caracteriza los enfrentamientos mundialistas entre Gales y Samoa, favorables a los feroces polinesios, como recordaba hace unos días el maestro Blakeway, pero la aparición estelar de Leigh Halfpenny, deshaciéndose del placaje de tres fieras azuladas y recorriendo toda la banda izquierda del ataque para que Shane Williams, tras pase defectuoso del errático Davies (un gran jugador, pero que está psicológicamente superado por la dimensión y exigencia de un Mundial), consiguiera el ensayo salvador, ya superado el Ecuador de la segunda mitad. Tras una primera parte decepcionante, muy por debajo del nivel mostrado ante los Ex-Pringboks, Gales retomó el control del partido en un enfrentamiento encarnizado con los samoanos, que lucharon cada ruck con la furia que en ellos es habitual. Los últimos 40 minutos supusieron un combate tremendamente físico, de colisiones de impacto casi automovilístico, donde reinó el cada día más gigantesco Sam 'Captain' Warburton. Fíjense en su inteligente estilo de placaje (que no busca lucirse con un a veces estéril aplastamiento, sino que tiene como finalidad recuperar el oval o detener con efectividad el ataque), o en cómo encara cada ruck, con la vista obsesivamente fija en el punto en el que se abandona el oval, oteando el horizonte como si de un halcón se tratara (algo de rostro aguileño sí que tiene Warburton), y zambulléndose en el amontonamiento disfrazado de Brüssow, esto es, pies fijados en la horizontal como dos columnas dóricas, cabeza abajo casi perforando la masa de carne y músculos, para hacerse con el balón y recuperarlo para los suyos. Esencial fue su aportación, recuperando de esta manera creo recordar que tres ovales decisivos en zona peligrosa, cerca de la propia zona de marca. También hay que señalar la aportación de un tipo para mí esencial en el 15 del dragón, el ala-zaguero Halfpenny, uno de los tres jugadores más escurridizos del mundo (tan difícil es placarlo que parece como si jugara untado en aceite. Recuerdo una jugada estelar de hace año y medio con los Cardiff Blues en la que se deshacía de los arrumacos fogosos de 5 o 6 rivales), y que aporta una movilidad y dinamismo en el equipo de la que Watland no debería prescindir. Ahora mismo yo lo ubicaría en la posición de North, teniendo en cuenta que éste, a pesar de tener un gran talento, no está aportando lo que se le había visto estos últimos meses. O, si no, de fullback, pasando a Hook al centro (en lugar de Davies, dado que Jamie Roberts vuelve a ser el jugadorazo de hace 2 o 3 años) o como apertura.

martes, 20 de septiembre de 2011

RWC 2011: Inglaterra con lo justo


inglaterra vs Georgia wrc 2011 from rexman on Vimeo.
Con más sosiego, pues no hizo falta esperar casi al final para liquidar el partido, pero las mismas sensaciones derrotistas inundan el deambular de la Inglaterra de Martin Johnson por el Mundial de Nueva Zelanda tras el partido disputado ante la débil Georgia (41-10). En ningún momento Inglaterra impuso una superioridad de juego, un control del ritmo del partido, el sentido natural de la jerarquía del mundo oval, limitándose tristemente a aguantar, bien o mal, las torpes acometidas georgianas (muy voluntariosos, pero con evidentes problemas técnicos: mucho fallo en el pase a la mano y lamentable partido de su apertura, que falló tanto que se podrían haber ido con ventaja al descanso, al que se llegó con un 17-10 para los ingleses) y lanzar algunos esporádicos ataques, que fueron suficientes para llevarse el partido pero que no bastan para contagiar el más mínimo optimismo entre sus aficionados. Hasta el minuto 62, con el ensayo del tanque Tuilagi (especializado en romper la línea rival llegando desde atrás tras coger un impulso que lo hace imparable. Por cierto, el ensayo de Tuilagi no aparece en este video), no se resolvió totalmente el signo del marcador (hasta ese momento la cosa estaba 22-10), y el bajón físico de los antiguos soviéticos permitió ampliar artificialmente la cuenta. Realmente, se espera muchísimo más de un campeón mundial, finalista en la última edición, y teórico aspirante al título ahora en disputa, y es realmente intolerable que durante los primeros 40 minutos sea un rival de la talla de Georgia la que atesore nada menos que el 75 % del dominio territorial, por no hablar de la cadena inmensa de penalizaciones en las que incurrió la delantera inglesa (principalmente durante el primer cuarto de hora de enfrentamiento, momentos en los que fue vergonzosamente dominado por los georgianos)... ante Georgia. Pues no estamos hablando de la delantera Springbok, la irlandesa o la All Black. Comienza a ser algo serio este deambular sin referencias determinadas, sin líder, atacando sólo a partir de contados fogonazos improvisados, con patadas a seguir que no sigue nadie (minuto 18, una de Flood que los ingleses regalan con holgura), y con un entrenador, cada día más visiblemente desquiciado (qué diferencia con 'The Quiet Man' Kidney, por ejemplo), y que en absoluto sabe a donde pretende llevar al equipo.

domingo, 18 de septiembre de 2011

RWC 2011: Irlanda revienta el proyecto de Deans


AUSTRALIA VS IRLANDA WRC 2011 from rexman on Vimeo.
Varias sorpresas se habían ido perfilando hasta ahora en el Mundial, pero sin llegar a realizarse totalmente. Gales, Argentina, Rumanía, Georgia, todos dieron mucho más de lo que se esperaba de ellos ante rivales superiores en categoría, pero les faltó un último empuje para llevarse la victoria real además de la moral. De momento, sólo Irlanda ha dado este último paso, este salto de categoría, y de qué manera, en el Eden Park (15-6). Gozoso, pletórico de entrega e intensidad, fue su partido de ayer ante una Australia de Deans que ya había evidenciado signos de flaqueza en la primera parte de su encuentro ante Italia, donde no pudo desplegar el mortífero y rapidísimo juego de ataque de sus backs. Kidney planteó ese mismo tipo de partido, con posibilidades de extenderlo a todo el encuentro, gracias al plus que supone tener en tu equipo a dos de los mejores jugadores del mundo: Sean O'Brien y BOD. Cuando juegan ambos, Irlanda deja de ser el equipo mediocre e incapaz que se vio ante Inglaterra en Dublín (último warm up) o en su primer encuentro mundialista ante USA, para convertirse en una máquina fibrosa y compacta capaz de batir a cualquiera, incluidos los gigantes del Sur. La transformación se percibió desde el primer segundo del encuentro, con los verdes, encorajinados por su líder 'espiritual', Paul O'Connell (grandioso partido el suyo), presionando ansiosamente la posesión wallabie, respondiendo de forma desafiante a todos los golpes o empujones (O'Brien, muy pronto, a Vickerman). La maquinaria de Kidney, después de meses de dudas y miedos, volvía a estar perfectamente ajustada, con precisión casi infalible. Con su estelar tercera línea al completo (ya he dicho que el trío O'Brien-Ferris-Heaslip me parece de lo mejor del mundo en esa posición), la presión que sufrió Genia fue avasalladora (ejemplo casi dramático, cuando Ferris le hace retroceder más de 10 metros a la salida de un scrum en la primera parte), llegando al extremo de no disputar los line outs lanzados por el rival para así controlar mejor las maniobras del medio scrum de Queensland. Australia acabó la primera parte muy tocada, sin apenas haber podido construir jugadas de peligro, mientras que en las escasas que fueron articuladas se encontró con una defensa de acero. El cambio de mitad, como sucedió ante los transalpinos, previsiblemente podía permitir que, ante el cansancio del rival, se abrieran las líneas necesarias para que los backs australianos pudieran demoler las trincheras irlandesas, pero ese momento nunca llegó. Faltó confianza, ambición. Los de Kidney, con el grandioso Sean O'Brien al mando (un flanker tan rocoso y agresivo que parece más sudafricano que irlandés. Para el recuerdo su placaje a Genia en el minuto 76 que evitaba un ensayo seguro. Nadie pudo superar a O'Brien ayer sábado, es un escándalo este tipo), y un scrum (con Healy de estilete portentoso destruyendo la primera línea rival) que se llevaba por aplastamiento casi la totalidad de las disputas, mantuvieron la posición de forma heroica, implacable, absoluta. Mejor incluso que en la primera parte, pues ya no concedieron ni un sólo punto a los wallabies. Sólo alguna pequeña grieta se entreabrió tímidamente, para cerrarse inmediatamente después (recuerdo alguna acometida del peligrosísimo Beale, por ejemplo, o los últimos ataques desesperados de los australianos). El cambio de Sexton por O'Gara en la posición de 10 (Sexton siguió en el campo ocupando la posición del lesionado D'Arcy) acabó de cerrar el partido, por cuanto la efectividad con el pie del apertura de Munster (el 'Vermeer del rugby') sigue siendo muy superior a la del dublinés.

