Esta cara magullada que pueden ver arriba pertenece al inglés Dan Cole, primera línea de los campeones de la Guinness, los Leicester Tigers. Afianzado en la titularidad con Inglaterra, Cole tuvo que batallar con intensidad en el partido frente a Australia en Sydney que ha permitido a los de Johnno levantar cabeza a nivel internacional. Una patada en la cara obligó a coserle siete puntos de sutura en el ojo izquierdo.
Fíjense en el orgullo con el que muestra sus heridas. Gane o pierda, un rugbista, sobre todo si es un primera línea, no oculta las huellas del combate, la dureza del enfrentamiento. Es el signo de su entrega, de que se lo juega todo (en sentido literal, no en el poético) en el terreno de juego. Es el código de honor que los hace grandes. Por cierto, no tengo dudas de que Cole hará olvidar a Vickery, y permitirá confeccionar una buena primera línea de cara al Mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario