jueves, 18 de marzo de 2010

¿Más casos de discriminación 'positiva' en Sudáfrica?


La noticia de que Fourie Du Preez se marchará a jugar a Japón una vez finalizado el Mundial 2011 me ha suscitado alguna reflexión, aunque no exactamente por el cambio de aires en sí (parece que la dinámica de irse a Japón va a ir a más, sobre todo entre jugadores del Hemisferio Sur, pues hace unos días fue Tamati Ellison quien anuncio que se va a jugar allí), sino por algo que ha dicho el propio medio scrum de los Bulls, y lo que de fondo puede haber en ello. Du Preez dice que ha manifestado su decisión ahora para que los de Pretoria tengan tiempo para preparar a un substituto, y él sugiere que ese hombre debería ser François Hougaard (nada que ver con el apertura Derick). Y ahí está lo curioso, porque precisamente los Bulls no están promocionando a Hougaard para substituir a su imperial número 9, sino a Heini Adams. Hougaard es medio scrum, pero últimamente se ha asentado en la posición de ala. Entonces, ¿por qué Du Preez habla de Hougaard y no de Adams de cara a ser el futuro medio scrum de los Bulls? En su posicionamiento en favor de Hougaard, ¿es posible que crea que en esta maniobra de pasarlo de 9 a 11 hay algún interés extraño? Pero, ¿es lícito hablar de 'maniobra' en algo que tal vez obedezca a causas en absoluto discutibles? El caso es que si echamos un vistazo al pasado reciente de los Bulls ya nos encontramos con casos parecidos: jugadores que se desempeñan en una posición pero que son extrañamente desplazados a otra que en principio no les reporta mejores beneficios, por ejemplo, a la hora de ser llamado por los Springboks. Por ejemplo, además de la situación de Hougaard (que tendría más opciones de ser internacional jugando de 9 que de 11), tenemos el caso de Derick Kuun, hooker titular del equipo en las últimas campañas, al que se ha obligado este año a jugar de flanker, y no para disfrutar de la titularidad precisamente. De acuerdo que Kuun ya había jugado en esa posición hace años, pero no tiene mucho sentido que reconviertas a tu hooker titular, serio candidato para entrar en una convocatoria de los Springboks, en un flanker del montón. Todo eso para dar más opciones al hooker suplente (aunque sorprendentemente, a pesar de ser suplente en su equipo, sí convocado por Peter de Villiers para jugar con Sudáfrica), Chilliboy Ralepelle, y también a Bandise Maku. La maniobra era técnicamente muy extraña, aunque con una finalidad verosímil si tenemos en cuenta las teorías del gobierno sudafricano en materia deportiva (bueno, y en otras materias también), es decir, que la hipótesis casa bien con su promoción de jugadores negros simplemente por ser negros. No hará falta añadir que Hougaard y Kuun son blancos (¡y afrikaners!, doble pecado), mientras que Adams, Ralepelle y Maku son negros. Se trata de una política que aplica concienzudamente el seleccionador De Villiers y que, precisamente por lo contrario, le costó el puesto a su antecesor, Jake White, que acababa de llevar a su selección nada menos que al olimpo del rugby.

Ahora se me podrá decir que todo esto es pura filfa, un delirio conspiranoico, porque el hooker titular en estos momentos en los Bulls es el blanco y afrikaner Gary Botha. Pero es que precisamente Botha acaba de regresar a Sudáfrica, tras su paso por los Harlequins de Londres, por la lesión de Ralepelle.

3 comentarios:

  1. ¿No creerá Ud. que el imbécil Zuma haga algo que no estuviera ya en los planes de Mbeki?

    Mandela fue un visionario y un estadista: Mbeki es el político y Zuma el pelele. Una vez desaparezca Mandela el camino podría ser Zimbawue si no hubiera productos estratégicos en Sudáfrica y una clase política blanca bien asentada en alianza con profesionales y clases medias negras que aparecieron en estos últimos años. Pero la amenaza está ahí.

    Alguien dirá que mi comentario no tiene que ver con el rugby y sin embargo tienen todo que ver.

    ¿Sabía Ud. que en tiempos del apartheid la legación diplomática sudafricana se camuflaba en un edificio de la Plaza del marqués de Salamanca, en Madrid, como oficina diplomática danesa? Desde entonces mi interés por aquel país (y la Currie Cup desde luego, que era La Competición en aquellos años).

    Saludos.

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  2. La progresión es imparablemente negativa: de Mandela a M'Beki y de éste al mamarracho de Zuma (no sé si leyó hace unos días un artículo en nuestra prensa de los gastos que para los sudafricanos acarreará el harén de Zuma). No me quiero ni imaginar cómo podría ser un sucesor de Zuma que lo empeore.

    Y no conocía lo del 'camuflaje danés', pero tomo nota. ¿Puede contar algún detalle de cómo funcionaba esa legación disfrazada?

    saludos

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  3. Quizás merezca una entrada especial si encuentro alguna de las revistas de promoción que en aquella época recabé, fíjese Ud. cuando iba a preguntar por los Springboks, y me recibían con una amplia sonrisa. Si hasta hubo entrenador de ese país afincado en Hispania que cobraba también nómina del espionaje del Partido Nacional. ¡Jesús, qué tiempos hemos visto! como decía Maese Shallow en Campanadas a media noche...

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