Juego de fases (Harlequins, 29)

Como Dupuy, los Harlequins no están en su mejor momento. Sin ir más lejos, mejores épocas las tuvieron el mismo año pasado, cuando alcanzaron las semifinales en la Heineken Cup y en la Guinness Premiership, pero el llamado 'Bloodgate' los ha sumido en la depresión esta temporada. De su gran temporada pasada cabe destacar, por ejemplo, ese electrizante final de partido en la fase de grupos de la Heineken, cuando vencieron en el último suspiro a Stade Français gracias a un drop del neocelandés Evans (ya habían ganado a los franceses en París la semana anterior). Para llegar a ese momento culminante los Quins necesitaron trabar nada menos que 29 fases (a 4 de las 33 de Munster ya reseñadas en este blog), con el reloj ya en rojo y el terreno de juego impracticable por el fango. 16-18 perdían en ese momento. Los ataques contra la línea francesa se suceden. El cansancio espera al final agónico para mostrar sus dientes; el deseo de vencer se antepone a todo. El propio Evans ya amaga el drop en la fase 16, cuando se lanza hacia la línea de marca. Pero es frenado, y el desenlace se prolonga. Hasta que ya casi en el minuto 84, Care divisa a Evans y éste enchufa un drop muy ajustado que les da la victoria 19-18.

El otro Dupuy

Si hace unas semanas veíamos la peor versión de Julien Dupuy, agrediendo a Stephen Ferris, es de justicia recordar la mejor cara del medio melé francés. Un ejemplo muy ilustrativo podemos verlo en el ensayo genial que se sacó de la manga para dar la victoria, en el último minuto, a su equipo en la temporada pasada, los Leicester Tigers, en su enfrentamiento en la Heineken Cup (cuartos de final) con Bath. Atascado el partido en un empate a 15, jugándose ya los instantes finales, una lucha de delanteras en el medio campo, Dupuy sacó el oval del ruck, exagerando algo su gesto de pase a los zagueros, de manera que engañó a varios hombres de la delantera de Bath, oportunidad que aprovechó para escaparse solo y conseguir el agónico ensayo tras driblar al zaguero inglés.

Reflexiones sobre los rearbitrajes

Ayer Rafa Molina comentaba en las páginas de Marca una polémica originada alrededor de la sanción de 24 semanas que recibió Julien Dupuy tras el Ulster-Stade Français de la Heineken Cup. Molina se hace eco de las reflexiones del mítico Rob Andrew sobre si el rearbitraje que, gracias a los medios tecnológicos que aporta la televisión, se está llevando a cabo sobre determinadas jugadas de partidos de rugby. El reportaje se refiere básicamente a la agresión de Dupuy sobre Stephen Ferris, pero también cita la sanción que recibió Dan Carter tras su placaje alto en el Gales-Nueva Zelanda del pasado noviembre (que le valió ser sancionado durante una semana). Andrew viene a decir que si se recurre tanto a este tipo de reabitrajes el rugby podría 'perder naturalidad' y los jugadores, a la hora de entrar al choque, podrían pensárselo dos veces antes de recibir sanciones fuertes y este deporte pasaría a ser, de esta manera en la que se eluda el combate, una modalidad de tenis pero con balón oval. Con todos los respectos para Andrew, estas reflexiones me parecen una soberana estupidez, una tontería indigna de un mito como el inglés. No entiendo cómo se puede decir seriamente que sancionar a posteriori (los árbitros no son infalibles y siempre se les pueden escapar acciones en vivo que supongan una cierta gravedad) desvirtúa el rugby, si no es que lo que se pretende es implantar un régimen similar al del fútbol, es decir, la impunidad total para acciones que el árbitro, humano como es, no pueda apreciar en directo. Si Dupuy agrede con gravedad a Ferris, y los árbitros no lo ven pero las cámaras lo registran, es de justicia que se sancione al francés. Decantarse por lo contrario sería hacerle el juego a los tramposos y a los que apuñalan por la espalda. Si el rugby pretende ser un deporte de justicia, digno y con principios, lo lógico es que la capacidad de los medios televisivos que tenemos a nuestro alcance se utilice en el sentido de ampliar el margen de visibilidad que tienen los árbitros sobre la hierba. Pretender lo contrario no significa otra cosa que ir contra el rugby y los principios que lo fundamentan.

