domingo, 29 de agosto de 2010
Tri Nations 2010. Séptimo asalto: los Springboks escapan al abismo
De un partido caótico y delirante (44-31) tal vez no se puedan sacar conclusiones muy fiables, pero creo que en esta ocasión dos cosas pueden darse por buenas con un mínimo de fiabilidad: una, que a los Springboks no se les da mal jugar con fuego y tontear con el desastre; y segundo, que los Wallabies han vuelto a demostrar, y puede que sea ésta la definitiva, que de ninguna manera pueden ser un equipo ganador. En el primer caso, señalar que los Springboks tardaron 20 minutos en darse cuenta de lo que se jugaban en este partido (con 7-21 en el marcador en el minuto 9, uno de los inicios más desastrosos que recuerdo, llegué a pensar que querían crucificar a su entrenador), regalando a sus rivales una ventaja amplia fruto de errores increíbles. Dieron pena los locales en esos minutos estrambóticos en los que su defensa había abdicado totalmente de sus funciones, dejando unos pasillos como autopistas para que se colaran las balas australianas. Las caras de PdV y Muir en la 'pecera' (también de los aficionados a los que enfocaba la cámara de Sky) eran muy significativas de lo que estaba pasando: se mascaba un desastre de proporciones muy serias, el fin de un ciclo.
Pero entonces, el desastre cambió de bando, la metamorfosis se realizó de forma espectacular, y la guillotina dejó de hacer caso a PdV para centrarse en Robbie Deans. Parece como si el hecho de ver el abismo tan cerca espoleara a los Springboks, que sólo entonces sacaron a pasear unas auténticas ansias de triunfo y una furia notable. Liderados por un sorprendente y mayestático François Hougaard (un tipo al que todo le salió bien, llegando a parecer una mezcla de Du Preez, Campese y Dallaglio), dieron la vuelta al marcador con un ardor guerrero que ya quisieran otros para sí. Parece increíble que el mismo equipo que estaba siendo arrasado y humillado durante los 10 primeros minutos de partido ejerciera un dominio tan férreo en el resto. Tras su segundo ensayo de la tarde, el de Steenkamp, adquirieron súbitamente una estabilidad mental tan rocosa que los convirtió en los únicos vencedores posibles del encuentro (al menos ésa era la sensación que yo tenía). Sobre todo en la segunda parte, quedó claro que Sudáfrica, a pesar de su errática dirección técnica, tiene en conjunto la mejor plantilla del mundo del rugby, y que Australia, tras la retirada de Larkham y Gregan, ha perdido completamente ese gen competitivo que lo convirtió durante muchos años en un equipo que definió cánones. Los jugadores de Deans son buenos, incluso alguno muy bueno, pero les falta algo que a los sudafricanos o a los neocelandeses les sobra: espíritu de vencedor. Sólo así se explica que los australianos se dejen vencer, partido tras partido, desperdiciando oportunidades únicas para dejar huella. Ya fue su tónica el año pasado (tanto en el Tri Nations como en los tests de otoño), pero este 2010 siguen en la misma línea: dejaron escapar una victoria que podría haber sido decisiva en Nueva Zelanda, y ayer volvieron a las andadas, dejándose el prestigio y la dignidad en el Loftus Versfeld. En realidad no merecieron ganar, porque sus ensayos, salvo el segundo, iniciado por una jugada maravillosa de Beale, vinieron propiciados por los desastres defensivos que cometieron los Springboks durante su monumental caraja inicial (los locales encajaron nada menos que 3 ensayos en 9 minutos). Luego, cuando su ventaja (de 14 puntos) desapareció y no tenían más remedio que atacar para ganar, evidenciaron sus carencias, tanto rugbísticas (con especial relevancia en un set piece muy deficiente espantoso y una habilidad pasmosa para desaprovechar ocasiones claras de ensayo) como psicológicas. Australia es un equipo que, ahora mismo, es incapaz de ganar nada: ni la Bledisloe, ni el Tri Nations, ni mucho menos el Mundial. Por mucho que lo entrene el que ha sido estos últimos años el mejor entrenador del mundo. Simplemente son unos perdedores a los que unos Springboks tocados de muerte y sin entrenador, pueden doblegar a su antojo.
