Pobres árbitros

¿Qué pasa cuando personas con un físico mucho menos corpulento y fibroso que el de los jugadores de rugby se cruza en el camino de estos? No suele suceder, porque en el rugby profesional los 30 jugadores que disputan cada encuentro sólo se topan sobre el terreno de juego con un individuo que no reúne sus feroces características: el árbitro. Y, claro, en medio de la refriega, el árbitro, siempre atento al juego, puede llegar a salir, si se despista, bastante magullado. El video de arriba es una buena muestra de ello.