Sobre el final del artículo prefiero no extenderme mucho, porque ya es risible. ¿Cómo es que dentro del mundo del rugby se teme que este deporte parezca un fenómeno 'violento'? Joder, es que el rugby es violento, es un deporte de combate en el que, como tal, el contacto físico es durísimo y directo. Otra cosa es que sea un deporte violento, que lo es, pero con reglas claras, que también las tiene. Pero precisamente para limitar el grado de violencia que se ponga en juego, es decir, para sancionar conductas repulsivas como la de Dupuy, es necesario contar con los rearbitrajes y la ayuda televisiva que precisamente se están criticando.

Cuarta jornada de la Heineken

La Heineken Cup se despide hasta el 2010 con la cuarta jornada. Tal vez lo más destacado es que los subcampeones, los Leicester Tigers, siguen vivos en la competición. Su derrota en Francia los relegaba a una tercera posición, pero vencer a Clermont les da de nuevo un poco de aire. De todas maneras, el bagaje total ante los franceses ha sido negativo: 4 por 6 puntos. Del partido en sí, disputado en Welford Road, destacar la actuación de un joven medio melé que cada día me gusta más: Ben Youngs, que dirigió con valentía a los suyos y fabricó, el solito, la jugada del primer ensayo local, anotado por el centro Anthony Allen. En los visitantes, ojo a los tres drops que se marcó el australiano Brock James. Mi favorito del grupo son los franceses: Ospreys lidera la tabla, pero los dos partidos que les quedan son los más duros, y los van a tener que afrontar con bajas sensibles. En cambio, Clermont, su partido difícil (ante los Ospreys) lo disputan en casa, mientras que en el caso de los Tigers será en Swansea.

Uno de los principales favoritos, el campeón Leinster, volvió a triturar a los galeses de Llanelli, esta vez en casa: 39-7. Los de siempre tiraron del carro: BOD, D'Arcy, Horgan, Kearney, etc. Imparables. Tras su derrota inicial en casa ante los Irish, Leinster necesitaba ganar estos dos partidos, pero la contundencia empleada despeja un poco el panorama de cara a su clasificación para la siguiente fase. Incluso perdiendo en Londres ante los Exiles podría entrar como uno de los mejores segundos de grupo.

Otro favorito, que atravesaba horas bajas y déficit de confianza, los también irlandeses de Munster, pegaron lo que se dice un buen puñetazo en la mesa, aplastando a Perpignan en terreno francés. Tras el trabajado y áspero partido de la semana anterior, disputado en Limerick, pocos podían esperar que Munster desplegara el partidazo que los llevó a sumar 5 puntos tal vez decisivos para levarse el liderato final del grupo. Sólo Northampton, otro campeón europeo, podría impedirlo.

Sin embargo, quien está liderando su grupo de manera más holgada no es precisamente uno de los favoritos: Biarritz. No demasiado finos en el Top 14, los vascofranceses son el único equipo que hasta el momento ha vencido en todos y cada uno de sus enfrentamientos. Liderados por el medio melé Dimitri Yachvili, líder en anotación en la Heineken, volvieron a vencer a los Dragons, aunque no en el Rodney Parade sino en el Scarlets Park (el mal estado del helado césped del primero fue el responsable del cambio). Tras un ensayo inicial de los galeses, al contraataque, Yachvili cogió el mando y demostró que puede ser una muy buena opción para Lievrémont de cara a sustituir a Dupuy en el puesto de 9 de la selección francesa.

Para acabar, Stade Français se sobrepuso a la derrota de la semana pasada en Belfast, venciendo a Ulster por 29 a 16, en partido disputado en París (el mal tiempo obligó a trasladarlo desde la incialmente prevista Bruselas). Ahora lidera con cierto margen el grupo 4, aunque no creo que pueda ya darse por clasificado.

15 años de Heineken Cup

erc rugby 15 años
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Este próximo 2010 se van a cumplir 15 años de la existencia de la ERC y, por extensión, de la celebración de la Heineken Cup. Dejo aquí un video que ofrece algunas imágenes de las finales de la Copa europea de rugby.