Probablemente Australia sigue siendo uno de los principales candidatos al título, pero esta derrota sacude la base del proyecto de Deans, un gran entrenador que, sin embargo, se ha metido en disputas no demasiado claras que han perjudicado el nivel del equipo. Por ejemplo, sus enfrentamientos con George Smith o Matt Giteau, jugadores con gran experiencia que habrían sido fundamentales en este torneo (en concreto, en este partido). O la concesión incondicional de la 'mariscalía' a un tipo como Quade Cooper que es la irregularidad personificada, un jugador brillante pero sin consistencia, frívolo, más pendiente de la cámara de televisión que de la posición de sus compañeros. Australia arrastra en ocasiones, el tópico del 'gigante con pies de barro', un conjunto de jóvenes divos que es incapaz de contrarrestar el enardecido orgullo irlandés. Ayer el matemático Declan Kidney, admirable 'The Quite Man', le dio a Deans una lección antológica que no debería olvidar.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Tindall ejerce de Windsor


A la espera de poder ver en diferido la machada irlandesa ante la presumida Australia de Deans, dedico unos frívolos momentos al cuore gracias a las andanzas nocturnas de Mike Tindall (junto con otros compañeros, como Ashton) por los bares de Queenstown. Probablemente hayan visto las imágenes registradas por la cámara de seguridad de un bar en las que Tindall picotea con una rubia sureña, y el lío que se ha montado en Inglaterra (recordemos que Tindall se casó hace nada con otra rubia, nieta de la Reina Isabel). Tengo que decir que todo esto me parece totalmente injusto con el comportamiento del vicecapitán inglés, porque este hombre lo único que está intentando es esforzarse seriamente para ponerse a la altura de la Casa Real que lo ha acogido en su seno. ¡Si Tindall lo único que pretende es ser un Windsor como dios manda! De momento, no está mal el principio, pocas semanas después del bodorrio, pero le quedan lejos todavía las hazañas de 'Harry Petas', así que, Mike, tienes que tomártelo más en serio si quieres ser un digno Windsor, hay que ir subiendo el listón (Johnno lo ha dejado fuera de la lista para el partido de mañana ante Georgia, así que Tindall tendrá tiempo para dedicarlo a la invención de nuevas aventuras 'windsorianas').

martes, 13 de septiembre de 2011

RWC 2011: Gales deja vivo al campeón


Gales vs RSA wrc 2011 from rexman on Vimeo.

La primera jornada del Mundial está dejando en evidencia a los entrenadores más mediocres del momento: Martin Johnson y Peter de Villiers. Ambos tienen en común malbaratar espléndidas plantillas de forma desesperante, reducir las opciones de sus equipos por una mala selección de jugadores o un deficiente trabajo de planificación, entrenamiento y estrategia. Suerte que tienen de que sus grandes plantillas los acaben rescatando de sus errores. Un nuevo capítulo de las miserias de PdV lo padecimos este domingo en Wellington, donde los dragones de Gales les dieron toda una lección de rugby, una clase magistral, aunque les faltara temple y fría mano para clavarles la estaca mortal en el pecho. Se escaparon vivos los Ex-pringboks, cuando merecieron una derrota histórica ante los británicos, que confirmaron las buenas sensaciones que dejaron en sus warm ups previos al campeonato. Tras muchas combinaciones estos últimos años, Gatland ha encontrado finalmente una tercera línea de nivel, consistente y bien vertebrada, con el capitán Warburton a la cabeza (un tipo que aprende de cada entrenamiento, de cada partido, para dar un poco más cada día que pasa), el renacido Lydiate (que estuvo retirado por problemas serios de vértebras) y el 'doble dragón' (pues juega en Newport-Gwent) Toby Faletau. El dinamismo continuo de estos tres tipos llegó a contagiarse incluso al habitualmente lento y desesperante Mike Philipps, que no parecía el medio scrum más adecuado para dirigir la táctica adecuada para frenar a los sudafricanos (ataques continuos, con muchas fases y dinamismo sin vacilaciones), pero que acabó cumpliendo en la dirección de juego. El scrum aguantó muy bien la dureza del paquete sudafricano, y desde ese mismo eje se llevaron a cabo las acometidas, con los centros (preferentemente Martin Roberts) como puñales con los que perforar la cortina defensiva rival, dejando algo de lado la verticalidad de sus eléctricos alas, Shane y North, algo apagados.

Salvo los 5 primeros minutos, en los que parecía imponerse una versión de los antiguos Springboks, antílopes arrolladores y feroces, destruyendo las líneas enemigas con napalm (un buen coronel Kilgore habría sido Frans Steyn), y los instantes que encauzaron el ensayo victorioso de Hougaard, Gales dominó siempre. Quien no supiera de qué va la cosa, habría pensado que los vigentes campeones del mundo eran los de rojo, dignos herederos de sus abuelos Gareth Edwards & co. Tras el ensayo de Faletau que ponía a los dragones por delante (10-16), llegó el momento idóneo para la sentencia, en el que una desatada Gales, que olía con hambre la sangre derramada, perforaba con saña las hendiduras que dejaba abiertas una desastrosa defensa sudafricana, pero varios knock ons (Faletau, Roberts) impidieron que se ejecutara la sentencia. Únicamente Brüssow, omnipresente en todos los rucks, mantenía la dignidad de los campeones del mundo, que se llevaron la victoria casi sin querer, de la misma manera triste y mediocre que no-perdieron los ingleses ante Argentina un día antes.

sábado, 10 de septiembre de 2011

RWC 2011: Una ridícula Inglaterra al borde del desastre


Ingl vs Arg. from rexman on Vimeo.

Siguen las dudas en Inglaterra. Ni aunque se vistan de negro, imitando-homenajeando a los All Blacks, demuestran la consistencia del ganador. Tras lo visto en su victoria agónica 13-9 ante Argentina, el equipo de Johnno no tiene apenas opciones de luchar por nada en este Mundial. Es cierto que en estos campeonatos su evolución tiende a una dinámica positiva tras un mal inicio (recordemos la paliza recibida ante Sudáfrica en el inicio del 2007), y que Youngs es un jugadorazo imprescindible para dirigir con criterio y agilidad a este equipo, pero la imagen que han dejado los ingleses ante unos correosos Pumas, fajadores únicos pero con evidentes limitaciones, ha sido lamentable. Han tonteado con el desastre desde el principio hasta el final, perdiendo hasta el minuto 67, y sufriendo incluso en los últimos instantes. Sigo pensando que jugadores como Ashton, Foden y Tuilagi, a pesar del mal partido que han jugado, son piezas necesarias para una Inglaterra con opciones, pero sin Youngs como director de orquesta los backs apenas entran en juego (el gris Wigglesworth no tiene entidad para ser titular en este equipo. Si Youngs no está bien físicamente, no entiendo por qué no se le da la opción a Simpson, mucho más creativo), y de nuevo vemos a un equipo sin alma, gris, agarrotado, incapaz de imponer iniciativa alguna, permanecienco temerosamente cerca de su scrum. Jugando de esta manera ante los tres cocos del Sur, la paliza histórica (en contra, claro) está asegurada.

La primera parte de Inglaterra ya fue deplorable, reflejo de lo peor de la etapa Johnno. Como prolongación de lo sucedido en Dublín (aunque sin la contrapartida positiva), incidieron en un rosario de penalizaciones estúpidas que, afortunadamente para ellos, no fueron aprovechadas por los erráticos Contempomi y Martín Rodríguez, que podrían haber abierto una ventaja tal vez insalvable. Argentina hizo su partido, un partidazo, el que le permiten los elementos de que dispone (inferiores a los del último Mundial, sobre todo tras la lesión del 'Mago' Hernández'), y se vació en los primeros 40 minutos, con una intensidad física tremenda, aplastante (que les costó varios lesionados), presionando a la delantera inglesa, cerrando las salidas del scrum, luchando cada balón, defendiendo cada metro, dominando los rucks y robando algún line out incluso. Bastaba ver cómo cantó cada equipo el himno para darse cuenta de quien estaba más concentrado. Muy mal la primera línea de placaje inglesa, por la que se escurrían Camacho y Agulla con excesiva facilidad, sumando metros a sus ataques. Ya he dicho, pero lo repito, que Wigglesworth no es un medio scrum con nivel para ser titular en el 15 de la rosa (no se entiende con sus terceras y apenas despliega a los backs), lo mismo puede decirse del mediocre Easter, y además la pareja de centros estuvo absolutamente desaparecida, al igual que los alas. Únicamente Foden no desapareció totalmente del terreno, pero sin alarde alguno. Totalmente fuera del partido, y tras la amarilla a Cole, bastante hizo Inglaterra con evitar que se moviera más en su contra el 6-3 del marcador. El desconcierto era grande, sobre todo en Lawes, que se excedió en una durísima embestida a Ledesma (poco después de arrollar a Tiesi), ya con el hooker argentino placado y fuera del campo. Podría haberle costado cara la acción en términos disciplinarios.

