Will Greenwood diserta sobre las 'amenazas' de Pierre Spies
Con Bob he intercambiado, en los acogedores aposentos de Balón Oval, opiniones divergentes sobre la identidad del mejor número 8 del mundo. Él opina que éste no puede ser otro que el All Black Kieran Read, que ha hecho una temporada (2010) sensacional, tanto con los Crusaders en el Super 14 como con Nueva Zelanda. Tras un tiempo discutiéndose que esa plaza andaba poco cubierta en la selección (tras el considerable bajón de forma experimentado desde el Mundial por Rodney So'oialo), Read ha demostrado que eso ya no es así. Este año se ha desempeñado a un enorme nivel, tanto en ataque como en defensa, pero considero que todavía le falta demostrar la regularidad necesaria para que su trabajo no se limite a un fabuloso 2010. A la espera de ver cómo se le da el 2011, mi candidato a actual mejor número 8 del mundo corresponde al sudafricano Pierre Spies, que si bien en defensa anda algo más flojo que Read, no hay duda de que en ataque pocos jugadores de esta posición han tenido durante la historia del rugby las condiciones que atesora el jugador de los Bulls de Pretoria: una fortaleza increíble (Spies es lo que se llama 'una fuerza desatada de la naturaleza'), un gran equilibrio entre todas sus extremidades que le permite movimientos más rápidos de lo normal, una velocidad en carrera digna de los alas más rápidos, etc. Y una cualidad difícil de conseguir (desde luego Read no la tiene): generar miedo en el rival. No me refiero al miedo físico que pueden sugerir los Chabal, Bakkies Botha y demás, sino el miedo a ser humillado por un tipo que cuando tiene el día arrolla todo lo que encuentra a su paso.
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