El rugby y los medios

¿Qué le pasa a los medios de comunicación españoles, deportivos o generales, con el rugby? ¿Por qué las únicas informaciones que suelen destacar de este deporte poco o nada tienen que ver con el rugby en sí mismo? Ahora hablan de la confesión pública de homosexualidad del galés Gareth Thomas, cuando mucha gente descubrirá sólo gracias a eso quien es el mítico internacional galés y capitán de los Lions. Como fue portada la pelea entre Chabal y Castrogiovanni del pasado VI Naciones. Del llamado 'Bloodgate' también han hablado lo suyo, aunque al menos este tema sí que tiene que ver con el juego en sí (aunque estos medios olvidaran resaltar el castigo duro que se aplicó al caso, muy distinto a lo que suele suceder en el fútbol, por ejemplo). ¿Qué pecado ha cometido el rugby para que se le trate de esta manera en los medios?

La IRB no cree en BOD

La IRB ha dictaminado que el mejor jugador de rugby del 2009 ha sido Richie McCaw. El neocelandés es un fenómeno, un mito en activo, pero este año no ha sido el mejor ni por asomo. Todo el mundo lo sabe... menos la IRB, sujeta a criterios (al menos en este caso) muy discutibles (por ejemplo: la cuestión de la rotación de hemisferios). A mi juicio dos jugadores han estado muy por encima de McCaw: el sudafricano Fourie Du Preez y el irlandés Brian O'Driscoll. A éste último va dedicado el video de arriba (la música creo que es de Hans Zimmer), una selección vibrante de algunas de sus mejores jugadas. Filorugby sí cree en BOD.

Placaje estratosférico de Jon Davies

Gracias a los chicos de Rugbydump ya puedo dejar aquí el estratosférico placaje que el pasado sábado le aplicó el centro galés Jon Davies a un toro como Jamie Heaslip. Hasta ahora había visto poco a este chaval de los Scarlets, pero tras el partido que disputó ante Leinster (y no lo digo únicamente por este placaje y por un brillante ensayo que consigue tras penetrar entre 5 aguerridos rivales) lo tendré presente en mis oraciones.

El resto de la jornada 3 de la Heineken

Dejo tres videos más de la Heineken Cup. El de arriba pertenece al Bath-Edinburgh (grupo 4) que ofreció Teledeporte. El partido en sí fue bastante flojo, aunque tuvo un final emocionante. Vi a los escoceses muy fallones en defensa, con poca intesidad en los placajes (al menos en la primera parte), y muchas dificultades para ganar metros a sus rivales. Como su selección nacional, todos los puntos provenían de tiros a palos, en este caso del infalible Chris Paterson. Pero poco más. Bath sólo estuvo algo mejor, al menos en ataque, consiguiendo un par de ensayos. El hombre del partido fue Luke Watson, que parece que comienza a ubicarse en los desnortados Bath, que con esta victoria igualan a los escoceses y mantienen todavía algunas esperanzas de pasar a la siguiente ronda. A los escoceses les pesó muchísimo la aparición de un jugador desastroso (y con un cuerpo más propio de bailarina): David Blair (el hermano de Mike Blair). Casi todo lo que hizo en el breve rato que estuvo en el campo fue un desastre, incluido un tiro de penalty a la línea que salió más allá de la zona de marca... Decisivo para que su equipo no aprovechara dos ocasiones para ensayar.

En el Harlequins-Sale (grupo 5) podemos ver uno de esos ejemplos de equipo que en su liga no va bien (son novenos) pero que en la Copa de Europa anda más fino (en segunda posición). Me refiero a los Sale Sharks, que estuvieron muy entonados en ataque, triturando la defensa de los Quins con una serie de mortíferos y rapidísmos contraataques. Me alegra especialmente el regreso al primer nivel del campeón mundial Ben Cohen, tras su periplo en Brive.

El tercer video corresponde al Clermont-Leicester (grupo 3), dos equipos que me gustan especialmente. Los Tigers se encuentran en la cuerda floja tras esta derrota, pues además de los franceses también Ospreys los sobrepasa al frente de la tabla. Sería un gran fracaso que el vigente subcampeón de la competición no pasara la ronda. Por parte francesa, Clermont fue una máquina en ataque. Este equipo, cuando se suelta el pelo, es una gozada. Con 40-30 en el marcador, al final casi ensayan los ingleses: el ensayo les habría dado dos puntos, uno por el bonus ofensivo y el otro por el defensivo. Por eso gritaban histéricos los narradores de la televisión francesa cuando a Nalaga se le escurre el oval de las manos.