El inicio de la segunda parte siguió la misma línea: intensidad eléctrica de los Pumas, total desconcentración inglesa, lo que se tradujo en un breakdown peligroso de Martín Rodríguez que casi llega a la línea de marca, en una jugada que acaba en penalty para el 9-3 de los Pumas en el momento en que acaba su superioridad numérica. El desastre se prolongó en el mismo Wilko, nefasto ayer (su porcentaje de tiro fue un raquítico 3 de 8, indigno del mejor pateador del mundo tras Dan Carter), que erró tres tiros a palos seguidos que, a mi juicio, deberían haber sido lanzamientos al line out (me parece increíble el conservadurismo inglés con 3-9 en contra y pasado el minuto 50). Sólo la salida del grandioso (cuando está fino) Ben Youngs permitió una perspectiva optimista, pues el medio scrum imprimió un mayor ritmo y un criterio más fino para distribuir el oval. De repente, incluso la delantera inglesa fue a más, superando claramente a la argentina en los scrums, y el ensayo acabó llegando tras una salida de line out que finalizó, cómo no, el propio Youngs, tras zafarse de la defensa de los Pumas. Youngs es un jugador que hace fácil lo que para otros es misión imposible, y no tengo dudas de que otra dinámica habría tenido el partido para Inglaterra si el jugador de Leicester hubiera salido de inicio, o al menos tras el descanso. Wilko, ahora sí, cerró el marcador con la transformación y un penalty, pero en el rush final los argentinos, cuando ya nadie lo esperaba, volvieron a llevar a los ingleses al borde del colapso, con varias acometidas envenenadas que no alcanzaron el ensayo redentor por poco. Victoria rácana, miserable, inmerecida para el equipo de Johnno. Eso sí, mejor que estas imágenes se den al inicio y no al final del torneo.

viernes, 9 de septiembre de 2011

RWC 2011: Inauguración previsible

Reloj ya en marcha: comenzó el Mundial. Me salto la parafernalia de la ceremonia de inauguración, porque no me interesan estas espectacularidades, y paso directamente al oval en movimiento, a la fácil pero algo rácana victoria de los superfavoritos All Blacks ante Tonga, 41-10 en el Eden Park de Auckland. Sólo media hora han durado los tonganos, que apenas han intentado articular una jugada de ataque hasta la cuesta abajo final del encuentro, con el ensayo del honor que tanto les ha costado conseguir. Tras las media hora inicial en la que cuatro ensayos locales han solucionado la papeleta, los neocelandeses se han dedicado a sestear una horita a medio gas. Si nos fijamos, el parcial de la segunda parte demuestra la evidente bajada de ritmo de los de Henry: sólo 12-7. Creo que ha sido un partido escasamente representativo de nada; si queremos hacernos una idea del verdadero nivel de Nueva Zelanda habrá que esperar al enfrentamiento con Francia, su particular y tortuosa 'bete noire'. Ante Tonga, Kahui y Toeava, teóricamente suplentes, han estado muy activos, con presencia en ataque, finalizando brillantes off loads de Sonny Bill (me pasa con este señor como con Quade Cooper: mucha 'remanguillé' para la galería pero me temo que su consistencia presenta muchas dudas. Por no hablar de todos sus tics anti-urgbísticos, es decir, sus modos más cercanos al mundo League) y Dagg, aunque es cierto que la dureza de los tonganos en los rucks y en el juego cerrado se convertía en dulce parsimonia cuando los rápidos backs locales enfilaban la línea de marca. Demasiado fácil a veces. Alguna aparición de Nonu, el siempre discutible Cowan al mando (es decir, sin mucho criterio), y pocas cosas de Carter (alguna) y McCaw (peor el flanker, superado incluso en alguno de los escasos ataques tonganos). De todas formas, no esperaba más (ni menos) de los All Blacks, que tampoco hace falta sacrificarse mucho ante Tonga cuando en media hora ya está todo finiquitado.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Comienza el Mundial 2011



Se acabó la espera, los nervios dejan su espacio a la tensión y al músculo contraído, la incertidumbre se trueca ya en lo fatídico que no podrá ser borrado: comienza mañana en Nueva Zelanda la Copa del Mundo de Rugby 2011. El planeta oval sincroniza sus relojes, aunque sigan en marcha ligas en el Norte y en el Sur. Los míticos Dan Carter, McCaw y Muliaina ante su última oportunidad de alcanzar lo que un cruel fatum le niega a los All Blacks desde el inaugural 1987. De nuevo en casa, cierre del círculo iniciado hace 24 años, y ante estas circunstancias no pueden fallar, o no deberían hacerlo. ¿Alguien imagina lo que sería para la autoestima neocelandesa fallar también en 'su' Mundial? Para mí son los favoritos, a pesar de su última derrota ante Australia en el Tri Nations. Los australianos les siguen en cuanto a candidatura. A pesar de las polémicas con determinados jugadores (Giteau, George Smith, Tuqiri), Robbie Deans ha hecho un gran trabajo al frente de los Wallabies, formando un equipo joven y con uno de los ataques más devastadores de la última década, y llegan en un momento idóneo de maduración para conseguir el tercer mundial para su país. A Sudáfrica, a pesar de defender título, no la veo con demasiadas opciones, pues su bagaje en el Tri Nations no ha sido especialmente prometedor; dejando de lado los dos primeros esperpentos a domicilio, en casa tampoco han conseguido desplegar el juego de ataque que era capaz de imprimir el mariscal Du Preez hace dos años (lo veo en baja forma al medio scrum, y no hay jugador más decisivo entre los Ex-Pringboks que Du Preez), y su victoria únicamente fue posible recurriendo al más puro 'catenaccio' y la bota infalible de Morné Steyn (bueno, y también que faltaban las estrellas neocelandesas). Habana sigue siendo una sombra del imparable jugador del 2007, pero al menos el paquete de delantera mantiene los galones, con el grandioso (aunque pequeñajo) Brüssow recuperado de sus lesiones (impresionante el despliegue de este gladiador ante Nueva Zelanda, jugándose la cara literalmente las veces que fueran necesarias), y un ramillete de flankers fantástico. Inglaterra es otra opción para el éxito, más lejana que la de los tres colosos del Sur, aunque todo dependerá de que el 'trío maravilla' (Youngs-Foden-Ashton) consiga recuperar las sensaciones mostradas el pasado noviembre y en el inicio del último VI Naciones. Apoyados por el pujante Manu Tuilagi, son vitales para que Inglaterra deje de ser el equipo pesado, lento y agarrotado que ha sido durante casi la totalidad del mandato de Johnno. Para finalizar, Francia e Irlanda son las otras dos opciones del Norte para mantener la dignidad, aunque no los veo con apenas capacidad para levantar la Webb Ellis; mientras que de Gales espero al menos una sorpresa (o al menos un amago de tal) en su estreno ante Sudáfrica, pero con Gatland al mando es difícil que se metan en semifinales.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Inglaterra recupera el honor en Dublín

A sólo dos días del inicio del Mundial de Nueva Zelanda, rápido y corriendo dejo mención de la victoria de Inglaterra en Dublín en el último warm up antes del gran combate. Aunque los de Johnno no hicieron precisamente un partido espectacular, vencieron claramente a los hibernios, en lo que significa una cierta venganza tras el varapalo del VI Naciones, y sin olvidar que es la primera victoria en suelo irlandés desde el Año de Oro, el añorado 2003.

Con Wilko al mando y Wigglesworth de nueve, Inglaterra aprovechó mejor sus opciones de ataque, con 'Windsor' Tindall más inspirado de lo habitual, y las balas Tuilagi y Armitage como manos ejecutoras (este segundo ensayo llegó cuando los ingleses jugaban en inferioridad numérica). Su defensa recuperó la capacidad de contención que había perdido en el duelo doble frente a Gales (ojo con Gales en este Mundial: apuesto a victoria contra Sudáfrica en su primer encuentro. North, Hook y Warburton están a un nivel excelso), aunque sigue concediendo un rosario de penalizaciones que un equipo más inspirado que esta Irlanda podría haber aprovechado para llevarse el partido (por ejemplo, Argentina este sábado). Por otra parte, Tuilagi sigue mostrando unas condiciones físicas excepcionales (los genes Tuilagi nunca fallan), que entre otras cosas lo llevaron a dejar fuera del mundial a David Wallace, con un placaje durísimo que desarboló al veterano flanker de Munster; además de su desborde olímpico entre la defensa verde que significó el primer ensayo visitante. Jugadores rápidos como Tuilagi, Armitage, Ashton y Foden son los que necesita Inglaterra para superar su habitual ritmo pesado y lento y, así, situarse a la altura de los gigantes del Sur, que cuentan con piezas mucho más dinámicas, ideales para un juego abierto arrollador. Johnno podría combinar estas dos velocidades que posee su equipo, con una delantera granítica (con Thompson al mando, aunque sin Moody, que sigue sin recuperarse de su lesión), que fije posiciones y ralentice el ritmo, y unos tres cuartos más aprovechables de lo que se ha visto hasta ahora, con puntuales despliegues arrolladores.

