jueves, 3 de marzo de 2011
La evolución de Lièvremont
Ya con cierta perspectiva que aportan sus 3 años en el cargo, resulta curiosa la trayectoria de Marc Lièvremont al frente de Les Bleus. Si en un principio fue recibido como aquel que pretendía rehabilitar las esencias del 'rugby champagne' tras la etapa resultadista de Bernard Laporte, entrenador que consiguió títulos pero gracias a un juego cicatero y poco o nada vistoso, progresivamente ha ido convirtiéndose en su más cercano sucesor. Si no fuera porque ni es calvo ni tampoco lleva gafas, uno diría que Laporte sigue entrenando a la selección francesa de rugby.
Lièvremont no se cansó de proclamar, durante su primer año al mando, que lo importante no eran los resultados, y eso incluía el VI Naciones 2008, porque su misión principal consistía en preparar a Francia para el Mundial 2011. Precisamente por esta premisa, fue armando un equipo que trataba de separarse de la herencia recibida, desarrollando nuevos estilos de juego, asentando un patrón diferente. Por eso, gente tan simbólica como Chabal fue descartada del equipo, aparentemente en una decisión sin vuelta atrás. Y también por eso una generación de jóvenes talentosos tomaba el mando (Parra, Trinh Duc, Medard, Barcella, etc.). El primer partido fue una bonita victoria en Murrayfield, con una vistosa estampa del regreso al flair que representaban jugadores como Clerc y Heymans, dos de los mejores ese día. Las derrotas ante Inglaterra en casa, y ante Gales en el Millenium no parecían preocupar a Lièvremont: la evolución del equipo, paso a paso, era lo decisivo. El modelaje no podía hacerse en dos días. Aún así, el regreso de Chabal a las convocatorias podía verse como un extraño cambio de rumbo, todavía no muy decidido.
Pero todo comenzó a cambiar realmente, más allá de lo simbólico, en el VI Naciones 2009, iniciado ya con derrota en Dublín. Será por las críticas, o porque ya no estaba muy seguro de lo que quería hacer, pero Lièvremont cambia el rumbo ese VI Naciones en el que son arrollados por una tremenda Inglaterra en Twickenham (34-10). Lièvremont parece no ver salida a su nuevo estilo atacante, y tras el torneo adopta métodos muy cercanos a los de su predecesor. El buen resultado inmediato de este cambio de rumbo decide la metamorfosis de Lièvremont: las victorias en Nueva Zelanda (junio 2009) y en casa ante la poderosa Sudáfrica (noviembre 2009) parecen convencerlo de que la senda es la buena (la paliza de los All Blacks en Marsella, en noviembre, no se percibe más que como un pequeño bache). Se cumple la máxima de Lampedusa: todo cambió en los Bleus para que finalmente todo prosiguiera de la misma manera. El Grand Chelem del 2010 pareció sellar un modelo fijado que daba resultados muy positivos. El pacto de Fausto se consumaba con vistas al Mundial: desaprovechar el tremendo poder ofensivo de la generación de jugadores para enclaustrarse bajo un estilo defensivo, cicatero, con un scrum poderosísimo, una defensa impenetrable y granítica, y con una fina capacidad para aprovechar los errores del rival. Así trituraron a Irlanda en París, y a Gales o Escocia a domicilio. Inglaterra fue más difícil de batir, pero la pierna de Parra y un scrum insuperable fueron suficientes. A todo ello se une lo que el nick Bob ha calificado en Balón Oval como 'el juego de las sillas', esto es, una compulsiva necesidad de ir moviendo posiciones y jugadores con fines poco claros, en una espiral que si pretendía aumentar el nivel de competitividad ha errado completamente. El jueguecito dichoso ha conseguido 'quemar' a varios jugadores (Beauxis, Yann David, Dupuy, Fritz, Floch, Tillous Borde, Baby), además de desubicar completamente a otros (Traille, Clerc, Jauzion, Chabal, Poitrenaud, ahora Parra, etc.).
