¿Dick Muir era el genio en la sombra?

No tengo en excesivo aprecio las dotes como entrenador de Peter de Villiers, pero me parece que a partir de ahora lo consideraré un poco más. Entrenador de la Sudáfrica que arrasó el año pasado a nivel mundial (desde los tests de noviembre del 2008 hasta el Tri Nations 2009), en algunas ocasiones se ha dicho que el verdadero artífice del éxito de los Springboks no era él, sino su asistente Dick Muir (a la izquierda de la imagen, al lado de Gold y De Villiers). Pues bien, este año Muir se ha hecho con las riendas de los Lions, la franquicia de Johannesburgo en el Super 14. Tampoco es que las expectativas fueran muy altas, pero el fichaje de Carlos Spencer y las esperanzas puestas en varios jugadores jóvenes del equipo (como el 'ojito izquierdo' de De Villiers, Earl Rose, aunque también Vermaak o Heinke Van der Merwe) animaban a especular con un buen torneo de los sudafricanos. A día de hoy, habiéndose disputado 9 jornadas, el resultado no puede ser más espantoso: con diferencia, es el peor equipo del torneo. Colistas, con 9 derrotas, 386 puntos encajados y con diferencial de -163, son de largo la peor defensa de las 14 en contienda. En su casillero sólo suman 5 puntos procedentes de miserables bonus defensivos. O cambian mucho las cosas estas últimas 4 jornadas, o el desastre habrá sido mayúsculo. Y es aquí cuando hay que poner entre paréntesis las cosas que se decían sobre la competencia de Muir en los Springboks, porque su trabajo con los Lions está siendo muy deficiente. De acuerdo que hay que tener en cuenta que la plantilla que pueden confeccionar los Springboks está muy lejos de la calidad de los Lions, pero no vemos en estos últimos ninguna de las características (ni siquiera atenuadas) que adornan a los primeros. Si la selección sudafricana se caracteriza por una contundencia defensiva indudable, edificada sobre una capacidad de placaje muy poderosa, los Lions son el equipo que menos y que peor placa del Super 14, lo que se traduce, evidentemente, en paliza tras paliza. Lo único positivo del equipo ha sido algún driving maul interesante, la casi remontada del partido ante los Chiefs, y poco más. Pero, visto lo visto, tengo muchas dudas de que sea Dick Muir precisamente el verdadero artífice de los éxitos de los Springboks estos dos últimos años.