lunes, 14 de febrero de 2011
VI Naciones 2011: una brava Irlanda no puede con el catenaccio francés
No hay duda, la Francia de Lievrèmont se entrega cada vez más al miserable catenaccio. Tomaron nota del 'modelo Springbok' del 2009 y lo están aplicando con grandes resultados en el hemisferio norte (con rivales del sur ya tienen más problemas). Es un estilo rácano, que huye del riesgo y trata de sacar provecho de un gran set piece, lo mejor de esta selección. Gusta de ceder la iniciativa al rival, dejar que sea éste el que arriesgue y proponga, para aprovechar con la máxima efectividad sus errores. Ayer pudimos ver un nuevo capítulo de este estilo, con un rival que practicó el rugby de toda la vida, un juego de ataque, a la mano, sin apenas patadas, siempre con la línea de marca rival entre ojo y ojo. Un juego con iniciativa, más ambicioso, y eso, por supuesto, implica también un peligro, como es el de caer en un mayor número de errores e imprecisiones. Irlanda llevó siempre la iniciativa, pisó la línea de 22 rival mucho más que los franceses (44 balones en esa zona por sólo 7 de los franceses), buscó un juego directo con todas las fases que fueran necesarias (más de 20 en el ensayo de Heaslip), y anotó 3 ensayos, por únicamente uno de su adversario. Pero, claro, cometieron errores que les impidieron llevarse el partido. Los más claros: demasiados penalties en su propio campo (que se fue cobrando la zurda infalible de Parra), y muchos errores en el juego a la mano, por ejemplo el de Sexton a los 17 minutos, que ejemplifica lo que fue el partido, con una Irlanda que salía frenética al ataque, con 10-3 en el marcador, pero el mal pase del apertura de Leinster provocó un penalty de McFadden que se cobró, cómo no, Parra. De ese tipo de situaciones (unido al error de placaje de D'Arcy en el ensayo francés) vivió una Francia rácana para ganar un encuentro que se les podría haber ido de las manos si Cronin no comete knock on en la penúltima jugada del partido (min 79).
A pesar de la victoria, un detalle preocupante para los franceses es su defensa. Si su set piece brilla a gran altura (scrum dominante, aunque no tan letal como ante Escocia, y un line out muy eficiente), el nivel defensivo, de pura contención, va en retroceso, pues encaja demasiados ensayos: 3 ante la débil Escocia y otros 3 en Dublín, para un total de puntos en contra indigno de un equipo de su nivel. En el juego cerrado todavía mantienen una cierta consistencia, pero se les puede hacer mucho daño con el juego abierto y fases muy veloces (Irlanda sólo lo consiguió en parte). Otro aspecto preocupante, porque en cualquier momento se le puede volver en contra, es ese estilo de juego parecido al catenaccio que se limita a explotar los errores rivales, pues si Escocia e Irlanda no han sido capaces de equilibrar en puntos lo que han demostrado en ambición y voluntad de ataque, lo contrario ha sucedido con equipos del hemisferio sur. Gigantes como Nueva Zelanda y Australia apenas cometen errores, y eso es la tumba para Francia, pues su estilo 'descuidero' se queda bloqueado, sin posibilidades, ante un rival que mantiene un nivel bajo de fallos.
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Buen análisis Horrach. En mi opinión no estuvo tan desequilibrante, al menos como yo esperaba, la delantera francesa. Creo que la línea francesa está infrautilizada. Para mí es sensacional (a pesar de Traille). Pero no sé si el motivo es Thin Duc, que estuvo gris, o es la forma de jugar de Livremont. Irlanda muy valiente. Lástima la última pelota.
ResponderEliminarSaludos
No sólo no hubo humillación, como podía esperarse atendiendo a lo visto la semana anterior, sino que Irlanda fue mejor. Pero con Francia los errores se pagan. Lo que está claro, es que el Inglaterra-Francia de la semana que viene será 'el partido' del torneo.
ResponderEliminarsaludos Mr Blair