domingo, 7 de febrero de 2010

Inglaterra es menos mala que Gales



Lo mejor: los 100 años de Twickenham acogiendo rugby, motivo por el cual los locales lucieron un anacrónico y centenario vestuario. Lo malo: que ninguna de las dos selecciones convence, en absoluto. Ninguna parece tener las ideas claras en cuanto a lo que busca y a lo que es. Eso sí, en este partido Inglaterra demostró ser más efectiva (que no brillante), aprovechando una serie de circunstancias puntuales para llevarse su primera victoria del torneo. Cuando Gales se quedó con uno menos (estúpida infracción de Wyn Jones), Inglaterra apretó el acelerador para anotar dos ensayos, decisivos a la postre, y Haskell, ya al final, se aprovechó de un error de manos de Stephen Jones (desastroso con la mano, perfecto con el pie. Lo contrario exactamente que Hook).

Johnson y Gatland son y deben ser cuestionados, por lo que decía de que no dirigen con fiabilidad a su equipo, y además toman decisiones discutibles. Por ejemplo, Johnson, que es incapaz de darle una oportunidad a uno de los mejores jugadores actuales de la Guinness, Ben Foden, y prefiere a un Armitage que si bien es muy bueno ahora mismo no está en su mejor momento (acaba de volver de una lesión y se le nota. Ayer no dio una a derechas, salvo en la jugada del robo del tercer ensayo). Tampoco acertó con Wilson de 3, pues en cada scrum evidenciaba unas carencias alarmantes (Dan Cole, que es algo más joven que Wilson y mucho mejor, no puede quedarse más de medio partido en el banco). Otro, Gatland, que no se atreve a dar la titularidad al debutante Richie Rees, intentando amarrar con el veterano pero fuera de forma Gareth Cooper. Resultado: Gales inoperante hasta que Rees cogió la manija para despertar a los suyos en un empuje final remarcable y que los dejó en la orilla.

Inglaterra sigue gris y sin aprovechar el talento de sus tres cuartos, especialmente de sus alas, que apenas entran en juego. Wilkinson, como siempre, fue el mejor, infalible con el pie (15 puntos de 15 posibles), y Haskell despertó una insospechada voracidad anotadora con dos ensayos. Care mostró su mejor cara, la que controla positivamente sus arranques de fogosidad, y Borthwick mantuvo un buen nivel en los line outs. Del resto, poca cosa que decir. Gales, por su parte, puede estar preocupada. Guscott tenía razón durante la semana: los galeses tienen un serio problema psicológico, se les ve agarrotados, sin confianza en sí mismos. En el partido de ayer se echó en falta la participación de Shane Williams y de Lee Byrne, jugadores teóricamente decisivos de cara al éxito de su selección.

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