domingo, 18 de marzo de 2012

VI Naciones 2012: El peor día para San Patricio

 Ben Morgan, el coloso de Bristol

Malos augurios se cernían sobre las posibilidades de Inglaterra. Además de ser el día de San Patricio, la tónica de los últimos enfrentamientos con Irlanda era nefasta para los locales (7 derrotas en 8 encuentros). Pero sucedió algo que escapaba a casi todas las previsiones: un contundente 30-9, una exhibición de la delantera inglesa, dejando en sólo 9 puntos (sin ensayos) al que ha sido el mejor ataque de la competición. Para acabar finalmente segundos del torneo, tras la perfecta Gales, con la duda de lo que habría sucedido si el dragón Williams no le hubiera robado el oval a Lawes en los fatídicos últimos instantes del Inglaterra-Gales que a la postre ha decidido el título.

Es el momento para la síntesis de la etapa Lancaster, que se antojaba breve, pero que puede afianzarse con continuidad. De un inicio lamentable, con victorias agónicas ante los dos rivales más débiles, se ha ido ascendiendo progresivamente, en imagen, dinamismo, fortaleza. Sigue el juego directo, con un abuso ilógico de las patadas por parte de Farrell (aunque en general el chico se asienta convincentemente), pero con detalles que en las primeras jornadas no se vieron. Ante Gales y Francia esta Inglaterra mostró algunas de sus armas, pero fue ayer en Twickenham cuando verdaderamente han demostrado una fuerza espectacular, granítica. Si Gales es un equipo de estilo 'griego', entregado a un ataque elaborado y estético, lo de Inglaterra se parece más a lo espartano o lo romano, es decir, una fuerza y consistencia práctica y resolutiva capaz de arrollar implacablemente a sus rivales, como se pudo ver ayer. Con un scrum 'totalitario', forjado a partir de una primera línea granítica, casi imbatible (Corbisiero-Hartley-Cole), y una tercera prodigiosa (Croft-Robshaw-Morgan), el estilo inglés está desarrollando elementos y facetas capaces de desarbolar a cualquiera. Sólo le falta un Youngs inspirado como ayer (Dickson ya ha dado todo lo que podía dar), que mueva a sus backs y aproveche el talento de Foden y Ashton, para soñar con lo más alto. También que salga Strettle del quince inicial, porque no aporta absolutamente nada.

Como su trayectoria en este VI Naciones, el partido de ayer fue progresivo para Inglaterra, pasando de una primera parte espesa, presidida por errores continuos (de locales y visitantes) debido al deslizable oval, a una segunda en la que se acabó humillando a los irlandeses, devolviéndoles las sensaciones de Dublín hace un año. El que ha sido indiscutiblemente el jugador revelación del torneo (y ayer Man of the match), Ben Morgan, estuvo de nuevo soberbio, inconmensurable en todas las facetas del juego. Ese hombre está destinado a hacer historia en Inglaterra, que ha pasado en la posición de nº 8 de la noche (Easter) al día. Las cámaras de la BBC lo mimaron todo el encuentro, y el jugador de los Scarlets estuvo a la altura de su presente consagración.

Decíamos que en la segunda parte se acabó de desnivelar el partido. De nuevo, el scrum inglés brilló, alcanzando momento de superioridad tan enorme que a los irlandeses, más que la derrota en sí, les escocerá más la humillación padecida por su paquete de delantera, barrido por la furia y compenetración inglesa. Ya no hay dudas en el pilar izquierdo, donde Corbisiero se ha convertido en un puntal indiscutible, destruyendo ayer a Ross y, sobre todo, a Court, aniquilado en cada embestida. La superioridad local también pudo apreciarse claramente en el combate de flankers, absolutamente desnivelado. Una de las mejores terceras líneas del mundo, la irlandesa, fue triturada por sus rivales, con Robshaw y Morgan apabullando desde atrás, cazando todo intento de ataque, cada salida del scrum. Los últimos 20 minutos fueron casi dramáticos para los irlandeses, reducidos y diezmados (apenas un break de Earls, que no supo combinar) por unos ingleses necesitados de una lección que reparara el honor perdido en los últimos meses. La salida de Youngs, el nº 9 de los mejores días, fue decisiva, moviendo a su tercera línea con unas posibilidades que se le escapan a Dickson, y consiguiendo un gran ensayo en una de sus jugadas características: aprovechar una penalización para salir a matar desde la ventaja.

