domingo, 18 de septiembre de 2011
RWC 2011: Irlanda revienta el proyecto de Deans
AUSTRALIA VS IRLANDA WRC 2011 from rexman on Vimeo.
Varias sorpresas se habían ido perfilando hasta ahora en el Mundial, pero sin llegar a realizarse totalmente. Gales, Argentina, Rumanía, Georgia, todos dieron mucho más de lo que se esperaba de ellos ante rivales superiores en categoría, pero les faltó un último empuje para llevarse la victoria real además de la moral. De momento, sólo Irlanda ha dado este último paso, este salto de categoría, y de qué manera, en el Eden Park (15-6). Gozoso, pletórico de entrega e intensidad, fue su partido de ayer ante una Australia de Deans que ya había evidenciado signos de flaqueza en la primera parte de su encuentro ante Italia, donde no pudo desplegar el mortífero y rapidísimo juego de ataque de sus backs. Kidney planteó ese mismo tipo de partido, con posibilidades de extenderlo a todo el encuentro, gracias al plus que supone tener en tu equipo a dos de los mejores jugadores del mundo: Sean O'Brien y BOD. Cuando juegan ambos, Irlanda deja de ser el equipo mediocre e incapaz que se vio ante Inglaterra en Dublín (último warm up) o en su primer encuentro mundialista ante USA, para convertirse en una máquina fibrosa y compacta capaz de batir a cualquiera, incluidos los gigantes del Sur. La transformación se percibió desde el primer segundo del encuentro, con los verdes, encorajinados por su líder 'espiritual', Paul O'Connell (grandioso partido el suyo), presionando ansiosamente la posesión wallabie, respondiendo de forma desafiante a todos los golpes o empujones (O'Brien, muy pronto, a Vickerman). La maquinaria de Kidney, después de meses de dudas y miedos, volvía a estar perfectamente ajustada, con precisión casi infalible. Con su estelar tercera línea al completo (ya he dicho que el trío O'Brien-Ferris-Heaslip me parece de lo mejor del mundo en esa posición), la presión que sufrió Genia fue avasalladora (ejemplo casi dramático, cuando Ferris le hace retroceder más de 10 metros a la salida de un scrum en la primera parte), llegando al extremo de no disputar los line outs lanzados por el rival para así controlar mejor las maniobras del medio scrum de Queensland. Australia acabó la primera parte muy tocada, sin apenas haber podido construir jugadas de peligro, mientras que en las escasas que fueron articuladas se encontró con una defensa de acero. El cambio de mitad, como sucedió ante los transalpinos, previsiblemente podía permitir que, ante el cansancio del rival, se abrieran las líneas necesarias para que los backs australianos pudieran demoler las trincheras irlandesas, pero ese momento nunca llegó. Faltó confianza, ambición. Los de Kidney, con el grandioso Sean O'Brien al mando (un flanker tan rocoso y agresivo que parece más sudafricano que irlandés. Para el recuerdo su placaje a Genia en el minuto 76 que evitaba un ensayo seguro. Nadie pudo superar a O'Brien ayer sábado, es un escándalo este tipo), y un scrum (con Healy de estilete portentoso destruyendo la primera línea rival) que se llevaba por aplastamiento casi la totalidad de las disputas, mantuvieron la posición de forma heroica, implacable, absoluta. Mejor incluso que en la primera parte, pues ya no concedieron ni un sólo punto a los wallabies. Sólo alguna pequeña grieta se entreabrió tímidamente, para cerrarse inmediatamente después (recuerdo alguna acometida del peligrosísimo Beale, por ejemplo, o los últimos ataques desesperados de los australianos). El cambio de Sexton por O'Gara en la posición de 10 (Sexton siguió en el campo ocupando la posición del lesionado D'Arcy) acabó de cerrar el partido, por cuanto la efectividad con el pie del apertura de Munster (el 'Vermeer del rugby') sigue siendo muy superior a la del dublinés.
Probablemente Australia sigue siendo uno de los principales candidatos al título, pero esta derrota sacude la base del proyecto de Deans, un gran entrenador que, sin embargo, se ha metido en disputas no demasiado claras que han perjudicado el nivel del equipo. Por ejemplo, sus enfrentamientos con George Smith o Matt Giteau, jugadores con gran experiencia que habrían sido fundamentales en este torneo (en concreto, en este partido). O la concesión incondicional de la 'mariscalía' a un tipo como Quade Cooper que es la irregularidad personificada, un jugador brillante pero sin consistencia, frívolo, más pendiente de la cámara de televisión que de la posición de sus compañeros. Australia arrastra en ocasiones, el tópico del 'gigante con pies de barro', un conjunto de jóvenes divos que es incapaz de contrarrestar el enardecido orgullo irlandés. Ayer el matemático Declan Kidney, admirable 'The Quite Man', le dio a Deans una lección antológica que no debería olvidar.
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Los paddies se comieron al canguro con patatas,tradición nacional obliga.
ResponderEliminarA los Wallabies no se les puede mandar ya a una colonia penitencia porque,bueno,todos conocemos la historia de su país.
Sirva de banda sonora del encuentro cualquier versión desgarradora de "The Fields of Athenry" o un "Moreton Bay" de karaoke.
Me apunto lo de 'The Quite Man' para Declan Kidney,¡menudo apellido rugbier! y enhorabuena por las magníficas crónicas.
Saludos.
He podido ir siguiendo el Mundial a través de Internet y estoy de acuerdo contigo, muy poco les ha faltado a algunos (Gales) para llevarse el partido, no sé si el factor mental sería una razón.
ResponderEliminarMe sorprendió mucho Georgia, pienso que hizo un partido muy serio y que el marcador final , por abultado, es un poco injusto. En este caso me dio la sensación de que les sobraron 20 minutos, pues al final estaban físicamente agotados.
Salutacions cordials.
Gracias de nuevo, Coetzee. Este partido es de los que cumplen con la finalidad ritual del rugby, con su capacidad para purificar pasiones.
ResponderEliminarNarcís, molt bona nit. A esta Gales creo que siempre le falta lo mismo para triunfar: un salto mental. Por eso no ganaron a Sudáfrica, en este mundial y en otros partidos de noviembre, y por lo mismo tuvieron a tiro a los All Blacks en Cardiff (2009), y siempre se le escapan vivos. Calidad creo que les sobra, pero fallan en ese momento decisivo en el que se evidencia el espíritu ganador. saludos
En cuanto a Georgia, teniendo en cuenta sus limitaciones, hizo un partidazo. Desnudó las carencias de Inglaterra, que tuvo suerte de no enfrentarse a la Irlanda del otro día o a los All Blacks...
salutacions