Irlanda no contó con sus dos mejores hombres, O'Brien y O'Driscoll, pero su trayecto de preparación mundialista ha sido deprimente: 4 derrotas en 4 partidos. De acuerdo que eso a veces no indica que se vaya a hacer necesariamente un mal Mundial (todo el mundo recuerda el caso de Inglaterra en 2007, y algún otro), pero al menos borra parte de las sensaciones muy positivas que dejaron los de Kidney con sus últimos partidos del VI Naciones, sobre todo con su fantástica victoria ante los ingleses en el mismo Aviva de Dublín.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Los 30 de Inglaterra


Inglaterra tiene dudas. Tras ganar su primer VI Naciones desde el triunfal 2003, primero la clara derrota en Dublín en la última jornada del torneo, y ahora los dos partidos jugados ante Gales, han refrescado la incertidumbre, incluso en el propio Martin Johnson. Sigo pensando que a los ingleses hay muchas posibilidades de que les suceda en este Mundial (aunque me gustaría equivocarme) lo mismo que a Sudáfrica: nefastos entrenadores van a desperdiciar una plantilla excepcional, muy completa en todas sus líneas. Hace dos semanas vencieron a Gales en Twickenham, en un partido que dominaron durante 45 minutos y que, fruto de la amplia distancia conseguida, entregaron la iniciativa a los visitantes en la parte final, con el resultado de que estos consiguieron más ensayos que los locales (3 por 2). Sin embargo, el partido fue valioso por cuanto demostró que Manu Tuilagi es una baza importantísima que la va a permitir a Johnson dar más peso a la línea de medios, muy deficiente en la pareja Tindall-Hape, como se demostró siete días más tarde en Cardiff. De estos dos partidos me gustaría destacar la 'redención' de Matt Stevens, que tras dos años sin jugar por cocainómano, su regreso a los campos de rugby hace apenas seis meses ha permitido ver su mejor versión; Dan Cole debería ser el titular en la posición de pilar derecho, pero con Stevens se aseguran minutos de consistencia y furia en una primera linea que ha perdido el gran peso simbólico de Phil Vickery, retirado del rugby antes de Navidad por una lesión. Otra cosa: Wilko ha estado mucho mejor que Flood ante Gales, aunque eso no le va a permitir recuperar la titularidad debido a la cabezonería de Johnno. Flood volvió a demostrar en Cardiff que carece de jerarquía para dar a su ataque ese plus necesario para vencer a los gigantes del sur. Es cierto que Inglaterra dominó ampliamente en balón y territorio, con Gales se entregada a los vicios del 'catenaccio' (aunque le salió bien, con un contraataque demoledor dirigido por sus tres mejores hombres a día de hoy: Hook, North y el capitán Warburton, que a cada partido juega mejor), pero no supo finalizar las jugadas, quedándose a un paso de conseguir unos 4 o 5 ensayos (no exagero), desperdiciados por una serie de knock ons irritantes. En este sentido, Banahan sigue sin sacar el partido que debería a sus fantásticas condiciones, y Ben Foden apenas apareció en juego, increíblemente relegado por sus centros y el propio Flood, que apenas le proporcionaron balones (Foden y Ashton son los mejores finalizadores de Inglaterra, pero uno no estaba y el otro, como digo, apenas se le vió). Pero lo peor de Inglaterra ha sido la lesión de Danny Care, que estaba jugando a muy buen nivel (ante Gales se marcó un estupendo breakdown en el minuto 35) y que era la mejor baza para sustituir a Ben Youngs si éste no se recupera de sus molestias. Ahora habrá que confiar en el romo y funcionarial Wigglesworth y en el inédito Joe Simpson, que todavía no se ha estrenado con la zamarra de la rosa (aunque a mí me parece un medio scrum sensacional. Ojo que no acabe siendo el titular ya avanzado el torneo). Vamos ahora a la enumeración de los jugadores, separados por líneas del equipo, que viajarán a Nueva Zelanda.

Primera línea: Corbisiero (mejor que Payne, afortunadamente relegado), Stevens, Hartley, Mears, Thompson, Cole, Wilson y Sheridan. Sin duda, es lo mejor que tiene Inglaterra en estas posiciones (dejo en negrita los que, a mi juicio, deberían ser titulares). Ninguna pega.

Segunda línea: Palmer, Lawes, Deacon y el superveterano Shaw, que aunque está sin equipo es una baza fiable en momentos complicados (recordemos que es un señor que juega a esto desde la época del amateurismo). La dupla Lawes-Palmer me parece, a día de hoy, de lo mejorcito que hay en estas posiciones a nivel mundial. Veremos cómo se compenetran, dado que Lawes estuvo ausente del VI Naciones debido a una lesión.

Tercera línea: el capitán Moody, Haskell, Easter, Wood y Croft. En mi opinión, falta un 8 puro, porque Easter es un jugador que nunca me ha convencido. Y tal vez habría sido justo darle una oportunidad a Robshaw.

Medios: Youngs, Simpson, Wigglesworth, Wilkinson y Flood. No entiendo lo del medio scrum de los Sarries, aunque el estado algo delicado de Youngs obligaba a llevar tres nueves (en este caso, yo habría preferido a Paul Hodgson, o incluso a Lee Dickson).

Centros: Tindall, Tuilagi, Hape y Banahan. Preferiría ver a Banahan de ala, aunque lo más grave es lo de Hape, un auténtico desastre en ataque (en Cardiff estuvo peor que mal, o sea, en su línea), mientras que en defensa no es la baza segura que imagina Johnno. Desde luego, no tiene sentido que Flutey se quede fuera, e incluso Simpson-Daniel habría dado más posibilidades que el jugador de Bath.

Alas y zagueros: Ashton, Cueto, Armitage y Foden. No me fío de Cueto, no es mal jugador, pero la titularidad le queda grande. Prefiero a Armitage de ala.

sábado, 6 de agosto de 2011

El Mundo no se entera


Nunca ha sido un periódico que haya tratado con especial mimo al rugby, pero hay momentos en los que se alcanza el exceso. No hay noticia en El Mundo de estos últimas semanas que trate el rugby y no introduzca algún error de bulto. Primero, afirmaban que Mike Tindall, que acaba de introducirse (vía braguetazo) en la esfera de la realeza británica, es el capitán de Inglaterra (cuando es el segundo, tras Moody), después aseguraron que a Nueva Zelanda la conocen mundialmente como los 'Old Blacks' (!!!), y estos últimos días he comprobado que al retirado Thom Evans (famosete por liarse con una modelo, Kelly Brook) le han adjudicado la nacionalidad irlandesa. ¿Es que no hay nadie en este periódico que se dedique a peinar este tipo de errores para que, al menos, no se sigan produciendo con insistencia?

Tri Nations 2011. Segundo asalto: Los sudafricanos ya no son Springboks



A falta de saber el resultado del partido de hoy entre Nueva Zelanda y Australia, de momento ambos equipos lideran la tabla del Tri Nations 2011 a cuenta de la misma víctima propiciatoria: una patética Sudáfrica que parece cada día menos implicada en los principios y valores relacionados con los Springboks. Aunque falten (voluntariamente) muchos titulares, el fondo de armario sudafricano es lo suficientemente amplio como para no ofrecer los dos ridículos que le hemos visto a domicilio. Una cosa es perder, y otra que te avasallen y a ti parezca no importarte en absoluto. Entregados, sin orgullo, esta parece ser la nueva Sudáfrica que ha ido arrinconando el Springbok hasta sacarlo de la camiseta. Se reservan descaradamente para el Mundial, pero la cicatería estratégica puede salirles bastante mal.

Ante los Allblacks volvieron a encajar dos ensayos seguidos antes de que el reloj alcanzara el minuto 15, una muestra de la falta de concentración y entrega con la que este equipo es programado por su entrenador. Hasta que las avalanchas de los neocelandeses no se tomaron un respiro (min. 21) no fue capaz Pienaar (lamentable en la dirección estos dos encuentros del torneo) de dirigir una jugada de ataque de más de 3 fases. Entonces llegó el ensayo de Smit, casi sin querer, a la salida de un line out provocado por un error local, pero las opciones que parecían abrirse las destrozó de golpe el tercer ensayo local, en el que Cory Jane dejó en ridículo una vez más a la defensa sudafricana. 18-7 al descanso. Los Allblacks tampoco jugaron un partido perfecto (flojo Carter con el pie, bastantes knock ons), pero su habitual inspiración en ataque les bastó para avasallar a la no-defensa visitante, retratada en el espectacular eslalom colectivo que se marcaron los locales en el segundo ensayo de Slade. Un escandaloso 40-7 es el registro del desastre que vive la Sudáfrica rugbística a día de hoy.