Para acabar, recordar que este partido significó el cap número 100 de Victor Matfield, además del 101 para John Smith. Ambos son ya auténticos mitos de este deporte, aunque lo mejor para ellos sería que tras el torneo se tomaran unas vacaciones anticipadas (es decir, que no viajaran a Europa para los tests de noviembre). Se les nota muy cansados (sobre todo Smit) y si quieren llegar en condiciones al Mundial deberían descansar un poco. El partido también significó la vuelta de Frans Steyn, quien pasó de jugar una invisible primera parte a una más consistente segunda, donde consiguió un ensayo y un penalty de los suyos (o sea, muy lejano). En cualquier caso, se nota que se encuentra en el inicio de su temporada, es decir, bajo de forma, tras el parón veraniego, y que enfrentarse a gente que lleva en marcha desde enero le complicó mucho las cosas.
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He conocido tu blog de casualidad. Pero creo que te recuerdo de la epoca de los Diarios de Arcadi Espada.
ResponderEliminarEl comentario del partido excelente.
Sañudos
¿No echas de menos a heinrich brussow? En los tests contra los Barbarians del 2009 estuvo colosal. ¿No crees que es mas dinamico que Burger?
ResponderEliminarSaludos
Solo Australia puede meterle 4 ensayos en 1 parte a SA y acabar perdiendo el partido. En los test de junio fue la mele (desastrosa contra Inglaterra) y el sábado fue el line-out. Desesperante.
ResponderEliminarEl problema de SA es que no tiene entrenador. Tiene sin duda la mejor plantilla, pero no el mejor 15.
ResponderEliminarBuenas madrugadas, Anónimo, bienvenido al subsuelo, sección rugby.
ResponderEliminarProbablemente le debo sonar, sí, del Nickjournal, porque yo escribía allí (de hecho, sigo haciéndolo en lo que queda de él) y lo hacía con el mismo nick, mi apellido. ¿Usted también escribía en esa arcadia desmadejada?
Sobre el tema oval, decirle que sí, que añoro muchísimo a Brüssow, un jugador que me apasiona y al que considero pieza indispensable para los éxitos sudafricanos. El año pasado se fue cargando a instituciones como McCaw y George Smith sin miramiento alguno. La putada es que, estando a punto de reaparecer, se ha vuelto a lesionar, por lo que se perderá la gira otoñal por Europa. Para mí, debería ser el 6 fijo, y la plaza de 7 se la tendrían que ganar Burger y Smith, quien mejor estuviera en ese momento. Pero Brüssow fijo.
Sobre la relación entrenador-equipo ya he dado mi opinión alguna vez: no está PdV a la altura de su plantilla. Y me da rabia que el equipo que tanto le costó forjar a Jake White lo esté desaprovechando PdV.
saludos
Gracias por contestarme.No sabía que Brüssow estaba lesionado.
ResponderEliminarDel asunto Arcadi no escribí nunca en los Diarios, pero se puede decir que soy fiel seguidor suyo tanto en prensa, libros como en C'an Herrera.
Me gustaría pedirle un favor y es si conoce alguna página de descargas de partidos de Rugby (que no sea Ksawa o Roja Directa) ya que no es fácil seguir la liga francesa, que para mí es bastante interesante.
Y volviendo al Rugby ¿Como es que SA ha recuperado a François Steyn?¿No había una norma no escrita segun la cual, el que no jugaba la liga nacional no jugaba en la selección?
P.D. Le ha tratado de Ud, pero si me responde,tuteemé por favor.
Saludos
Pues es difícil dejar el 'usted', siendo como fue una de las normas de cortesía en chez Arcadi. Pero si insiste, paso al tuteo.
ResponderEliminarBrüssow se lesionó en la 4ª o 5ª jornada del Super 14, y ahora estaba a punto de regresar (PdV se lo llevó a los entrenamientos de los Springboks este agosto), pero recayó en su lesión, así que ya no volverá hasta el 2011. Ojalá llegué bien para el mundial.
De páginas de descargas apenas conozco. Frecuento la segunda que dice, aunque no sabía nada de la primera (me la apunto). Prefiero no buscar muchas más, porque voy ya escaso de tiempo como para enviciarme viendo partidos de rugby uno tras otro.
En cuanto a Frans Steyn, la federación sudafricana aprobó hace unos meses una norma según la cual en cada convocatoria de los Springboks se puede incluir a 3 jugadores que estén en Europa. A mí me parece una medida inteligente de cara al mundial, pues sin ella no podrían llamar al propio Steyn, a Pienaar, a BJ Botha, o a Butch James.
saludos