¿Qué se pensaban, que uno podía derrotar impunemente a la Perfecta Albión y salir indemne? Siglos de grandeza nos contemplan, caballeros. Si la Federación de rugby se ha hecho el seppuku confiando en un indocumentado medio escocés, ahí está el incombustible Enrique VIII para devolver las cosas a su noble e inglés cauce. Y además lo ha hecho con criterio, porque no se le ha aparecido a Warburton, Gatland o Wynn Jones, sino a uno de los 9 ingleses de nacimiento con que cuenta Gales: Dan Lydiate. Traitor!
Esto es un aviso: Enrique VIII, que todos sabemos que no iba de bromas, exige que Gales juegue el resto del torneo a la manera del cricket, es decir, con el nombre de Inglaterra. Lydiate ha entendido el mensaje, y su compañero de habitación, el capitán Warburton, parece que también pues lleva varias noches sin pegar ojo. Otros galeses corroboran la presión de ultratumba ejercida por ese gran monarca (que por supuesto también fue Señor de Irlanda, ojo al dato) que, entre otras cosas, respetaba muchísimo a la mujer ("estuvo casado seis veces ¡y sólo mató a dos!", decía en clase un conocido profesor de la UIB).
Go Wales, go England! British or perish! El sábado ante Australia vestidos de blanco impoluto, caballeros, y cantando alto y claro el God save the Queen (o King, en este caso). También el Jerusalem y el Hope and Glory. Que si tiene que volver a aparecerse el espectro del rey Tudor será para llevarse a alguien a la Torre de Londres, querido Danny John...
PD. Ya que estamos, dígamoslo bien alto: la futura grandeza de la Perfecta depende de renovar la estirpe enriquista de los reyes. ¡Harry Windsor al poder!
¿Haciendo chistes sobre feminicidios? Mire que vendrán las Femen y le molerán a tetazos...
ResponderEliminarYo no, esa frase es del profesor de la UIB, Miquel Deyà, y està registrada en Patatabrava. Conste en acta
ResponderEliminarReconozco que, así de primeras, no me resultó fácil encajar y "digerir" tan delirantes ocurrencias anglófilas... Sin embargo, en aras de la convivencia y la caballerosidad rugbística, seré comprensivo y benevolente y achacaré estos excesos a la lógica frustración que ha de aquejar a los arrogantes del otro lado del Severn, cuyo orgullo desmedido los convierte en pésimos perdedores (en contraste con el melancólico y elegante desenfado con que los de filiación céltica sabemos enfrentarnos al fracaso)... Los bárbaros sajones siempre han sido un poco como niños grandes, muy brutos pero sin mal fondo, y así han de ser tratados.
ResponderEliminarAsí pues, me limitaré a animar a nuestro John Bull baleárico a que investigue acerca de los orígenes de la dinastía Tudur... Y de como el padre de este controvertido personaje que loa en su artículo pasó de la noche a la mañana de ser un mísero exiliado a ceñir la corona, gracias sobre todo al apoyo entusiasta que le dispensó cierta "nación" británica, de donde procedía su familia. Y de bajo qué estandarte marchó hacia el campo de batalla de Bosworth. Y de como allí lucharon con la mayor valentía los que confiaban en que, al fin, las viejas profecías se verían cumplidas, y un rey del linaje de Arturo se sentaría en el trono y libertaría a los britanos de la opresión.
¿Que luego nos salió "rana", traidor a su propia gente y más inglés que los ingleses? Evidentemente... Pero, como ya he dicho, los celtas sabemos tomarnos estas cosas sin dramatismos.
Aprendan
Comenzando por lo que se comentó en el post anterior y en relación al partido del domingo, yo también soy pesimista. Veo a Francia ganando y dejándoles el muerto "negro" a los Irlandeses. Ya sabemos la historia reciente de Francia en los mundiales, que a excepción de los partidos con los Pumas, ha llegado lejos y a veces eliminando al favorito.
ResponderEliminarCreo que nos espera un mes con post históricos. Ante la imposibilidad de comentar hazañas rugbísticas inglesas, el responsable de este blog sospecho que nos va a ilustrar con toda suerte de anécdotas, comentarios, relatos etc, con un solo fin: No hablar de Rugby. Hoy toca hablar de fantasmas.
Ahora resulta que el responsable del fiasco inglés, es de origen medio escocés. Atención al dato !!! Esto hasta el sábado 3 a las 11 de la noche, se desconocía o no se había prestado atención. Nos quejamos de la limpieza de sangre española, pero en la "Perfecta" también saben hacer "bien" las cosas....
