Tercera jornada del VI Naciones

Parece que no soy el único para el cual está resultando muy decepcionante esta edición del VI Naciones. Francia es el favorito número uno para llevarse el título, pero no sólo no enamora (aunque su partido ante Irlanda fuera destacable por varios motivos), sino que incluso aburre y, a veces, irrita. Y digo que irrita porque no tiene sentido que un equipo de rugby, y más si eres el estandarte del 'rugby champagne', se dedique a especular vulgarmente con el marcador como si se tratara de un equipo italiano de fungol. ¡Ya sólo faltaba que también tuviéramos una buena ración de 'catenaccio' en el rugby! Ante Gales repitió Lievrèmont el mismo esquema que les dio la victoria en Murrayfield: apretar en la primera parte (aunque fuera a la contra, sobre todo frente a los galeses, cediendo la iniciativa), para controlar en la segunda.

Pero si se puede criticar con motivo a quien lidera la tabla, qué decir de los que van detrás. Por ejemplo, de Inglaterra, una selección con un talento que nadie puede discutir pero que por obra y gracia de un entrenador muy limitado practica un rugby plano, aburrido y desesperante. Para colmo, Johnno tiene un criterio a la hora de seleccionar jugadores muy discutible, entre otros motivos por la oportunidad (por ejemplo: Delon Armitage es un gran fullback, pero ahora mismo está muy lejos de Ben Foden, aunque es éste último el que apenas juega. Lo mismo pasa con Cueto-Ashton o con Borthwick-Kennedy).

También tenemos a Gales, que en cada partido juega 20 minutos para enmarcar, pero que en los 60 restantes mantiene un nivel que no le serviría ni para disputar con garantías el VI Naciones B. Vale que las bajas les pesan muchísimo, pero desde hace meses el equipo parece desquiciado y con problemas serios de autoconfianza. Y qué decir de la desesperante Escocia, que justo en el momento en el que parecía despegar, bajo el mando de Andy Robinson, se está hundiendo de una manera calamitosa. Sólo el infortunio los derrotó en Cardiff (bueno, y la desmelenada parejita Shane-Halfpenny), pero ante Italia y Francia han ofrecido una imagen que recuerda las peores 'gestas' de Frank Hadden. Y, para acabar, Irlanda, que aunque siempre muestra en todos sus partidos unos detalles que alegran a cualquier rugbista, lo cierto es que este 2010 están bastante lejos del nivel mostrado el año pasado. Puede que tenga algo que ver que, de momento, el rendimiento mostrado por O'Driscoll está lejos del que pudimos disfrutar el año pasado, pero es cierto que también a nivel general se percibe una peligrosa tendencia negativa.

Este mes de febrero tenía que haber sido el del VI Naciones, pero visto lo visto, y si quería disfrutar un poco, me he tenido que refugiar en el Super 14, concretamente en los partidos de los Bulls de Pretoria (ante Cheetahs, Brumbies y Waratahs). Vale que de este torneo del SANZAR me repatean varias cosas, como esa parafernalia que recuerda más al fungol americano que al rugby (¡esas cheerleaders!), pero ver en acción a Morné Steyn y a Fourie Du Preez, ambos en el mejor momento de sus carreras (el mejor 9 y 10 del mundo), es impagable.