El campeón Leinster vuelve por sus fueros

Se nota que prepararon el partido a conciencia y que le dieron una importancia decisiva. Tras su derrota en casa ante los London Irish, perder en el Scarlets Park frente a los Llanelli Scarlets, que lideraban el grupo 6 de la Heineken con dos victorias en dos partidos, podría ser letal para las aspiraciones del actual campeón de la competición. Se debía ganar sí o sí. Michael Cheika reservó a sus titulares en la última jornada de la Magners, en la que se perdió con estrépito ante los teóricamente débiles Newport-Gwent Dragons, pero a fe que la reserva dio sus frutos en otra provincia galesa, Llanelli, con cambio de competición mediante, donde se avasalló a los locales en la primera parte: ensayo de Horgan en el minuto 3, otro de D'Arcy en el 23 y el tercero de Berne en el 28. 0-22 al descanso; partido sentenciado y temores conjurados. Al inicio de la segunda sesión los Scarlets tuvieron su momento, con el temprano ensayo de Jon Davies (muy buen partido el suyo; un ensayo en el que abre una grieta él solito entre 5 rivales y un placaje estratosférico a Heaslip) y el sin bin a Hines. Pero otra amarilla, creo que injusta, a Sean Lamont (las dos amarillas para los dos únicos escoceses en el campo), y un mal juego a la mano por parte de los galeses, desbarató el empuje local. El cuarto ensayo irlandés, en combinación de Berne con Heaslip, con off load para que anote Sean O'Brien, sentenció el partido y les dio 5 puntos a Leinster para igualar con los Exiles al frente de la clasificación del grupo. Marcador final: 7-32.

Varsity Match 2009: Cambridge 31 - Oxford 27

La universidad de Cambridge se llevó la última entrega del Varsity Match, venciendo en Twickenham a la universidad de Oxford por un ajustado 31 a 27 (aunque el resultado es algo engañoso, porque Oxford anotó un ensayo con transformación ya en el descuento). Los de Cambridge amplían así su ventaja en cuanto a victorias conseguidas en este duelo que se puso en marcha un lejano 1872, y del que se han disputado 127 enfrentamientos: hasta ahora, han sido 60 sus victorias frente a las 53 de Oxford (más 14 empates). El internacional australiano (aunque nacido sudafricano) Dan Vickerman (52 partidos con la zamarra wallabie lo avalan), capitaneó a los de Cambridge, y ahora, tras este partido, ya podrá regresar al profesionalismo, incorporándose a las filas de los Northampton Saints, equipo revelación de la actual Guinness Premiership.

Ulster toma el mando en el grupo 4

Ulster recupera su buen tono del inicio de la temporada para cazar al Stade Français en lo más alto de la clasificación del grupo 4 de la Heineken Cup. Partido intenso, duro y resuelto por la gran comprenetración y entusiasmo de este equipo norirlandés; se nota que todos sus integrantes disfrutan de jugar juntos. Gran nivel de Danielli, Ferris, Humphreys y el neocelandés nacionalizado irlandés Isaac Boss. En frente, uno de los favoritos al título (la final se disputará en su estadio), que sólo pudo maquillar el tanteador al final del partido. Para acabar, señalar una fea agresión de Dupuy a Stephen Ferris (le pasa una mano por los ojos en dos ocasiones y le arranca el casco de la cabeza), que merecería una buena sanción. Se espera un partido muy caliente la semana que viene, en Bruselas (no en París), entre ambos equipos.

Perpignan deja escapar a Munster

Este Munster no es el que dirigiera Declan Kidney, cada partido está más claro. Esta temporada no andan finos en la Magners (liga de la que son los actuales campeones), y en la Heineken tampoco van sobrados: derrota ante Northampton, victoria amplia ante Treviso aunque los italianos se pusieron 0-10 al inicio del partido, y ahora segunda victoria agónica ante Perpignan, 24-23. El equipo estuvo muy espeso, sobre todo Warwick y Mafi, y sólo se salvó gracias a la efectividad ante palos de O'Gara, que tras un desastroso partido en la última jornada de la Magners parece recuperar sus galones de mando. Siete penalties y un drop fue lo que consiguió el 10 nacido en San Diego. Delatador de la situación de Munster es que, jugando en casa, en el espectacular Thomond Park, no anotaran ni un solo ensayo, mientras que los franceses rozaran el bonus con 3 (Vivalda, Durand y Burger), todos ellos aprovechando graves errores defensivos de los irlandeses. Si sigue por esta senda, Munster no ganará nada esta temporada.