lunes, 12 de marzo de 2012

VI Naciones 2012: Agincourt 2012

Tras dos primeras jornadas cicateras, en las que se abusó del catenaccio rugbístico, la Inglaterra post-Johnno va mostrando algunas de sus armas. Primer gran resultado esta victoria en París (22-24), que tuvo un final dramático, aunque el marcador reflejó con justicia lo visto sobre la hierba. En un partido que se antojaba muy difícil, ante una Francia muy hecha (a pesar de contar con seleccionador nuevo, la diferencia de entorchados entre un equipo y otro es abrumadoramente superior para les Bleus) que venía de empatar ante Irlanda, el espíritu de Enrique V, que tanto se echó en falta en el cruce mundialista, se manifestó en el Stade de France, para desgracia de Sarkozy (muy serio todo el partido). Ahora sólo Inglaterra tiene opciones que arrebatarle el torneo a Gales, aunque lo tiene muy complicado (la diferencia de puntos favorable a los dragones es muy alta, de 38 si no recuerdo mal).

La primera parte francesa fue desastrosa, con una pareja de medios inoperante y desajustada (y eso que Dupuy y Beauxis han jugado un tiempo juntos en el Stade Français), y una defensa muy endeble. De nuevo pescaron los ingleses en aguas revueltas, aprovechando fantásticamente los errores rivales: de acuerdo que Swarzewski falla el pase, pero primero hay que placarlo bien (Ashton) para que eso suceda, y luego mover el balón vertiginosamente en dos pases (Farrell y Dickson) para que el búfalo Tuilagi despeje el pasillo para ensayar.

Primer mandamiento de esta nueva Inglaterra: dinamismo en el juego, siempre dinamismo. Hasta el punto de que si en 4 o 5 fases no se rompe la línea rival, se procede automáticamente a la patada a la banda o parábola a seguir. Ya sabemos que Lancaster prefiere el juego directo antes que los ataques elaborados, pero sólo en este último partido se han sacado réditos favorables en ataque (tres ensayos en París no está nada mal). Y qué decir de Ben Morgan: ya apuntábamos aquí que Inglaterra ha encontrado al nº 8 que tanto necesitaba (sonroja pensar que en su puesto ha estado vegetando estos últimos años el nefasto Easter), y a su enorme labor durante todo el partido (sobre todo la primera parte) dejó para el recuerdo una jugada sensacional, dejando atrás a 4 o 5 rivales, para ceder el ensayo a Foden con un off load magistral. La tercera línea que está formando con captain Robshaw y Croft es de nota (y eso que todavía falta por reincorporarse Tom Wood).

Inglaterra controló el partido hasta mediados de la segunda parte. Incluso el sin bin (riguroso) a Sharples no supuso demasiados problemas a la hora de contener a los franceses, aunque se cometieron excesivas penalizaciones (un total de 11, 7 de ellas en el propio terreno. Asignatura pendiente de nuevo para Inglaterra) que permitieron a los locales mantenerse dentro del partido. En esta segunda parte incluso los rucks, que habían sido dominados plácidamente por los visitantes, se convirtieron en una escaramuza continua, en un frente que se inclinaba por un lado o por el otro a cada momento. La entrada de Parra mejoró claramente el juego francés, con Poitrenaud y Fofana (que desperdició individualistamente una opción de ensayo seguro) como estiletes. El empuje azulado comenzó a hacer tambalear el muro blanco de los descendientes de Enrique V, "a band of brothers". El ensayo de Croft, de nuevo poniendo en evidencia la defensa local (Imanol y Rougerie), dio oxígeno, pero sólo por muy poco fue suficiente, con la guinda al thriller del drop goal de Trinh Duc que se quedó corto.