Pero donde atención: salta la noticia !!! es en la interpretación de los sueños de Von Horrach. Según nos manifiesta, ese rey (con minúsculas) ha pedido que Gales juegue con el nombre de Inglaterra y cante el himno inglés !!! Mi opinión de esta provocación, no es tan benigna como la de nuestro amigo Galés Calon. En otra época del año, se podría habría achacado a los calores propios de la zona. Acabo de comprobar la previsión meteorológica de esa parte de España, y da lluvias. Sólo hay una explicación racional: Ha vuelto a acudir al super de Son Banya.
Por último, y no menos importante, del chiste machista he dado traslado a Doña Karmele Marchante.
Buenas dias y saludos cordiales.
Ireland's Call.... En pie !!!!
ResponderEliminarhttp://www.lequipe.fr/explore-video/rugby-l-appel-de-l-irlande/
Dado que va de historia el tema... recordemos:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=Ph_qG5NYbUc
https://www.youtube.com/watch?v=AM4mIlYKG9s
Oiga, Calon, la primera en la frente: los que dan pábulo a las visiones de Lydiate son sus propios compañeros!, jajajaj. Yo no es que sea muy pro-casa Tudor, o por-Enrique VIII, pero me emociona ver cómo el equipo galés está obsesionado con esas alertas de ultratumba, ahí veo un cariño inmenso, un claro arrepentimiento por las maldades que han proferido sobre el puntal del Imperio.
ResponderEliminarA Gales le pasa con Inglaterra como al Atlético de Madrid con el Realísimo: un resentimiento que multiplica su esfuerzo, pero que después decae contra otros rivales. Por ejemplo, ante Australia en este caso (ante el Farça los atléticos): 10 derrotas seguidas... Pero ya digo que como anglófilo soy 'galesista' y les deseo el triunfo este sábado. Ojalá la final del Mundial fuera un Gales-Sudáfria.
En cuanto a la arrogancia, argumento muy manido a estas alturas, dicho sea de paso: cuando un celta se lleve un Mundial hablamos, jejejej.
Ganar el mundial son palabras mayores, pero ¿quién sabe? Siempre hay una primera vez.
EliminarFíjese que jamás un anfitrión había sido eliminado a las primeras de cambio y...
Al menos sabe de fútbol....
EliminarBlair, no seré yo el que haya defendido a Lancaster precisamente. Nunca he confiado en él, y fui de los pocos en avisar (todos los del Guardian, ahora muy quejicas, daban ganador a Inglaterra) de la debacle ante Australia y Gales. Lo de su origen cumbriano fue la guinda a su dudosa condición, que me interesó cuando el cabreo, tras la eliminación, ya era máximo. Ahora toca averiguar el árbol genealógico de Ian Ritchie, el impresentable jefe de la RFU... (a Rob Andrew lo podemos perdonar por su antigua contribución a la causa).
ResponderEliminarPD: esta semana en Mallorca (y Cabrera) ha hecho un calor atroz...
Pues... Se van a reír, pero... A mí, "Ian Ritchie" es un nombre que me suena muy, muy escocés.
EliminarLo suyo en estos fregados es acudir a Cromwell. Un grande entre los grandes. Con él y sus Roundheads, Lancaster estaría escondido en un roble y los irlandeses no saldrían de Drogheda
ResponderEliminarSi en lugar del medioescocés hubiera estado Jake White, campeones. Y no digamos si la Perfecta aplicara las NZ Rules!
ResponderEliminarDe todas maneras, como les tengo aprecio, me preocupa un poco su euforia. Luego la torta es más gorda. Aprendan de mí, que nunca he tenido expectativas desde que Lancaster es entrenador!, jajajaj, esa es la parte buena de su mandato, que no he levantado las suelas del piso. Con Johnno, al que le di bastante caña, tampoco...
Cromwell!!! Ese sí que era grande. Igual que los galeses ven el espectro de Enrique VIII, los irlandeses deben tener pesadillas con Cromwell (vestido de azul o de negro, jejejej).
Nada, nada... ¿por qué conformarse con las "NZ rules"? La Supermegaguayperfecta ha de reivindicar no sólo su derecho a reclutar a todo jugador de las Islas que le convenga, sino también a apropiarse de aquellos súbditos de Su Majestad desperdigados beyond the Seas...