PD: hoy vuelve a la tarea Inglaterra (frente a Gales en Twickenham, con una interesante dupla de centros polinesios: Flutey y Manu Tuilagi). Les mantendremos informados.

martes, 26 de julio de 2011

Tri Nations 2011. Primer asalto: vaivenes australianos



Como empieza a ser habitual, cada cuatro años, llegamos a una edición del Tri Nations deslucida. Menos partidos (aunque eso, para mí, no es necesariamente malo) y, sobre todo, con los contendientes más atentos al Mundial de septiembre, especialmente Sudáfrica, que se dejó a los titulares en casa (ante Australia sólo jugaron 2: Morné y Aplon). Pero el protagonista de esta entrada es Australia, que venía de perder en Sydney ante Samoa (23-32), una derrota histórica que vuelve a demostrar (tras su paso por Twickenham en noviembre) que los samoanos son un rival muy complicado que puede dar alguna sorpresa en el Mundial. Esta vez los Wallabies no fallaron y pudieron arrollar a Sudáfrica 39-20, consiguiendo 5 ensayos. La tv australiana hablaba de 'redención', pero eso es realtivo, pues había trampa. Por lo dicho anteriormente, y es que De Villiers dejó fuera a 13 titulares, dando oportunidades a jugadores que están demostrando que la camiseta de los Springboks (animal cada vez más oculto en su camiseta, y eso parece un indicio simbólico que incide en lo deportivo) les viene grande, como Basson o Stegmann. Australia hizo un gran partido, desplegando sus conocidas virtudes ofensivas, intentando siempre el juego atractivo a la mano (gran dirección de Genia, una vez más) y las combinaciones vertiginosas. Pero ya intentó lo mismo ante Samoa, sin resultados, y es que en ese caso se encontró con una defensa imponente (cierto que Deans dejó fuera algunos titulares, pero sólo 4 o 5 de los que jugaron ante Sudáfrica esta semana), un muro azul que, tras cederles la iniciativa en el juego, bloqueó en su propia línea de 22 casi todos los ataques de los wallabies. La conocida dureza de los samoanos nos dejó algunas estampas para el recuerdo, como al tanque Tuilagi destrozando en varias ocasiones a Rod Davies. Ante Sudáfrica ese problema de defensa granítica desapareció desde el inicio, y es que todavía no se habían cumplido los 10 minutos de juego y ya habían conseguido dos ensayos, penetrando con una facilidad sorprendente entre la penosa defensa sudafricana. De hecho, los Springboks no existieron hasta el minuto 60, cuando Lambie reemplazó a Morné, que volvió a demostrar que sin Du Preez a su lado pierde muchas de sus virtudes (su sustituto, Pienaar, jugó un mal partido, con varias pérdidas del oval por frivolidades tales como pases por la espalda 'estilo Gregan' que costaron ensayos). El joven Lambie, en cambió, se bastó para dirigir con criterio a los suyos, conectando con sus medios (De Jongh mejor que Olivier) y con el ala Mvovo (el otro, Basson, apenas apareció), para acabar maquillando el marcador con dos ensayos finales. A pesar de la abultada victoria, habrá que esperar un poco todavía para certificar el estado auténtico de la Australia de Deans.

miércoles, 20 de julio de 2011

Historia del rugby (13)



Tras un prolongado parón (casi análogo al de este blog), los de Rugbydump recuperan su estupenda saga sobre la historia del rugby que presenta Rob Andrew para ofrecernos la entrega número 13, en la que se muestra lo acontecido en la década de los 90, comenzando con el regreso de los Springboks al escenario internacional, además de la conquista de Inglaterra de dos Grand Slam seguidos correspondientes a los V Naciones de 1991 y 1992. Por supuesto, el Mundial de Sudáfrica en 1995 también ocupa un espacio, junto al nacimiento del profesionalismo en el Rugby Union. Este capítulo finaliza con los padecimientos de Inglaterra en el Mundial de Gales en 1999, como fueron su derrota ante los All Blacks de Lomu, durante la fase de grupos, y la eliminación en cuartos, víctimas de los Springboks y su 'dropman' De Beer.

lunes, 18 de julio de 2011

Comienza el baile


Tras la finalización de las ligas regionales en el norte y en el sur (a excepción de la Currie y la liga neocelandesa), comienzan ya los partidos de selecciones preparatorios para el Mundial, que incluyen un reducido (en partidos) y descafeinado Tri Nations. Llevo meses esperando este momento: la dichosa y saturadora tesis no me permitía (ni me sigue permitiendo) muchos márgenes, pero entre los motivos por los que me he ido desentendiendo de las competiciones ligueras entra también un cierto cansancio de sus características. A mí lo que siempre me ha atraído más del rugby han sido los partidos internacionales de selecciones (mi bautizo fue en el Mundial de Sudáfrica hace 16 años), en los que veo una intensidad y un significado mayor, un desafío más exigente. Las ligas las he seguido menos, aunque estos dos últimos años, a cuenta del blog, he sido más constante, y ello probablemente me haya provocado una cierta saturación. Pero tras estos meses de estancamiento (sólo esta última semana pude ver la final de la Magners, el partidazo entre Munster y Leinster, pero tengo pendiente las semifinales y la final del Super 15), vuelvo a entrar en vena gracias a los primeros enfrentamientos nacionales, el primero de los cuales ya ha deparado una sorpresa, la histórica victoria de Samoa en Sidney. Espero poder ver el partido estos días y regresar a cierta periodicidad oval.

martes, 12 de julio de 2011

Colin Charvis en Mallorca


 Siempre me entero tarde de estas cosas, como lo de la casa del divino Wilko en Mallorca (sigo sin poder averiguar su ubicación, ni siquiera por aproximación). En esta ocasión se trata del mítico Colin Charvis, galés negro con innumerables entorchados sobre sus poderosas espaldas, que se ha pasado esta última semana por el norte de Mallorca (noticia del Diario de Mallorca), concretamente por el puerto de Pollença. Protagonizó unas jornadas dedicadas al rugby, que incluían un entrenamiento magistral con jugadores de la isla (de El Toro, Ponent y Corsaris).

miércoles, 22 de junio de 2011

Ensayos de los Scarlets esta temporada



Uno de los equipos del hemisferio norte que mejor rugby ofensivo ha practicado han sido los galeses Llanelli Scarlets, que este año han aumentado considerablemente sus capacidades, aunque sin poder emparejarse todavía a los mejores.

sábado, 18 de junio de 2011

Los sarracenos sudafricanos se gradúan en Twickenham

(Dejo aquí un breve resumen de la final, que no puede incrustarse en el blog)

He tardado tanto en ver la final de la Aviva Premiership que ya no sé si merece la pena escribir una entrada comentando mis impresiones, pero dado que el blog lleva tiempo en stand by, dejo unas pocas líneas al respecto. Por ejemplo, que el triunfo ha sido merecido, sobre todo por una primera parte sensacional en la que los Sarries ofrecieron unos detalles difíciles de ver en el conjunto de su temporada. Si habitualmente los hombres de Venter acostumbran a ser planos y rácanos en el juego, fiándolo todo a una fuerza física portentosa, y a un set piece muy dominante, en esta ocasión hay que reconocer el mérito de su despliegue ofensivo, con un continuo movimiento del oval que sometió a los favoritos y vigentes campeones del torneo. El dominio en esta primera parte fue casi total, liderado por el hooker más dinámico y rápido del mundo, Schalk Brits (que es el que inicia la jugada del único ensayo del encuentro), junto con un Brad Barritt al que cada vez tengo más ganas de ver en el 15 de la rosa (el centro sudafricano suma a su consumada capacidad para el placaje una cada vez mayor presencia ofensiva). Tampoco hay que olvidar al chaval Owen Farrell, que con 19 añitos demostró tener un temple portentoso en un partido de esta trascendencia. Tiene que pulir detalles el hijo de Andy Farrell, pero no me extrañaría que fuera el verdadero sucesor de Wilko en la selección inglesa (el promocionado por Johnno, Toby Flood, volvió a demostrar que falla en partidos importantes, en este caso dos tiros a palos decisivos, en la fase del segundo tiempo en el que se podía gestar la remontada, además de un fácil tiro al line out, que Flood dejó dentro del campo, en manos de los sarries). Y qué decir del poderoso scrum de los londinenses, que se fajó con dureza granítica en cada jugada. En cuanto a los Tigers, muy decepcionante su partido, en el que Youngs nunca consiguió encontrar el ritmo de juego que les permitiera desplegar sus enormes capacidades ofensivas. Aún así, tuvieron su opción en los últimos minutos, en los que fueron sumando 40 fases lentas y pesadas, que amenazaban con llegar a la línea de marca, pero la implacable defensa sarracena (y ahí volvió a evidenciarse su genética sudafricana) segó toda posibilidad de revertir el 18-22 final.