martes, 28 de febrero de 2012

VI Naciones 2012: Triple Crown para Gales

Los primeros minutos del encuentro auguraban una realidad ominosa, insoportable, para Inglaterra: un dominio absoluto, tiránico, casi 'totalitario' de los dragones, que encadenaban fase tras fase sin apenas oposición. Bien es cierto que tanto dominio resultaba improductivo, pero se intuía el drama en Twickenham si el ritmo de las cosas no variaba. Pero varió, gracias a los cambios. Primero, un inmenso Ben Morgan, el nº 8 que andaba buscando la nueva Inglaterra (al menos mientras Crane siga lesionado), un tipo de enormes condiciones que se acabará convirtiendo en uno de los mejores del mundo en su posición. Muy buenas sus salidas del scrum, su limpieza de rucks y su capacidad para ir horadando las líneas enemigas oval en mano. Luego la manija Dickson, que si bien es cierto que se trata de un medio scrum de calidad limitada, tiene el dinamismo necesario para las características de este equipo, es decir, juego rápido, directísimo, a base de fogonazos concretos, que sorprendió a los galeses en el ecuador de la primera parte. Y también Farrell, de apertura en esta ocasión, que se permitió incluso varios detalles que apuntan a una calidad creativa (aparte de su fiabilidad tirando a palos) que hasta ahora no se le conocía demasiado (sobre todo esa jugada en la que enlaza dos sombreros, mejor el primero que el segundo). El encuentro se encaminaba hacia una paliza histórica a los locales, pero estos de repente se volvieron respondones. Agazapados atrás, limitándose a mantener a los galeses al borde de la línea de 22, Inglaterra no aguantaba, sino que buscaba sus posibilidades. Varios ataques ingleses casi rompieron la línea galesa, sobre todo las arremetidas del búfalo samoano Tuilagi, potencial arma de destrucción masiva, pero el superclase Warburton marcó el límite y de ahí no pasaron las acometidas locales (sí la agónica de Sttretle, aunque no quedó del todo claro su posible ensayo).

Por parte de los visitantes, que llevan ya tres victorias seguidas, se han hecho con la Triple Crown y sólo les falta ganar a Francia en Cardiff para llevarse el Grand Slam, pudimos ver la peor versión de Philips, que ha vuelto a perder intensidad para convertirse en el medio scrum exasperantemente lento que es por lo general. Tampoco funcionaron Priestland y North, inhabilitados por la espléndida defensa inglesa, y apenas se vieron retazos de Halfpenny y Jonathan Davies II. Finalmente, Gales no pudo ganar de otro modo que 'a la inglesa', adoptando en parte el estilo que Hodgson popularizó en las dos primeras jornadas (e incluso mimetizando las celebraciones de Ashton). Realmente, teniendo en cuenta cómo llegaba cada rival al encuentro, lo ofrecido por Gales estuvo muy por debajo de lo esperado, pero al menos hay que valorar que, a diferencia de otras épocas (no muy lejanas: el pasado VI Naciones sin ir más lejos), hoy en día sí saben sacar adelante partidos que se les complican.

martes, 14 de febrero de 2012

VI Naciones 2012: En Roma como en Murrayfield

Aunque alguna (leve) mejoría se pudo apreciar respecto al esperpento de Murrayfield, está claro que a día de hoy quien desee ver buen rugby debe olvidarse completamente de los partidos de Inglaterra. También de los de Italia, evidentemente (aunque los transalpinos tienen excusa), y la muestra es que los 3 ensayos conseguidos en el Olímpico de Roma nacen de la nada, provocados por errores graves del adversario. El interinaje de Lancaster no progresa, reincidiendo en alineaciones y defectos, entregado al más cicatero resultadismo. Este equipo necesita urgentemente la reincorporación de Tuilagi, Flood, Lawes y Wood, también de la titularidad de Ben Morgan, un número 8 muy interesante que de momento se ve relegado por el mediocre Dowson (que no es mal flanker, pero la posición que le adjudica Lancaster lo anula).

En esta ocasión los backs ingleses entraron algo más en juego, sobre todo Barritt (ya no limitado a tareas defensivas), pero sin brillo ni continuidad. Youngs sigue fuera de los partidos, incapaz de definir un ritmo de juego, hasta el punto de que el limitado Dickson, gracias a su dinamismo, al menos permite alguna alegría a sus tres cuartos. Algunos minutos de la segunda parte, donde la ofensiva ya era inexcusable (se perdía 15-6), no estuvieron del todo mal, aunque se nota que falta mucho trabajo que hacer y que, posiblemente, esta tarea le viene muy grande al interino Lancaster. Inglaterra juega sin alas, con Foden desaprovechado, sin balones, y más pendiente de los errores rivales que de construir rugby ofensivo que vaya más allá de una alocada batería de patadas a seguir. No se crean espacios, el ritmo es lento y pesado, y ante Italia también se comenzó a flaquear en el set piece (algún scrum favorable perdido, y varios line outs birlados por los italianos). De lo poco salvable, el joven Farrell, que muestra una enorme madurez en los momentos decisivos. Pero no hay duda de que, si no hay cambios (de estilo y de jugadores), se intuye el drama en los siguientes partidos de La Rosa, ante los tres cocos de la competición (en este orden: Gales, Francia e Irlanda).

