La picadura ovalada ha vuelto a encontrar un hueco en la coraza, tras años de vicio criquetero (que seguirán multiplicándose). Nunca se dejó de ver rugby de selecciones (bastante menos de ligas o la Heineken), pero coger la pluma parecía innecesario y baldío... y lo sigue siendo, pero la pluma ya está en la mano. Año de mundial y VI Naciones en ciernes, albricias!