martes, 31 de mayo de 2011

Punto y aparte en finales de la Heineken: Leinster hace historia



No hace falta decir que este mes de mayo he tenido muy abandonado el blog y, por extensión lógica, el mismo rugby. Tesis doctoral y trabajo exigen tiempo y energías, pero espero poder recuperar dedicación cuando se acerquen las fechas del Mundial. De momento, voy viendo con retraso los partidos más importantes del último mes, en un Hemisferio Norte que va resolviendo todos sus frentes, salvo la final del Top 14. Esta vez toca la final de la Heineken Cup entre Leinster y Northampton (33-22), disputada en una olla de emociones y pasión como la del Millenium Stadium, y con el saldo de uno de los partidos más extraordinarios que se hayan visto en la última década en Europa, sin duda, sobre todo gracias a una remontada histórica (Leinster perdía de 16 y acabó ganando de 11). Eso sí, el enfrentamiento no fue totalmente igualado, ya que mantuvo un claro desnivel en cada una de las partes, dominado por uno de los dos contendientes, que se saldó finalmente, en el cómputo global, con triunfo para un Leinster que al menos pescó 6 puntos en su 'parte mala', la primera, mientras que a Northampton se le acabó la gasolina en el intermedio. Las dos exclusiones que sufrió, sobre todo la segunda (en un momento decisivo: cuando debían contraatacar tras ser arrollados por los irlandenses en el inicio de la segunda fase), acabaron de rematar la temporada del brillante equipo de Jim Mallinder, al que de momento se le resisten los rushes finales de las competiciones que disputa. Cada año mejora al anterior, y no estaría nada mal (ni sería en absoluto algo extraño) que la próxima temporada pueda conseguir al menos uno de los títulos en disputa.

En la primera parte el recital lo dirigieron los Saints que, con un Foden sensacional, laminaron a los dublineses, destruyendo primero su scrum, y después agujereando la defensa azul por todos sus lados en furiosas e imparables acometidas. El habitual juego dinámico de Northampton volvió a demostrar que si tiene gasolina en los depósitos es difícilmente controlable (sus despligues tras cada scrum son de nota, slaloms mortíferos), una máquina de hacer rugby. Pero el cansancio, y tal vez cierto conformismo, permitieron que Leinster fuera devolviendo todos los golpes en un insuperable e histórico reinicio de partido, en el que desplegaron todo su extenso y variado repertorio, con papel destacado de sus flankers O'Brien y Heaslip (de lo mejor del mundo en este momento. Vaya Mundial les espera junto a Ferris), e imperial actuación de un Jonathan Sexton, Man of the Match, que demostró a los que lo dudaban (yo mismo) que puede ser el apertura titular de los verdes en Nueva Zelanda (aunque una semana después el mítico O'Gara le mostrara sus galones en la final de la Magners). Todo lo hizo bien Sexton, incluso los tiros a palos, que no suele ser su mejor arma (creo que sólo falló un tiro, cuando ya estaba todo resuelto), y lideró a su equipo un día en el que el mítico O'Driscoll no tuvo su mejor partido. Segundo título en tres años, esta vez sin Michael Cheika en el banquillo, para un equipo que está haciendo historia y que está demostrando que Irlanda sigue viviendo un gran momento (una semana después, Munster le ganó la citada final de la Liga Celta).

martes, 17 de mayo de 2011

Verdún en Welford Road


Castrogiovanni tocándole la cara a Hartley

Como no pude ver el encuentro en directo, y fijándome en el raquítico resultado (11-3), pensé que la primera semifinal de la Aviva Premiership que enfrentó a Leicester Tigers y Northampton Saints había sido mediocre y prescindible, uno de esos partidos en los que la trascendencia del enfrentamiento produce un festival de renuncias, cicaterías y desapegos, una entrega al modo más conservador de entender el rugby. Por eso mismo no estaba excesivamente ansioso a la hora de decidir el momento adecuado para ver el partido. Pero me equivocaba, porque lo que me esperaba era un auténtico partidazo, una batalla bestial entre dos ejércitos que se vaciaron espectacularmente, luchando metro a metro, con una intensidad eléctrica, sin treguas ni contemporizaciones de ningún tipo, entregados en una pugna de gran intensidad bélica. A medida que avanzaban los minutos fui entendiendo que el escaso marcador final no fue resultado del escaso juego o la falta de ambición, sino de la igualdad reinante entre dos equipos que contestaban con fiereza cada ataque rival, que nunca cedían ni un espacio que no pudieran defender con sangre, riñones y golpes. De hecho, hasta el ensayo de Alesana Tuilagi, ya en el minuto 70 (conseguido gracias a un espectacular pase del argentino Ayerza), el partido no estuvo ni mucho menos decidido, y podría haberse decantado por cualquiera de los dos contendientes.

Fue un festival de agresividad subterránea, con rucks devastadores en los que siempre se acababan enzarzando varios rivales cuando el oval seguía su curso fuera de los amontonamientos. El rey en este juego fue el colosal Courtney Lawes, un tipo que si no se tuerce tiene que marcar una época en el rugby inglés y mundial, pues posee unas condiciones (unidas a su juventud) insuperables. Lawes estuvo en todas partes, cubriendo, placando, saltando en los line outs, entrando poderosamente en los rucks, etc. Otros también estuvieron a gran nivel, aunque llevaron la agresividad del partido hasta extremos impresentables, como fue el caso de Manu Tuilagi, otro futuro astro de este deporte (sólo tiene 19 añitos) que, sin embargo, se marcó un recital de malos modos que incluía placajes altos (especialmente uno a Geraghty), entradas con el hombro en los rucks y una infame (y repetida: tres golpes fueron) agresión a puñetazo limpio contra Chris Ashton, con el que se cebó tras haberle propinado un placaje tardío. Al final del encuentro buscó al abrazo del ala de los Saints (Ashton accedió caballerosamente), pero eso no debería impedir que se le sancione con un buen número de semanas. Tiene razón Jim Mallinder: Manu mereció la tarjeta roja, y unos 50 minutos en inferioridad para los Tigers podrían haber significado un resultado muy distinto al registrado.

lunes, 9 de mayo de 2011

Riaan Viljoen, hombre del momento



El poderoso fullback de los Cheetahs y de Griquas (en la Currie Cup), Riaan Viljoen, está lo que se dice en inglés 'on fire'. Asentado en la titularidad del equipo dirigido por Naka Drotske (dejando fuera a Hennie Daniller), y dueño de un tiro poderosísimo, el Springbok está demostrando una gran intensidad en estos últimos encuentros, hasta el punto de sumar a sus conocidas capacidades algunos detalles menos acostumbrados. Dejo la imagen de su estratosférico drop conseguido la semana pasada ante los Brumbies en el Super 15, pero hay que recordar que este pasado fin de semana realizó un extraordinario partido ante los Lions en Johannesburgo (gran partido también de Brüssow, que incluso se permitió un preciso pase de espalda para el ensayo de Corné Uys), en la victoria imponente de los de Bloemfontein (19-53) que prolonga su mejor racha de la temporada. No es la de los Lions precisamente la mejor defensa de la competición, pero se nota que la capacidad combinatoria en ataque de los Cheetahs ha mejorado ostensiblemente, ejercitándose en este partido con unas jugadas trabajadísimas en el off load y con una continuidad y acompañamiento magistral. Viljoen se contagió de la eficiencia orgásmica en ataque de los suyos para conseguir nada menos que 3 ensayos en este partido (hasta ahora sólo contaba con uno en todas sus intervenciones del torneo, 20 en total), e incluso se quedó a punto de conseguir un cuarto, posibilidad desestimada después de recurrir al árbitro de televisión.

lunes, 2 de mayo de 2011

Un brillante Northampton destroza las ilusiones de Perpignan



Los Northampton Saints vuelven a una final de la Heineken Cup 11 años después de ganarla en el año 2000, con una indiscutible victoria ante el USA de Perpignan, 23-7. El gran trabajo de los últimos años de Jim Mallinder, unido a la reunión de una generación fabulosa de brillantes jugadores ingleses (Foden, Lawes, Ashton, Hartley, Wood, Myler, Dowson o Day) que permite utilizar inmensos recursos, comienza a producir resultados serios con esta final y la casi segura inclusión en los play offs de la Premiership. Se acabó el dominio francés, al menos por este año, tras un 2010 que enfrentó en París precisamente a Toulouse y Biarritz, y quedándose en el camino los 4 equipos que se habían metido en cuartos de final, el 50 % del total.