sábado, 11 de febrero de 2012

VI Naciones 2012: Gales se acostumbra a derrotar a Irlanda

Llego algo tarde a la crónica de este partido, sobre el que ya se ha pronunciado todo el mundo. "Dramatic, controversial, exciting" decía Eddie Butler  en la BBC al final de los 80 minutos, extasiado de rugby, y tenía toda la razón. Del partido de delanteras vivido en Murrayfield, pasamos en el Aviva Stadium a un brillante despliegue de tres cuartos dinámicos, incisivos, siempre buscando espacios, combinando. De la racanería que no pone nada en juego pasamos al riesgo, al vértigo de la apuesta declarada por la victoria.  Los dos fueron grandes combatientes, pero creo que Gales mereció ganar, pues su ataque atesoró más ritmo y continuidad que el de los locales, entregado en demasía a breves momentos de intensidad. Ahora mismo Gales es un equipo en progresión claramente ascendente, mientras que Irlanda trata de mantener el nivel de hace dos años, aunque difícilmente puede evitar el declive general, que es la prolongación del ocaso de sus estrellas durante la última década.

Todo se decidió al final, y con una tarjeta roja que se quedó en sin bin para Bradley Davis, pero lo de Gales fue un espectáculo precioso: con qué soltura y desparpajo jugaron los últimos 3 minutos, un punto abajo, con una madurez de equipo cuajado, grande, digno de las mejores hazañas, convirtiéndose en el principal favorito para este torneo (no he visto a Francia todavía, pero un partido en casa ante Italia no parece indicativo todavía de la condición o no de favorito al título). Con un trío de jugadores decisivos, como Halfpenny, North y el omnipresente Jonathan Davies (voy a darle al autobombo: recuerden en qué blog, desde hace un par de años, ya señalábamos que este chico era un crack), y sobreponiéndose a las numerosas bajas y a un errático porcentaje de tiro a palos de Priestland (mucho más entonado con el oval en juego). Una maravilla el segundo ensayo de los dragones: salida de line out vertiginosa (repitiendo uno de los ensayos del Mundial ante la misma Irlanda), con un extraordinario North (recordemos: sólo 19 añitos y ya 10 ensayos con los dragones) cada día más asentado, que explota su físico imponente, y dejando un off load de quilates (portentoso también el de Priestland en el primer try) ante un Davies que se mueve entre la defensa irlandesa como nadie (ya lleva 3 ensayos en 2 partidos).

Para acabar, varios detalles irlandeses que no me gustaron nada. Primero, el rodillazo que le regala Murray a Davies en el segundo ensayo. Y, peor aún, la tremenda pitada general contra Halfpenny cuando éste prepara el tiro decisivo. Por mucho que se jugara ahí el partido, fue indigno de la habitualmente muy respetuosa afición irlandesa.

lunes, 6 de febrero de 2012

VI Naciones 2012: La peor Calcutta Cup posible

Sin duda, este Escocia-Inglaterra (6-13) ha sido una de las ediciones de la Calcutta Cup más pobres y tristes que se recuerdan. Rozando el esperpento, el partido fue deplorable por ambas partes, aunque por motivos diferentes. De Escocia no diré nada, porque ya lo considero un caso perdido (coincido con el análisis del maestro Blakeway: Delenda est Caledonia). En la segunda parte tuvieron opciones de sobra para llevarse la victoria con claridad, pero fallaron en lo de siempre. 

En cuanto a Inglaterra, señalar que ganó por primera vez en Murrayfield desde el 2004, y ese dato es lo único positivo para ellos. Pues en cuanto al contenido del enfrentamiento, poco a destacar, dado que se limitó a imponer el catenaccio ovalado, limitándose a defender entregando el balón a los inoperantes escoceses, bloqueándolos en su terreno (al menos en la primera parte). No fue mala tarea defensiva en los primeros 40 minutos, pero si tenemos en cuenta que se enfrentaban al probable peor ataque del torneo, las perspectivas futuras no pueden ser en absoluto optimistas. Reapareció la genética rugbística de los ingleses, como un poderoso scrum, varios mauls interesantes, junto al oportunismo de siempre, pero se antoja insuficiente para tener opciones ante galeses y franceses, los favoritos este año. Es lo que tiene el limbo del interinaje, creo yo, que (parafraseando a Gramsci) el orden pasado ya acabó pero todavía no acaba de asomar lo nuevo. El ataque de los de Lancaster fue casi inexistente, parecía como si jugaran sin medio scrum y apertura, y con ambos centros entregados a las tareas propias del flanker, porque todo se limitó a un abuso de la patada a seguir, un tímido contraataque, un par de avances por el centro fracasados por sendos knock ons y una patada lateral de Hodgson a Strettle, cuyo ensayo detuvo Denton in extremis. Bueno, y la jugada del ensayo, aprovechando un error de Parks, pero sin brillo alguno. Youngs, como decía, se limitó a patear el oval una y otra vez, sin tratar de jugarlo intentando conectar con su tripleta Sarrie de apertura-centros, e incapaz de potenciar la rapidez de Foden y Ashton. Otro 'sarraceno', Strettle, estuvo peor si cabe, dejando vía libre a varios ataques locales, y no mostrando ningún peligro en ataque (sólo el pase citado de Hodgson).

