martes, 22 de febrero de 2011
VI Naciones 2011: Gales vuelve a la victoria ante una desastrosa Escocia
Comienzo a pensar que lo de Escocia es genético, o algo así, porque a la habitual desconjunción de sus hombres en el cesped se une cada vez con mayor intensidad una carencia general a la hora de cantar el himno. ¿Se han fijado que cuando se canta el Flower of Scotland música y voz no suelen ajustarse al mismo compás? Incluso, como fue el caso de este partido, las voces de un sector del público avanzan el despliegue de los versos con mayor rapidez que el resto. Lo que queda es una desesperante cacofonía que une lo que sucede en la grada con el despropósito visto poco después en la terreno de juego. Y es que Escocia parece no tener remedio: cada vez que promete dar el salto, cuando parece que esta vez sí van a dar el 'do de pecho', se vienen abajo penosamente, dando una imagen deplorable.
El partido prometía, pero resultó ser un simulacro sin apenas nada que echarse a la boca. Únicamente unas cuantas jugadas de mérito de Gales, como las del primer ensayo, en el que consiguen engarzar unas tres o cuatro fases interesantes, coronadas por una penetración por el centro de Hook (que demostró en jugadas así que debe ser titular, pues aporta mayor grado de creatividad que Stephen Jones) que en preciso off load sirve el try a Shane Williams. El segundo, también conseguido por el ala de Ospreys (que lo deja a un sólo ensayo del registro de O'Driscoll en la lista de máximos anotadores del VI Naciones, en la que el irlandés es segundo), llega tras un inspirado pase a la espalda de la defensa escocesa de Jonathan Davies. Poco más se puede destacar, tal vez el gran trabajo del flanker Warburton, que sigue creciendo a cada partido. Gales no jugó un buen partido, pero al menos regresó a los llamados 'wining days' con esta victoria importante (6- 24) en Murrayfield.
Por parte escocesa, un auténtico solar. Desastrosos en el juego a la mano, sin ni una sola idea más que empotrarse estúpidamente contra la defensa rival o fallar patadas y recepciones (como Southwell, en los 20 penosos minutos que duró en el partido hasta 'autopartirse' la cara ofreciéndosela a la bota de Lee Byrne). Un equipo que no sabe aprovechar una doble superioridad numérica (fruto de las exclusiones de Bradley Davies y Byrne), más que con 3 míseros puntitos, no merece ganar un partido. Siendo generosos, sólo Sean Lamont aportó pequeños detalles, intentando sacar provecho en ataque a sus potentes condiciones y con una espectacular jugada defensiva que evitó el que parecía claro ensayo de Jamie Roberts (que tuvo algunos minutos inspirados en la primera parte). No entiendo el motivo por el que Andy Robinson no concede la titularidad a Lamont (este fin de semana jugó con los Scarlets, así que imagino que volverá a salir con Escocia desde el banquillo), un jugador muy superior al mediocre De Luca, aunque fallara en la jugada del segundo ensayo galés (ahí se notó que Lamont, a diferencia de su hermano pequeño, no está habituado a jugar como fullback).
Dato final curioso: muchos jugadores de los Llanelli Scarlets en el campo, ocho en total, cosa rara estos últimos años. El escocés Lamont, y los galeses S.Jones, J. Davies, Rees, Stoddart, Priestland, Knoyle y Turnbull, para poner en evidencia la buena temporada que están realizando los Scarlets.
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