La victoria de los Saints no fue tan abrumadora como la conseguida en Franklin Gradens hace poco más de un año, en la fase de grupos de la misma Heineken, pero fue amplia y clara. De hecho, Perpignan repitió su espantosa primera parte ante Toulon en Montuic, con escasa concentración y una casi irritante incapacidad para dar varios pases seguidos, aunque en esta ocasión su rival aprovechó la ocasión para abrir diferencias ya insalvables. Los ingleses fueron los únicos que propusieron desde un principio ir a por el partido, con el ritmo trepidante que suele imprimir la dirección eléctrica de Lee Dickson. Fue un ataque directo y decidido, típico del estilo que Mallinder ha imprimido a su equipo, y durante la primera parte las fases se acumulaban una tras otra, desplegándose con una continuada velocidad e impulso. Tenían prisa los Saints para imponer su dominio, y sus dos brillantes ensayos de Foden (tras un genial cambio de direcdción de Diggin en la salida de un ruck) y Jon Clarke (magistral jugada del segundo centro) significaron la traducción en puntos de este dominio casi absoluto. La intensidad y la inspiración de los Saints no permitía a la USAP ni siquiera la posibilidad de avanzar en terreno rival (su único intento de anotación hasta el minuto 39 fue un tímido intento de drop de Laharrague, prácticamente desde mediocampo). Las estrellas locales demostraron su enorme categoría: el 'tren' Foden pudo realizar alguno de sus mortíferos slaloms entre la defensa francesa, Hartley batirse en un duelo interesante con Guirado (que le frustró brillantemente un ensayo que parecía seguro con un tackle justo en el vértice de la línea de marca), los segundas Lawes y Day estuvieron impresionantes todo el encuentro, y el capitán Dowson demostró que además de ser un flanker muy completo en defensa también sabe romper la línea rival cuando hace falta. Tal vez sólo Ashton estuvo por debajo de sus posibilidades, últimamente más pendiente de piques con los rivales (esta vez con un provocador David Melé, y hace semanas se las tuvo en la liga inglesa con Bobo). El partido habría quedado sentenciado ya en el descando si la USAP no se hubiera encontrado casi sin querer con un ensayo que les daba todavía alguna posibilidad. Y aunque en la segunda parte se vieron obligados a intentar llevar la iniciativa del juego, Northampton supo detener todos sus ataques e incluso ampliar la renta con un nuevo penalty transformado por un efectivo Myler. Muy pobre la actuación general de los 'catalanes', que vieron frustrado su sueño de repetir final de la Heineken, tras su fracasada experiencia de hace casi una década ante Toulouse. Leinster-Northampton promete ser una final impresionante, con dos de los mejores ataques del continente.

viernes, 29 de abril de 2011

Rugby vs fútbol (5). Escuela de tramposos


En el blog Las cuatro esquinas del mundo, del nick Tsevanrabtan (no sólo de él, aunque se trata del administrador principal), antiguo compañero de correrías en el Nickjournal de Arcadi Espada, se pone sobre la mesa un nuevo capítulo que explicita las abismales diferencias morales que se dan en el rugby y el fútbol. No se trata de caer en angelismos y asegurar que todo lo que se mueve en el mundo oval es todo pureza y buenas intenciones. No, la premisa antropológica de que el hombre tiende a lo peor si no encuentra obstáculos que se le opongan está muy presente en el rugby, de manera que por eso mismo el castigo ante los abusos cometidos es muy severo, justamente severo. Se enseña a ser caballero, y quien no quiera serlo, ya sabe qué destino le espera fuera de los terrenos de juego, además del oprobio que el mundillo le responde por su conducta. Nadie está inmune, ni siquiera un mito como Dean Richards, el artífice del llamado Bloodgate. Comparen eso con el deplorable y miserable espectáculo ofrecido por el fútbol en su última versión del eterno enfrentamiento Madrid-Barcelona. Si unos aprovechan siempre que pueden para dejar la patita con los tacos por delante, los otros van todavía más lejos en contra del fair play, simulando agresiones, faltas, lesiones y todo lo que se tercie, para luego presumir hipócritamente de deportividad y buenos modales. Ni siquiera Paulo Futre llegó a tanto con unos impresentables que han elevado a categoría lo que el extremo portugués fue practicando por su cuenta con mayor o menor suerte. No sólo parece que a nadie le importe que la escuela de tramposos prospere sin dificultades, sino que esa conducta indigna se estimula y potencia de mil maneras, inculcándosele a los niños cuando comienzan a dar patadas al esférico. La industria de la trampa, totalmente universalizada. Los niños antes aprenden a tirarse en el área que a chutar a puerta. Retrato de un mundo que está orgulloso de ser lo que es: tramposo, indigno, miserable.

Dejo el link del blog de Tsevan para quien desee comparar mundos, ethos y morales: http://tsevanrabtan.wordpress.com/2011/04/28/el-futbol-es-para-hombres

lunes, 25 de abril de 2011

La casa mallorquina de Wilko


Por una entrevista improvisada que, en el tercer tiempo del USAP-Toulon disputado en Montjuic, le realizaron los responsables de la web Proyecto Rugby (página descubierta gracias al nick 'Arlequí valencià), me entero que el mítico Jonny Wilkinson chapurrea un poco de castellano y, sorpresa considerable, tiene casa en Mallorca, donde viene todos los veranos. No soy de los que se dedique a molestar al personal en clave mitómana si se lo encuentra por algún sitio, pero la idea de que este verano pueda cruzarme con Sir Wilko por las calles, playas (aunque no soy muy playero), caminos o carreteras mallorquinas me está quitando un poco el sueño. ¿Dónde puñetas tendrá la casa? ¿Qué lugares debe frecuentar con más asiduidad? Al final Mallorca va a resultar un lugar más valioso de lo que imaginaba.

domingo, 24 de abril de 2011

Epopeya en Welford Road: 10 ensayos nos contemplan



Partidazo en Welford Road la semana pasada, en un clásico de la Premiership, Leicester-Gloucester, solventado con un gozoso empate a 41. Difícil ver en el hemisferio norte partidos con 10 ensayos y un juego de dinamismo arrollador, imaparable, siempre en busca de la línea de marca rival. Tanta fue la ambición por ambas partes, tal fue la valentía que relegaba a un segundo plano cualquier tipo de estrategia resultadista, que la victoria se le escapó al equipo local por continuar bregando en pos de su sexto ensayo, lo que propició un mal pase de Staunton recogido por Fuimaono-Sapolu para el empate final. Quien haya tenido el privilegio de ver el partido (aunque sea de nuevo en la calamitosa narración de Teledeporte) sabrá que no sólo la cantidad fue destacable, sino también la calidad, pues la mayoría de los ensayos conseguidos fue obra de una factura minuciosa y brillante, espacialmente dos de los Tigers finalizados por Hamilton el primero y Alesana Tuilagi el segundo (segundo también de su cuenta personal). Gloucester vuelve a demostrar que es un equipo a tener en cuenta de cara al campeonato, asentado en las plazas de play offs (después de este encuentro venció el martes en casa a los Saints, y perdió este fin de semana en casa de los Saracens), habiendo cristalizado este año el trabajo iniciado en la pasada temporada por Bryan Redpath, que ha conjuntado un equipo aguerrido y ambicioso que nunca da un partido por perdido. Tras llevar la iniciativa toda la primera parte, vio como un descomunal inicio del prodigioso ataque de los Tigers (dos ensayos seguidos del mayor de los Tuilagi) los dejaba atrás en el marcador, pero aún así combatieron en un campo dificilísimo para conseguir finalmente 3 puntos decisivos en la carrera hacia los play offs.

lunes, 18 de abril de 2011

Northampton no cede en la Premiership



Aunque el partido se le complicó al final, los Saints no dejaron escapar una victoria fundamental en Newcastle para seguir dentro de la zona de play offs. Finalmente hicieron valer su mayor talento y capacidad de anotar ensayos (3 a 0), frente a unos Falcons que abusan del pie de Gopperth, ante la dificultad de intentar otras opciones (por eso ahora mismo son colistas, empatados con Leeds).

Varios piques hubo en el partido. Uno, reflejado en este video elaborado por los de Rugby Dump, enfrentó al sudafricano Gcobani Bobo y a la estrella inglesa Chris Ashton, que tiene excesiva facilidad para enzarzarse en estas disputas que lo distraen de su tarea. En esta ocasión mantuvo cierta frialdad para acabar consiguiendo el ensayo de la victoria, gracias a un pase inteligente de Myler. Otro pique tuvo como protagonista al neocelandés Gopperth, que sobreactuó en la jugada que dio pie a la exclusión temporal de Callum Clark, pues si es cierto que el jugador de los Saints se lo lleva por delante después de un kick, Gopperth se dejó llevar por las pasiones futboleras y simuló un dolor muy discutible (el impacto, no excesivamente violento, se produjo con las manos de Clark). Tal vez por haber recurrido al cuento y la simulación, en una jugada posterior, Phil Dowson se vengó aprovechándose de otro kick del neocelandés para empujarlo (por la zona del rostro) de mala manera. Aunque no lo vio el árbitro, el siempre imperturbable Jim Mallinder lo sustituyó enseguida.