En conjunto, salvaría sólo a Barritt (13 placajes, líder del encuentro en esta categoría) y a la primera línea (también la frialdad de Farrell tirando a palos), añadiendo que el 'scarlet' Morgan demostró más en su primera jugada, con una buena salida de un scrum a favor, que Dowson en 68 minutos en la posición de 8 (en la que, para mí, el fijo debería a la larga ser Jordan Crane, ahora lesionado de gravedad). Esta Inglaterra necesita recuperar rápido a los ausentes Tuilagi, Flood, Lawes, Crane y Wood, y tal vez cambiar a Strettle por Banahan o Sharples. Pero de momento no se aprecia ningún recambio, en calidad y jerarquía, a los históricos Wilko o Moody, ni una idea de juego potable por parte del interino Lancaster.

jueves, 2 de febrero de 2012

Captain Robshaw

A pesar de que parece que finalmente será Tom Wood el capitán de la nueva Inglaterra, el sensacional flanker de los exitosos Harlequins, Chris Robshaw, ha sido escogido por el interino Lancaster para liderar al Quince de la Rosa durante las dos primeras jornadas del Six Nations (los dos partidos que se perderá Wood por lesión). Ha generado cierto desconcierto esta decisión, dado que Robshaw sólo atesoraba una cap con Inglaterra, pero considero que se trata de un acierto. Por dos motivos: Robshaw es un líder nato, que ha llevado a los Quins, desde que es su capitán, al liderato de la Premiership por primera vez en bastantes años; además, me parece uno de los mejores flankers del hemisferio Norte, y es absolutamente delirante que el nefasto (como entrenador) Johnno no se lo llevara al Mundial ni lo convocara para el anterior Six Nations. Por tanto, considero que se trata de una decisión acertada de Lancaster, aunque espero que Robshaw se asiente permanentemente en la responsabilidad, y continúe como capitán tras la recuperación de Wood.

Dejo arriba un video de la Premiership, dedicado a Robshaw como 'Man of the month' de noviembre pasado.

PD: por cierto, ya hay alineación titular de la Rosa para el sábado en Murrayfield. Me gusta: Foden, Ashton, Barritt, Farrell, Strettle, Hodgson, Youngs, Corbisiero, Hartley, Cole, Botha, Palmer, Robshaw, Croft y Dowson.

martes, 31 de enero de 2012

Como decíamos ayer...

No tenía sentido que la llamada de la Historia, definida en la nueva edición del torneo-de-torneos, el VI Nations, no significara el regreso de Filorugby. Un regreso a medio gas, al menos durante el mes de febrero, dado que sigo sin finiquitar ciertas tareas personales, pero regreso al fin y al cabo después de más de un trimestre de desconexión casi total del planeta oval. Total en cuanto a partidos (no he visto ni uno completo desde las semifinales del Mundial. La misma final sigue pendiente), y parcial en cuanto a noticias y novedades, y eso es cierto que podrá determinar negativamente algunos de mis comentarios del inicio del torneo. Sí estoy al tanto de la cara de la 'nueva Inglaterra', ya postergada la etapa del nefasto Martin Johnson (qué alivio, un rugby internacional ya sin Johnno, De Villiers y Lievremont), y realmente, salvo la exclusión de Banahan, me complace la convocatoria del interino Stuart Lancaster, que acierta tanto en los descartes (Cueto y sobre todo el nefasto Easter) como en las llamadas (Barritt, Morgan, Robshaw, Farrell, etc.).

En estos últimos años, durante la semana previa al inicio del torneo un servidor colgaba el correspondiente video publicitario de la BBC, pero en esta ocasión no lo han realizado o simplemente no lo encuentro por ninguna parte. Así que, de momento, les dejo con el intro que la BBC manejaba el año pasado antes de los partidos del torneo que retransmitía, que tampoco está nada mal.
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