EliminarUna selección del Empire (pero bajo el nombre de Inglaterra, la Rosa, el sweet chariot y el Jerusalem, of course), eso es lo deseable... ¿Pues que se han creído estos celtas, bóers, polinesios, etc. etc? ¿¿¿Cómo osan cuestionar la supremacía Perfecta???
Es más, ya puestos... ¡Desenpolvemos las justas reclamaciones angevinas a la Corona francesa¡ ¿Acaso han olvidado esos frenchies Crecy y Agincourt? ¡También al Empire, allez!
EliminarAsí que, en resumidas cuentas, sólo nos quedarían, aparte de la Perfecta selección, las de Argentina, Japón, Georgia y Rumanía... Sí, creo que en ese Perfecto escenario sí que resultaría factible ganar el Mundial. ¡¡¡Rule Britannia!!!
Resulta que por ir un molón a un festejo, el príncipe Harry, que es pecoso y zanahorio, y tercero en la línea de sucesión al trono de Inglaterra, se vistió de oficial nazi, se pescó una trompa y salió en la portada de “The Sun”. Cuando vieron la foto, los polacos acopiaron latas de conserva y se metieron debajo de la cama. Decían en Roma que la mujer del césar, además de serlo, tiene que parecerlo y el príncipe Harry aquella noche pareció gañán, curdela de guateque y poco sensible con la parte de sus paisanos que aún recordaban el Blitz. Cuando le leyeron la cartilla en Clarence House, la casa del Príncipe de Gales, el chaval se quiso ir a las Cruzadas, como Ricardo Corazón de León, porque en las biografías reales adorna más una guerra que en las de las bailarinas un amante tísico. Su tío Andrés ya frecuentó Las Malvinas, leyendo revistas de polo en el camarote mientras los gurkas tibetanos barrían el patio trasero de mamá. A pesar de la oposición del Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra sir Richard Dannant, Harry de Afganistán fue destacado en la región de Helmand, en el suroeste de Kabul, para que combatiese al barbudo talibán y se hiciese postales pintureras debajo de un sol de Lawrence de Arabia. Sir Richard Dannant, que es Caballero Comandante de la Orden del Baño, seguramente sabía que el ilustrerío en el frente complica y que las balas, como las flechas de Cupido, son ciegas y no miran si en el que se meten es huérfano y sustento de la familia, rey, santo o uno que pasaba por allí. Al general que le toca un célebre en la tropa se le levanta una jaqueca y si se descuida le pasan la cuenta del funeral; en el ejército inglés, que es dado a reñir en las colonias, lo saben muy bien desde que los negros cafres le matasen al último de los Bonaparte, que pretendió recuperar el trono de Francia jugando a ser Gordon de Jartum.
ResponderEliminar¡Qué gran idea, Calon! Genial! Yo soy de natural modesto y no pensé en ampliar los límites geográficos de las NZ Rules, pero ahora ya lo veo claro: todos los súbditos de su Graciosa Majestad a pasar por el aro. Incluidos los descendientes de los derrotados en Agincourt. Esto va a ser majestuoso!
ResponderEliminarPero se equivoca en una cosa. No van a desaparecer los otros equipos, de la misma manera que las NZ Rules no aniquilan Tonga, Samoa y Fidji, sólo las dejan en cueros... Irlanda y Escocia y etc jugarán, claro, pero sólo con los malos de la producción autóctona más algún inglés de medio pelo (tipo Ashton o Wigglesworth). Lancaster, ya que le tiene tanto aprecio, que se consagre a dirigir a Gales, y Johnno a Irlanda. En cambio, la tríada Hansen-Cheika-Schmidt para entrenar a la Perfecta!
M Olmos, por supuesto, Harry es grande por todo eso y más! Desde luego, está a años luz de ese sosainas calvorota y cegato llamado Guillermo. Si el Imperio desea reverdecer laureles, optará sin duda por Harry (primero Charles, ojo, que soy mucho del gran orejotas).
ResponderEliminarLos celtas lo sabemos. Hemos ganado al menos dos guerras, la de la independencia y la de la imagen, y la segunda la ganamos, precisamente, mitificando la pérdida. Actualizamos y alimentamos constantemente nuestro propio derrotismo romántico con una especie de relamida satisfacción folclórica.
ResponderEliminarNos queda como un guante. Añoramos un Mundial que ganar, probablemente. Pero a buen seguro añoramos uno que perder de verdad. Para tener más material para baladas tristes y otra generación de brillantes fracasados por los que brindar