Los dragones galeses van in crescendo

Newport-Gwent Dragons derrotó en la última jornada de la Magners a los campeones de Europa, el Leinster, 30-14, en el Rodney Parade de Newport. Sorpresa considerable, sobre todo si tenemos en cuenta que a los dublineses les endosaron nada menos que 4 ensayos en unos 30 minutos de juego, en la primera parte. Leisnter no alineó a sus mejores jugadores, pero la victoria de los galeses, en teoría el segundo peor equipo de la competición, fue muy valiosa, por amplia, y también porque los eleva a la misma cuarta plaza de la clasificación. Un cambio notable con respecto a la temporada pasada. Como todavía no hay video del partido en el Youtube, dejo un sensacional ensayo de Aled Brew (que anotó el primero frente a Leinster) de esta temporada, frente a otro equipo irlandés, Ulster. La jugada colectiva, como puede verse, es una maravilla.

El buen tono de los Dragons se extiende también a la Heineken Cup. Hoy juegan en territorio francés, frente a Biarritz, a quien pueden disputar el liderato del Grupo 2 (Biarritz es líder, con 9 puntos, y los Dragons segundos, con 5).

Varsity Match

El Varsity Match es un partido de rugby anual (a principios de diciembre) que juegan entre sí desde 1872 las universidades de Oxford y Cambridge, las más antiguas y prestigiosas del mundo angosajón. Hoy se enfrentan, como cada año, en el estadio de Twickenham. Se renueva así el ritual que vincula el rugby a la universidad, un desafío con valores de largo arraigo. Parafraseando al Napoleón enchido de 'grandeur' frente a las pirámides egipcias, 'chicos, 8 siglos de historia os contemplan'. Dejo arriba un video que, tratando de emular el mítico partido de fútbol Grecia-Alemania de los Monty Python, recrea uno de las rivalidades más arraigadas del deporte (universitario o no) actual. Podemos ver en las filas de ambos equipos nombres míticos: Walter Raleigh, Swift, Eisntein, Tolkien o Wilde en las filas oxonianas, y a Newton, Darwin, Marlowe, Cromwell o Wordsworth por parte de Cambridge. Oxford se lleva la victoria.

Dejo la previa del partido, de Planet Rugby.

Clint Eastwood y el rugby

No me espero una gran película (Eastwood no es de mis directores de cine predilectos, aunque no es malo), aunque podría ser que con Invictus (adaptación del libro de Carlin, El factor humano) Clint Eastwood hiciera una grandísima contribución a la popularización del rugby por todo el mundo. En España, desde luego, esa contribución positiva podría hacer que el rugby escapara, al menos un poco, por las rendijas del subsuelo en el que se encuentra encerrado.

Reivindicación de Beauxis

Ahora que vuelve la Heineken, me permito colgar unas imágenes espléndidas de un partido jugado esta temporada entre Bath y Stade Français, con Lionel Beauxis en plan estelar. Y es que tengo cierta debilidad por este jugador. Titular muy joven en el Mundial 2007, donde jugó a buen nivel, para mí es ahora mismo el mejor 10 con el que puede contar Lievrémont para los Bleus. No confío en Trinh-Duc, demasiado irregular, y más o menos lo mismo le sucede al gran Michalak (al que veo más de 10 suplente, esperando su momento en el banquillo). De Skrela mejor ni hablar. Beauxis no será tan espectacular como los dos primeros, pero es infinitamente más regular. Y es eso, regularidad, lo que necesita en la posición de 10 una selección como la francesa, cuya enfermiza ciclotimia la tiene condenada a ser pasto del psicoanalista. Creo que Beauxis es el hombre para acompañar a Dupuy (compañero de equipo) en la manija de Francia. Esta temporada ha recuperado la posición de apertura en el Stade, tras el fichaje del Mago Hernández por los Sharks de Durban, y, como puede verse en el video de arriba, en tres acciones espléndidas, su nivel de juego es inspiradísimo.