Sin tiempo para descansos, mañana toca decisiva visita a Kingsholm para enfrentarse a un Gloucester que ha sido capaz de empatar nada menos que a 41 en Welford Road (partidazo que espera emitir mañana Teledeporte). Del 15 titular que se enfrentó a Newcastle, sólo Clark y Wood están en condiciones físicas para repetir desde el inicio.

jueves, 14 de abril de 2011

Northampton en semifinales tras batir a un correoso Ulster



El partido de cuartos de final de la copa europea que enfrentó a dos campeones de la Heineken (Ulster en 1999 y los Saints el año siguiente) se disputó fuera del Franklin's Garden (por su escaso aforo), en el Stadium MK, y desde luego contó con mayores ingredientes de rugby de calidad que el anteriormente narrado de USAP-Toulon. Hasta el punto de que incluso el habitualmente errático Romain Poite se marcó un buen arbitraje. Northampton fue justo vencedor (23-13), pues dominó posesión y territorio, y llevó la iniciativa gran parte del encuentro, guiado por la eléctrica dirección de Lee Dickson (a veces demasiado nervioso, cuando la fortaleza de la defensa irlandesa exigía un ritmo de ataque más pausado y cerebral). Sin embargo, el encuentro entre el primero de la fase de grupos y el octavo clasificado no fue tan fácil como podía esperarse, pues Ulster se pertrechó en su línea de 22 con una seriedad e intensidad defensiva que les permitieron derribar los ataques de los sucesivos Saints. Aunque inquietaron poco a los locales, dominaran el marcador bastantes minutos, a partir del gran ensayo de Trimble, único acercamiento serio de los irlandeses a la línea de 22 rival hasta ese momento (y en casi todo el partido), y que resolvieron fantásticamente con dos pases interiores seguidos (uno de Wallace a Danielli, el definitivo de Best a Trimble) que quebraron la defensa inglesa. Se desnivelaba momentáneamente un partido que durante 30 minutos había sido dominado infructuosamente (el ensayo de Tongauiha fue a los 2 minutos, y el de Trimble a los 32) por los Saints, que no encontraban la manera de que sus veloces ataques derribaran el muro norirlandés. La estrategia de McLaughlin era clara: aguantar las feroces acometidas de uno de los mejores ataques del hemisferio norte, y tratar de buscar puntos mediante la pierna de Humphryes y en jugadas esporádicas propiciadas por ajustados tiros al line out (de Pienaar, Humphryes). Por parte inglesa, destacar a Courtney Lawes, que volvió a demostrar que será un jugador decisivo en la Inglaterra de los próximos años (espero que incluyendo el cercano Mundial), dominante en los line outs y placando con solvencia todo lo que se movía más allá de los rucks.

Nivelado el encuentro, llegó la jugada decisiva que decantó la eliminatoria para los ingleses. El ensayo de la victoria de los Saints fue un ejemplo del estilo de juego ambicioso de este equipo, con Foden sacando rápido un balón de banda, que es jugado fantásticamente por éste mismo y Ashton en varias combinaciones que se prolongan más allá de la línea del centro del campo, para que Clarke tome el revelo y sirva a Dickson el pasillo final para el ensayo inevitable. Ulster trató de tomar la iniciativa por primera vez en el partido, pero sólo dispuso de una ocasión para generar inmcertidumbre en el marcador, con una jugada propiciada por Pienaar ya en la línea rival de 22 pero que Adam D'Arcy, ya rozando casi el ensayo, vio como el oval se le caía de las manos.

domingo, 10 de abril de 2011

Mis peripecias con el partido de Montjuic



Iba a escribir sobre el Perpignan-Toulon (29-25) disputado ayer en Barcelona, partido que ha supuesto un record de público en los cuartos de final de la Heineken Cup (55 mil, de los que 32 mil eran hinchas franceses del USAP y 6 mil de Toulon, lo que deja la bonita cifra de 17 mil espectadores españoles en un partido de rugby, impresionante), lo cual no deja de ser paradójico en un país tan poco rugbístico como España, y especialmente en una ciudad que, como ya dije en este blog hace unas semanas, no se conoce por facilitar las cosas a sus equipos locales de rugby. Y lo voy a hacer, pero no exactamente de la manera que pretendía, pues aunque he podido ver el partido (exceptuando los últimos 7 minutos), las condiciones no han sido las mejores. Pensaba verlo en la pantalla televisiva de casa (no recuerdo las pulgadas, pero es un pantallón grande), pero finalmente la televisión autonómica catalana (TV3) no ha ofrecido el encuentro en su canal principal, cosa que yo daba por supuesta, más que nada por los fastos con los que se había presentado la llegada del USAP a la capital del volk catalanista (en la web de TV3, como dato más destacado del partido de ayer, se decía que los éxitos del USAP provocaban una multiplicación de las matriculaciones en cursos de lengua catalana en Perpignan. Nada de por qué no jugaba David Melé, o quién es Porical. Lo primer és lo primer). Pues no, se ve que en TV3 siguen directrices similares que los jerifaltes de Teledeporte, y en lugar del USAP-Toulon ofrecieron uno de esos bodrios cinematográficos que han emitido mil veces con anterioridad.

Tras la frustración (no sintonizo en Palma el canal de deportes de TV3 que emitía el encuentro), no me queda más remedio que buscar en internet algún rincón donde poder ver llenas las gradas de Montjuic (ahora parece que se llama 'Lluis Companys'). Lo encuentro en la señal argentina de la ESPN, con imagen defectuosa y varios cortes debidos, parece ser, a la excesiva afluencia de espectadores (tampoco los planos eran los mejores para poder seguir con tranquilidad el partido. Su lejanía fue constantemente criticada por las voces argentinas, pues era difícil discernir qué jugador estaba portando el oval). Y a la frustración se añade un castigo implacable, el de una primera parte desastrosa por ambos bandos, presidida por encadenamientos interminables de errores y más errores, juego parado, etc. Parecía que la presión se había apoderado de la precisión en el juego de ambos equipos, náufragos del buen rugby. Especialmente fueron los locales los que cometieron más errores en esa primera fase, con tiros desviados de Cazenave y Laharrague, incapaces de generar apenas combinaciones de ataque, y cometiendo además dos infracciones sancionadas por Rolland con la tarjeta amarilla. Toulon tuvo entonces su momento, con 20 minutos amplios de superioridad numérica, pero lo desaprovechó. No fueron a por el partido cuando tocaba, no lanzó Mignoni a sus zagueros cuando las inferioridades y el miedo habían atenazado las posibilidades de Perpignan. A la postre consiguieron más ensayos que su rival (3 por 2), pero las continuas infracciones cometidas en los rucks acabaron con sus posibilidades, sumando el pie de Porical (y eso que falló unos cuantos tiros) los puntos necesarios para compensar el desnivel de ensayos. Una decepción para Wilko, pero sobre todo para el magnate Boudjellal.

La segunda parte fue mucho más animada, y allí consumó Perpignan un dominio territorial demoledor, primero porque su rival quedaba siempre con demasiado terreno que recorrer si quería ensayar, y segundo porque toda penalización a favor (de 'les catalans') quedaba por contra en zona de tiro a palos. Tras una calamitosa primera parte, los backs locales comenzaron a merodear peligrosamente por la zona de 22 rival, y la entrada en el campo del sudafricano Gavin Hume (gran defensor, realizó un placaje estratosférico creo que a Lamont) les permitió controlar más ajustadamente los peligrosos contraataques de Toulon. Los de Saint-André siguieron en su pésima línea de errores y penalizaciones continuas, y eso acabó de enterrarlos. Y justo cuando llega el ensayo de Freshwater, la imagen de ESPN se metamorfosea y de repente emite un partido del fungol de la liga italiana. De modo que me quedo sin ver la conversión de Portical y el tercer ensayo visitante, además de las celebraciones post-match. La peor retransmisión que he padecido, justo cuando el partido de disputaba más cerca de casa.

Como puede apreciarse en el video 'casero' de arriba, la estampa de Montjuic ha sido espectacular. Desde luego, no se llenaba así cuando jugaba sus partidos el Español de fútbol. Perpignan ya está en semifinales de la Heineken, y le espera el ganador del Northampton-Ulster.

PD: como informaba ayer El País, el llamado por algunos 'día del rugby catalán' no contó con la adhesión entusiasta de todos. De los 44 clubes catalanes nada menos que 26 no han suscrito una 'carta' de colaboración suscrita por USAP, FC Barcelona y Federación catalana. Entre ellos, la Santboiana, que por boca de su presidente Toni Gabarró ('perpinyanista' desde niño, que se refirió al partido de ayer como "una fiesta del rugby, pero no es la fiesta del rugby catalán") expresó su desacuerdo con las formas 'chantajistas' mostradas por el USAP. La Santboiana prefiere colaborar con equipos irlandeses pues, a diferencia del USAP, "se ofrecen en la ayuda sin nada a cambio".
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