Sin embargo, el modelo comienza a resquebrajarse poco después, en junio. El scrum comienza a flaquear y, peor aún, la defensa hace aguas por todas partes. Si pocos meses atrás era misión casi imposible llegar a la línea de marca francesa con el oval controlado, a partir de junio la tarea se simplificó sorprendentemente. Sudáfrica y Argentina demostraron esa recién adquirida debilidad infligiendo a los franceses derrotas muy amplias. Pero fue Australia en noviembre, en el mismo Stade de France, el que hace sonar las alarmas con una alarde de ataque devastador que, en la segunda parte, consiguió nada menos que 6 ensayos para un total de 7 (16-59). Paliza humillante, con la sensación añadida de que, tras los últimos fracasos, no se trataba de una anécdota.
En el VI Naciones 2010 el scrum volvió a funcionar, al menos en los dos primeros partidos, pero la defensa seguía la línea de los últimos meses: 3 ensayos encajados ante la débil Escocia en casa y otros 3 en Dublín. Las victorias no permitían olvidar que algo no funciona en el modelo impuesto por el segundo Lièvremont, aquel que se fue desdiciendo de sus primeras promesas. La derrota ante Inglaterra profundiza en las dudas. Lièvremont ha ganado un VI Naciones, y quién sabe si todavía puede ganar otro este año, pero la sensación es que no ha sabido formar a un equipo con garantías para hacer algo importante en el Mundial. Cuando las cosas comenzaron a no funcionar, se entregó en manos del método de su predecesor, y es ahora cuando parece que tampoco se resuelven del todo los interrogantes. Lo peor es que Francia puede malbaratar, por puro resultadismo, una de las mejores generaciones de jugadores de los últimos tiempos.
PD: datos que le tomo prestados precisamente al citado Bob. La 'cosecha Lièvremont' se sustancia en 31 partidos totales en los que el número de ensayos a favor ha bajado de 103 (registrados en los 31 partidos previos a su incorporación) a unos míseros 65; de un 71 % de victorias se ha bajado a 58 %; nada menos que 81 jugadores convocados. Resulta que no sólo se ha convertido Lièvremont en un clon de Laporte, sino que incluso empeora al original.
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Hola
ResponderEliminarLa verdad es que leyendo en los comentarios de balón oval, he visto que tienes un blog sobre rugby.
Escribo a veces comentarios en balón oval bajo el seudónimo de Alberto1980 y tengo que decir que me ha encantado tu blog. Lo he descubierto esta mañana y he estado leyendo varias entradas.
Te felicito. La verdad es que está muy bien hecho y las entradas y los artículos están hechas con mucha precisión (de cirujano casi diría yo). La verdad es que es una gran alegría encontrar blogs como este. Son de gran ayuda para gente como yo que lleva poco tiempo siguiendo el rugby en comparación contigo, los Talona, Bob, Fermín de la Calle, Trecet, etc.
Un saludo. Sigue así de bien
Bienvenido al blog, Alberto, y muchas gracias por tus amables palabras. Pero tampoco te creas que tengo tanto bagaje como los monstruos que citas. Yo descubrí el rugby en 1995 (antes había visto algunos fragmentos de partidos, pero poca cosa), aunque mi decantación más obsesiva la viví sobre todo con el Gand Slam de Gales del 2005. Desde hace 6 años sólo sigo un deporte, éste maravilloso del oval (bueno, también algo de cricket, pero poco).
ResponderEliminarsaludos y hasta pronto
Hola Horrach soy Alberto 1980
ResponderEliminarHablando del amigo Lievremont... si quieres echarte unas buenas risas mira el equipo que tiene pensado sacar en el próximo partido. Siguen los experimentos con gaseosa y siguen los damnificados. Esta vez le ha tocado a Harinordoquy y a Domingo.
En fin, la vida sigue igual para los franceses. Más de un aficionado francés se debe estar rasgando las vestiduras viendo como una extraodinaria generación de jugadores va a pasar un 2011 sin pena ni gloria
Un saludo