Barbarians vs All Blacks

Los únicos que han podido vencer a los neocelandeses este otoño han tenido que ser los míticos Barbarians, que habían reunido un equipazo para intentar vencer a una de sus bestias negras (hace nada menos que 36 años que no vencían a los de negro). Twickenham, 63.554 espectadores, 25 a 18 en el marcador y el gran Eddie Butler retransmitiendo el partido por la BBC (como recuerda otro grande, el amigo Phil Blakeway, en su blog). Partidazo de Habana (hat trick), Fourie omnipresente, Burger en su línea de brutalidad (en este caso, efectiva), y alivio sublime para 6 australianos (Smith, Giteau, Elsom, Mitchell, Genia y Moore), que han tenido que dejar de lado su zamarra amarilla y enfundarse la de rayas de los Baa-Baas para poder ganar este año a los All Blacks (4 derrotas dolorosas los precedían). Por otro lado, los springboks presentes siguen invictos, este 2009, contra los de Graham Henry (4 victorias de 4 partidos, 3 con Sudáfrica y este último con los Barbarians). Algunas bajas en los neocelandeses, pero suficientes jugadores de primer nivel como para haber podido llevarse la victoria. Lo mejor, para ellos, comprobar que Luke McAlister está muy recuperado y que volverá a ser el estilete que recordamos del 2007 (a sus buenas jugadas ofensivas hay que sumar el soberbio placaje que realizó sobre todo un Rocky Elsom en la segunda parte, cuando el wallabie estaba a punto de anotar un ensayo).

El derrumbe de Bath

Continúa el derrumbe de Bath, su caída hacia el fondo de la tabla de la Guinness Premiership. Todo son desgracias para los de Steve Meehan; la crisis de juego prolonga la institucional. Junto con los Harlequins, aunque por motivos distintos, Bath inició la temporada con una carga pesada sobre sus espaldas: el fraude del doping. Mientras que los Quins parece que van recuperándose del llamado Bloodgate, Bath no sale del pozo en el que se encuentra. Sancionados Stevens, Crockett y Lippman, retirado Harrison, lesionados piezas clave como Butch James y Olly Barkley, nada les sale. Tiene un buen equipo, reforzado con la llegada del sudafricano Luke Watson, pero nada. La semana pasada, una nueva derrota, en su casa, y con la cuenta de puntos a cero. 0-16 frente a los London Irish. Dos mundos opuestos en colisión, en un estadio embarrado y bajo la tormenta de agua. Desastroso partido de Abendanon (dando razones a Johno para no seguir convocándole para los de la rosa), y en general de todos sus compañeros, mientras que los Exiles se entregaron a la infalibilidad de Ryan Lamb, autor de todos los puntos de su equipo, para llevarse la victoria y acercarse a los líderes, los Saracens.

Balance de los tests de noviembre

Se acabaron los tests de noviembre y ahora toca hacer balance, equipo a equipo.

Inglaterra: la vuelta al equipo de Wilkinson (a pesar de jugar a muy buen nivel) no ha podido revertir la dinámica perdedora que llevan los ingleses en los últimos tests de noviembre. Las numerosísimas bajas sufridas estas semanas ponen entre paréntesis un balance definitivo de lo ofrecido en Twickenham, pero a los de Martin Johnson se les nota muy perdidos, sin una idea muy clara de lo que pretenden. En defensa, mucha dureza, aguantando por lo general las primeras partes, pero perdiendo mucho fuelle en las segundas. Y, desde luego, el bagaje en ataque ha sido pobrísimo: un ensayo en tres partidos, jugando en el templo de Twickenham, es algo irrisorio. En el VI Naciones, ya con muchos de vuelta de sus lesiones, se podrá hacer una valoración más clara del trabajo de Johnson.

Irlanda: ahora mismo y sin discusión, los de Kidney son el mejor equipo del norte, favoritos claros a repetir título de VI Naciones (tal vez no Grand Slam, que, a mi juicio, este próximo torneo va a estar muy disputado y bastante igualado). A diferencia de los ingleses, saben muy bien a lo que juegan, tienen un entrenador de primer nivel, y cuentan con recursos sobrados como para, ahora mismo, vencer a cualquiera, incluidos los gigantes del sur, como se ha demostrado este noviembre. Por ejemplo: la única posición para la que no tenían reserva de garantías era la de apertura, con O'Gara como fijo perpetuo, pero el joven Jonathan Sexton ha demostrado que puede incluso desbancar de su titularidad al 10 de Munster.

Francia: como siempre, es carne de psicoanalista, o de psiquiatra tal vez. Capaces de lo mejor, ganar a los sudafricanos utilizando sus mismas armas, dando una lección de rugby de melé, pero también capaces de creérselo y sestear ante los all blacks encajando nada menos que cinco ensayos en contra. Lievrémont debería corregir esos bandazos tan acusados si quiere que los suyos, como siempre cacarea, estén preparados para el Mundial 2011. Jugadores tiene como para aspirar a todo, en el VI Naciones y en el propio mundial.

Gales: andan de capa caída los galeses desde que se llevaron el Grand Slam de 2008. Desde entonces las espectativas siempre acaban viniéndose abajo. Este noviembre, victoria sufridísima ante unos samoanos que luego, ante Francia e Italia, han demostrado ser muy poca cosa (ante los galeses parecían colosos), y victoria también frente a una desmejorada Argentina (que aguantó en pie casi 70 minutos). La dinámica es mala, y para colmo las lesiones no permiten ser más optimista de cara al futuro (febrero-marzo).

Escocia: sorpresa grata de estos tests, aunque al final la derrota ante Argentina haya empañado algo las cosas. Pero no se puede olvidar que la progresión experimentada por el equipo ante el cambio de técnico ha sido para mejor. La titularidad de Cusiter, el descubrimiento de Alex Grove y Johnnie Beattie, son elementos que han permitido que Escocia evidencie una serie de mejoras que, si no se cometen los errores del partido ante Argentina, puede llevarles a ser la sorpresa del próximo VI Naciones. No digo que tengan opciones de ganar el torneo, pero sí que pueden dar algunas sorpresas. La victoria épica ante Australia debería impulsar a este equipo en una dirección de superación firme.

Italia: la eterna aspirante a ser alguien, pero que únicamente puede permitirse ganar a los débiles del sur (Samoa). En melé han mejorado, claramente (con una primera línea muy dura), pero no acaba de cuajar el experimento de Mallet. Para colmo, su mejor pieza, el gran Sergio Parisse, no podrá jugar el VI Naciones.

Sudáfrica: desastrosa la gira de los springboks. Curiosamente este 2009 se ha invertido la dinámica del 2008, en la que se venía de hacer casi el ridículo en el Tri Nations (quedar último tras vencer en la Copa del Mundo se antoja un fracaso serio) y, en cambio, cuajar unos buenos tests (con epifanía final en Twickenham), mientras que este año se ha venido de ganar a los British and Irish Lions y arrasar en el Tri Nations para hacer el ridículo por tierras europeas. Derrotas con el equipo B (los Springblacks) ante unos disminuidos Saracens y Leicester Tigers, y con el equipo A también ante Francia e Irlanda. Única victoria ante la débil Italia. Un bagaje realmente pobre que empaña un año formidable para los sudafricanos y que arroja dudas sobre el trabajo de De Villiers.

Nueva Zelanda: los all blacks, al final, siempre son los all blacks. Su técnico puede estar cuestionadísimo, sus jugadores en la picota, etc., pero siempre se las apañan para arrasar por donde pasan cuando viajan a Europa. Pleno de victorias, algunas de ellas de mucho mérito, como la batalla de Twickenham, o la paliza del Stade Velodrome. En defensa, pletóricos (creo que no han encajado ni un solo ensayo). A pesar de todo lo malo que han demostrado este año, para mí son más favoritos que nadie para el Mundial. Nueva Zelanda es en rugby lo que Brasil al fungol: nunca se les puede dar por muertos.

Australia: año extrañísimo el vivido por los wallabies. Si el 2008 fue mucho mejor de lo esperado, y la primera parte del año ilusionante (los tests de junio), la segunda parte del 2009 ha sido muy mala y, para colmo, conflictiva. Todo comenzó con el lío con Tuqiri; desde entonces un mal parece haberse apoderado del vestuario australiano. El trabajo que minuciosamente Robbie Deans llevara a cabo desde que está al mando descarriló a partir de julio, con el Tri Nations. Todo parecía confeccionado para que el equipo floreciera pletórico en verano... y ese fue el nacimiento de los males. La prensa australiana habla de conjuras de vestuario contra Deans, y casi todos dejan fuera de las críticas al entrenador kiwi. Lo que está claro es que ser arrasados por los all blacks (4 derrotas de 4 partidos), empatar frente a Irlanda y perder en Murrayfield son cosas que deberían hacer reflexionar.

Argentina: contando con las bajas del 'Mago' Hernández, Contepomi, Leguizamón y Amorosino, lo cierto es que no les ha ido demasiado mal a los americanos. Derrota por poco y al final contra Inglaterra, aguantando 70 minutos frente a Gales y ganando a los escoceses en Murrayfield, no es mal bagaje. Su juego de delantera sigue siendo poderosísimo, así que una vez se vayan reincorporando los lesionados lo normal es que el proyecto de Santiago Phelan vaya mejorando de cara al mundial.